Con el paso de las horas, y mientras Luis Miguel Gómez continúa internado en grave estado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), la Justicia continúa con la investigación del ataque que el repartidor sufrió en el barrio Juramento. Si bien hasta ahora no se descartó ninguna hipótesis oficialmente, la policía sostiene que el tiro recibido por el hombre de 35 años no habría sido efectuado durante un intento de robo, y el único testigo presencial del hecho considera que el agresor se equivocó de persona.

La fiscal Andrea Gómez y su equipo de colaboradores se abocó este jueves a recoger más testimonios de los habitantes de la zona de Benito Lynch y Lanzilotta, donde se produjo el caso. También ordenó la instructora judicial la realización de una serie de peritajes y análisis de las cámaras de seguridad del sector su de la ciudad, bajo la premisa de descubrir si existen indicios que sirvan para el esclarecimiento de lo ocurrido.

Hasta el momento, los investigadores cuentan con información suministrada por la esposa de la víctima, quien manifestó que Gómez se dedicaba al reparto de viandas y que habría recibido el tiro que le atravesó la espalda y le perforó un riñón un pulmón, la vesícula y el hígado, cuando se había ido a entregar un pedido a Lanzilotta 3070. Efectivamente ese ese sitio es que lo encontró el testigo que también declaró en el marco de la causa, ya herido.

El hombre que asistió a la víctima, de profesión filetero, manifestó ante los pesquisas que habitualmente recibía viandas de su parte, pero este miércoles no había comprado. Sin embargo, al verlo en el barrio se acercó a saludarlo y fue entonces que vio cómo un joven con el rostro cubierto le disparaba por la espalda.

“El comentario de la cuadra fue que el tiro no era para Miguel, sino para otra persona, pero eso no me consta. Es un pibe bueno que no tiene bronca con nadie”, agregó el testigo.

Si bien ambos testimonios están incorporados a la causa y los investigadores no descartan ninguna hipótesis del ataque, son examinados para determinar los motivos de la agresión y si, efectivamente como esbozó el declarante, el blanco pudo haber sido el equivocado.

Vale recordar que sólo se sabe que el caso se registró minutos antes de las 20 de este miércoles en Benito Lynch y Lanzilotta, a pocas cuadras del domicilio de Gómez, quien se hallaba en su bicicleta tipo playera, con la que solía realizar un reparto de viandas. El herido fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) por un vecino de ese sector de la ciudad y tras arribar al nosocomio, los médicos dispusieron su internación urgente en el área de cuidados intensivos debido a las graves lesiones que le había causado el disparo.

Una vez informada de lo sucedido por parte del personal de la comisaría quinta -con jurisdicción en la zona-, la fiscal Andrea Gómez inició una investigación y ordenó la realización de una serie de medidas que incluyen el relevamiento testimonial de más vecinos y allegados a la víctima, además de un análisis de imágenes de cámaras de seguridad y el secuestro de prendas de vestir. Por su estado de salud, el repartidor tampoco pudo dar su versión de lo ocurrido, y los pesquisas aguardan a que pueda recomponerse para aportar datos tendientes al esclarecimiento del caso.

Según la información a la que accedió LA CAPITAL tras consultar fuentes del caso, el propio Gómez tiene antecedentes penales y el inmueble de Lanzilotta 3070 había sido allanado en 2016 en el marco de una causa que investigaba el comercio de drogas en la zona, pero el resultado de ese operativo había sido negativo.