Una cinta inédita y clandestina de un concierto que el músico Astor Piazzolla ofreció el 7 de diciembre de 1980 en el Teatro Auditorium de Mar del Plata fue recientemente recuperada y remasterizada, con el fin de que vuelva a ser escuchada por las audiencias amantes de su obra.

La grabación, de la que Piazzolla nunca tuvo registro, fue una “afortunada picardía” del pianista marplatense Horacio Santuoliquido, dijo Pablo Rago, compositor que tuvo a su cargo el trabajo de remasterización del hallazgo.

El día del concierto, en 1980, Santuoliquido colocó micrófonos en el techo del teatro y con una “cassetera Technics, pidió permiso a los técnicos y grabó de forma clandestina” el concierto que Piazzolla realizó junto a la Orquesta Sinfónica Municipal de esta ciudad, entonces dirigida por el maestro Mario Perusso, según Rago.

Esa cinta analógica, guardada en un cassette, permaneció en la casa de Santuoliquido hasta su muerte. Contiene nada menos que la obra conocida como “Aconcagua”, un concierto para bandoneón y orquesta que recién apareció en un disco de Piazzolla en 1983. Por lo que esta grabación encontrada de 1980 resultaría un estreno de la pieza.

“Lamentablemente, la temprana e inesperada partida física de Horacio resultó en que esta copia máster quedara completamente perdida a lo largo de los años. El responsable de recuperar esta copia fue Daniel Izarriaga, histórico percusionista de la Orquesta Sinfónica -quien, a su vez, tocó con Astor en este concierto- y, en su afán por salvar la cinta, se la derivó a Christian Ernesto Drocezesky, quien realizó un meticuloso trabajo de conversión de esta cinta analógica a digital y me compartió este trabajo para una posterior evaluación”, relató Rago.

Drocezesky es baterista y productor de sonido de Mar del Plata. En el trabajo de recuperación también se involucró Sebastián Sartal, contrabajista de la Orquesta Sinfónica Municipal.

“Es una locura”, dijo Rago, entusiasmado por el hallazgo. “Tener este material es como tener un cuadro de Da Vinci en mi casa para restaurarlo, no tiene precio, no tiene parangón”, agregó el compositor, que es egresado del Conservatorio Luis Gianneo de Mar del Plata.

Para avalar la autenticidad de la ejecución de Piazzolla, Rago se puso en contacto con la Fundación Piazzolla, a cargo de Laura Escalada y de Daniel Villaflor, y con el hijo de Astor, Daniel Piazzolla. Desde la entidad afirmaron que se trata de una obra ejecutada por el gran bandoneonista. Incluso tienen previsto incluir el audio del concierto de 1980 en el lanzamiento de una página web sobre el músico, que lanzarán el año que viene, contó Rago.

También coincidió el hijo de Astor, que es músico. “Cómo se nota cuando toca mi viejo y no toca otro”, dijo Daniel a Rago a través de un audio de Whatsapp al que tuvo acceso LA CAPITAL.

“Desde la Fundación me dieron permiso para trabajar la cinta”, agregó Rago, que también contó que la pieza pasará a la entidad para que se encargue de la difusión. Y una copia quedará en el archivo de la Sinfónica local.

Antes, Rago piensa organizar un espectáculo en el Auditorium, con fecha a confirmar, para reproducir aquel concierto hallado cuarenta y dos años después.

En tanto, el trabajo de remasterización le llevó tres semanas y una laboriosa tarea de escucha. “Desde que me llegó el material empecé a escucharlo, lo escuché varias veces para encontrar errores. Está grabado solo en dos canales, por lo que hubo cosas que puede arreglar y otras cosas que no. Reduje los ruidos y lo importante es que logré una mezcla para que la Orquesta Sinfónica aparezca adelante, sino quedaba muy atrás”, describió.

“Debido a la forma en que fue posicionada la microfonía originalmente, he decidido respetar y aprovechar eso, para generar una masterización en la que se puedan percibir a los instrumentos en un campo cercano -indicó-. El resultado es una toma viva donde si bien fueron eliminados ruidos indeseados, por momentos percibimos el sonido de los ataques de Astor en los botones y hasta el aire del bandoneón”.

La obra de Piazzolla tiene una duración de veinte minutos y es parte de un registro sonoro más extenso, en el que la Orquesta Sinfónica Municipal ejecutó ese día otras piezas musicales de diversos compositores. “La obra (de Piazzolla) es un concierto para bandoneón y orquesta, tiene tres movimientos y lo notable es que al tocar Piazzolla no se equivocó nunca, es impresionante la calidad de audio, da la sensación de que estás al lado de la orquesta”, observó.

En el final del concierto, que Rago decidió no eliminar, se puede escuchar “una ovación de un minuto y medio, con una vehemencia diferente, se escucha que gritan ‘Astor’, es un griterío desaforado, poco común”, confirmó Rago, siempre entusiasmado por el hallazgo, pero sin saber aún por qué aquel pianista fallecido decidió registrar el concierto sin la autorización del autor de “Adiós Nonino”.