Experiencia inédita: quince mujeres se sumaron al servicio de barrido manual
Personal femenino recorre zonas céntricas, algunos sectores costeros y la Laguna de los Padres cumpliendo tareas de barrido de calles.
Naiara y Cintia, durante esta semana, trabajaron en la peatonal San Martín.
Van y vienen, con sus carros, por la Peatonal San Martín. También por Rivadavia o por algún sector costero o las inmediaciones de Güemes. Son las mujeres que se sumaron, desde inicio del mes, al grupo de barrido manual -barrenderas- que limpia las calles marplatenses. Son quince féminas quienes durante todas las tardes dejan impecables las arterias del sector céntrico mencionado, como así también los centros comerciales a cielo abierto de Güemes, San Juan y sus calles aledañas. También, durante los fines de semana y feriados, se desempeñan en la Laguna de los Padres.
Naiara (25 años) trabajaba hasta hace poco en una oficina, pero al escuchar sobre la convocatoria no dudó en cambiar de rumbo. “Me gusta, estoy contenta con el cambio”, dijo a LA CAPITAL mientras describía la zona geográfica de su accionar: “Vamos por la peatonal San Martín, de Mitre hasta la costa, y también por Rivadavia. Limpiamos todo lo que encontramos y en la plaza San Martín también levantamos las hojas”.
A lo largo de San Martín hay ocho cestos de residuos por cuadra, a los que junto a su compañera Cintia, Naira les debe cambiar las bolsas (negras y verdes) cuando se llenan por completo. Y ellas también levantan las hojas, papeles y colillas de cigarrillos.
“El trabajo es muy dinámico -contó la joven-, siempre vamos rotando de compañeras y también de zonas. Todos los días son diferentes, el fin de semana pasado nos quedamos sin bolsas de la cantidad de basura que limpiamos. Y eso que salimos con 25 de cada color”.
Las bolsas cargadas son depositadas sobre la avenida Luro, en sitios ya estipulados, para que los recoja el camión de la 9 de Julio.
Del camión a la calle
Ataviada con su uniforme completo y el carro, Cintia contó que antes trabajaba “en el camión de recolección de residuos que circula en la Laguna de los Padres. Iba atrás, no manejaba y cuando me ofrecieron el cambio ni lo dudé”.
La joven, madre de dos hijos, aseguró que lo que más le gusta de su trabajo es “el compañerismo, el grupo que se armó” y que la gente al verlas circular por la calle “ya piensa dos veces antes de tirar el papel que tienen en la mano”.
A poco de empezar, ambas se muestran motivadas y, al permanecer todo el tiempo al aire libre, ya vivieron los primeros fríos. Pero las mujeres muestran las abrigadas camperas celestes que son parte del uniforme: “Estamos preparadas”, se rieron.
El servicio se cumple todos los días, de lunes a sábado de 13 a 19, y domingos y feriados de 15 a 19.
Sumar mujeres
Ya estaba en los planes la ampliación del servicio de barrido manual y ante “un pedido de la empresa 9 de Julio decidimos sumar mujeres, que se sumaron a las que integraban el grupo que trabaja en la Laguna de los Padres los fines de semana y feriados”, explicó el director de Gestión de Residuos del Emsur, Fernando Moris.
La idea es “seguir ampliando el servicio de manera inclusiva”. El funcionario contó que se optó por que el cupo femenino se incorpore “al turno tarde y en zonas geográficas donde no es tan pesado el trabajo, porque no hay tantos árboles”.
El servicio de barrido manual se desarrolla todos los días en sectores del micro y macro centro, ya que en los barrios “sigue funcionando la barredora”. En la actualidad, lo integran “165 personas (15 mujeres)”, aunque desde la comuna local apuntan “a seguir incorporando mujeres a medida que se amplíe el servicio”, añadió el funcionario.