¿Cómo funciona la regulación de los drones en Argentina?
En los últimos años, la tenencia de drones ha crecido en todo el mundo no sólo para uso comercial sino que también para uso recreativo, donde cualquier persona puede manejarlo con un permiso. Este vehículo aéreo no tripulado cuenta con una regulación que indica dónde se puede volar, qué se necesita para manejarlo y cuáles son sus prohibiciones.
En la Argentina existe la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la cual otorga la autorización y regulación de los drones, como así también de las naves tripuladas. A fines del 2020 realizó un reglamento que entró en vigencia a fines de ese mismo año .
En el reglamento explicaron cuál es la clasificación de estos vehículos, y Ariel Stocchi, ingeniero mecánico, doctor en Ciencias de los Materiales, Docente de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP e investigador del INTEMA, mencionó en diálogo con Portal Universidad que “son aeronaves civiles y militares, en la primera, hay una gran diferencia entre uso recreativo y comercial. Para la ANAC no es lo mismo un dron que utilizamos para sacar fotos de manera comercial o para relevar un campo, que una persona que lo tiene recreativamente”.
Además, existe la clasificación por peso, “hasta 500 gr son drones que no requieren clase A, que si son de uso recreativo no requieren registro, no hay que hacer nada, no hay limitación. De ahí para arriba hay que registrarlos, qué es lo más importante”.
El vuelo VLOS (Visual Line Of Sight) especifica que “uno tiene que volar siempre con el dron a la vista, no se puede alejar más aunque el equipo tenga la posibilidad. Para que no vuele de manera automática, siempre tenemos que poder retomar el control humano”, destacó el docente.
Con respecto al seguro, en estos dos casos, detalló que “no se necesita, aunque muchas veces se recomienda porque la persona que lo vuela no deja de ser responsable civil de lo que cause. También depende dónde y cómo se vuele”.
Dentro de un espacio aéreo segregado, el límite de vuelo de los drones es de aproximadamente 122 metros de altura, mientras que en un espacio aéreo controlado o dentro del radio de 5 km del centro geométrico de la pista de un aeródromo, a 43 metros de altura.
Si se deseara operar a alturas superiores a las permitidas, “deberá obtenerse una autorización especial de la ANAC”, expresó Stocchi.
Haciendo referencia a los sitios donde está prohibido el vuelo, el ingeniero detalló que “no se puede volar sobre aglomeraciones de personas, tampoco en espacios aéreos restringidos o controlados, como la aproximación de aviones de línea ,cerca de los aeropuertos o aeródromos”.
Ante esto, ejemplificó que “hubo un incidente donde un avión que estaba cerca de la pista, chocó con uno de los drones de uso recreativo y fue un gran problema. Si bien no pasó a mayores y no hubo ningún inconveniente importante, si se puso en peligro la aeronave”.
Si bien el licenciado afirmó que no se puede volar en sitios donde hay una gran aglomeración de personas, hemos observado que en recitales, partidos o eventos importantes, donde hay una gran cantidad de gente, se utilizan los drones para filmar o grabar. En estos casos, planteó que “siempre se tiene la posibilidad de pedir excepciones. Si una persona hace una explotación comercial y es la empresa que filma, tiene que pedir una excepción y se le da la autorización para hacerlo”.
La diferencia de Argentina con el mundo
Stocchi hizo hincapié en las diferencias que se observan en las regulaciones del país en relación a otros y expresó que “son fuertísimas. Las de afuera de Argentina son muchísimo más restrictivas, existen muchísimas denuncias al haber tantos volando”.
“Las principales denuncias tienen que ver con vuelos en áreas no permitidas y la privacidad. En Argentina también tenemos esa Ley de protección de datos personales, que impide grabar en el patio de tu vecino, es el derecho a la privacidad que no se respeta”, destacó.
Ejemplificando con lo que sucede en diferentes puntos, afirmó que “en España podes llegar a ir preso por filmar a alguien sin su consentimiento y en Estados Unidos aun peor, está particularmente sensibilizado por un tema de terrorismo”.
Por lo tanto, se nota una gran disparidad entre estas reglamentaciones, “son más estrictas con los controles y también tiene que ver con que hay más equipos volando. Tenes que tener si o si el aparato registrado, una aptitud de vuelo, licencia de piloto de dron, que acá con los más chiquitos no sucede”, finalizó Stocchi.