Por Marcelo Solari

El marplatense José “Josecito” Guerra obtuvo este domingo un resonante triunfo en la categoría principal de los quads (cuatriciclos) en la cuarta edición del Enduro Pale, por la quinta fecha del Enduro del Atlántico.

Entre las motos, el triunfo correspondió a Rodrigo Landa, el piloto del equipo oficial KTM, quien en pista marcó diferencias considerables y sumó su tercer triunfo consecutivo en esta prueba (2017 y 2018 en Necochea y 2022 en Mar del Plata).

La competencia, un rotundo éxito desde todo punto de vista, fue organizada en forma conjunta por la Municipalidad de General Pueyrredon y la Asociación Alta Velocidad.

La pericia y la resistencia de los pilotos sin dudas fueron sorprendentes. Pero el párrafo saliente evidentemente se lo llevó el público. Amparada por las inmejorables condiciones climáticas durante todo el fin de semana, la gente se volcó masivamente a la costa de la zona norte de la ciudad, ofreciendo un apoyo impresionante a esta realización que mostró a Mar del Plata como nunca se la había mostrado.

Entre las dos jornadas, el municipio a través de estimaciones de la Policía provincial, informó que medio millón de personas presenció el evento. Integrantes de la organización lo ratificaron, y aceptaron que nunca habían realizado una competencia ante un marco semejante.

Guerra, quien no estaba corriendo asiduamente, tomó el riesgo de inscribirse para esta prueba en particular en su ciudad, y cumplió una tarea brillante, imponiéndose en 1h17m13s833/1000, para completar la exigencia reducida a 70 minutos de carrera más una vuelta.

Superó por 28s810/1000 a Lucas Estomba (Saladillo), y enloqueció a la multitud que presenció la competencia y ovacionó al piloto marplatense.

En la máxima divisional, además, cumplieron un excelente papel Lucas Bartucci, sexto, Martín Aristegui, décimo, y Julieta Martínez, duodécima, entre otros.

A su vez, el representante de la pequeña localidad de Atalaya, estableció una rotunda superioridad entre las motos. Aventajó por casi 5 minutos a su escolta, Cristian Vaquero, y le sacó por lo menos una vuelta a todos los demás. Una muy buena demostración de Landa, un experto en este tipo de pruebas.

Un impresionante espectáculo integral, que incluso superó las expectativas más optimistas. Fue más allá de una manifestación deportiva -el aspecto central-, con notable impacto turístico y de indudable relación con lo familiar y lo social, que incluyó música en vivo y un variados servicio gastronómico.

Todas las áreas municipales colaboraron estrechamente para contribuir a un éxito excepcional, uniéndose a la experiencia profesional en este tipo de eventos que posee la asociación con sede en Coronel Suárez. Los horarios estipulados se cumplieron a la perfección, una premisa ineludible a la hora de mantener en orden a las más de 250 unidades (entre las dos especialidades) que animaron este inolvidable Enduro Pale.

Los agoreros y morbosos de siempre -que nunca faltan y subestimaron esta impactante competencia- se dieron de bruces con la realidad. No hubo accidentes, inconvenientes o problemas que les hubieran permitido su triunfal “¡te lo dije!”. Quedará para otro momento. Rendirse ante la evidencia. Esta vez ganó la ciudad, ganó la gente, ganamos todos.

El compromiso, ahora, será dejar toda la playa como estaba antes. O incluso mejor. Solo así podrá cerrarse el círculo y empezar a pensar en el regreso para la edición 2023.