Con la conferencia inaugural del poeta y ensayista Osvaldo Baigorria, que se realizará a las 20 en el Muelle de Pescadores, quedará inaugurado este jueves el Festival Filba, que coorganiza la fundación del mismo nombre y la Secretaría de Cultura local.

A las propuestas que traerán Guillermo Martínez y Tamara Tenenbaum, por citar solo dos de los nombres más reconocidos del mundo de la literatura argentina, se sumarán actividades, talleres y paneles con escritoras y escritores marplatenses, en una fusión que, como ya ocurrió hace siete años, promete devolver ricas interacciones.

El gesto de acercar lo local con las expresiones nacionales es el sello de los festivales que, en cada sede del país, organiza Filba. “Es un trabajo que nos importa especialmente destacar, porque le esquivamos mucho a la idea que sucede mucho en el campo cultural, eso de ser unos paracaidistas que caemos con un producto enlatado que no tiene ninguna vinculación con el territorio”, dijo a LA CAPITAL Amalia Sanz, directora de Filba.

Así, junto a los nombres más reconocidos, estarán involucrados escritores, escritoras y periodistas de la ciudad, tal el caso de Carolina Bugnone, Matías Moscardi, Ana Porrúa, Triana Kossman, Fernanda Mugica, Esteban Prado, Mauro De Angelis, Luciana Caamaño, Fabián Iriarte, Martín Zariello, Sebastián Chilano, Emilio Teno, Mariano Taborda, Federico Bruno, Jorge Chiesa, entre muchos otros y otras.

“Trabajamos mucho en la preproducción de cada festival y trabajamos con todos los jugadores del partido de la literatura: libreros, editores, poetas, escritores. Nos interesa entrelazar con las cosas que están pasando, cuáles son las cosas que pasan en cada región”, agregó.

-Filba realiza festivales en varias ciudades: Rosario, Azul, Bahía Blanca, Bariloche, Santa Fe, San Rafael, La Cumbre y otras. ¿Qué notan? ¿Se escribe mucho en la Argentina?

-Absolutamente. Es así, nos gusta pensar cómo el festival funciona para muchos como una máquina de destrabar prejuicios. El objetivo fundamental es descentralizar, pareciera que en Buenos Aires es donde se gesta todo y que si los libros y las lecturas no están en Buenos Aires, la literatura no existe. Eso es falso. La experiencia nos dice que en cada lugar al que llegamos hay una producción riquísima de poesía, de lecturas, de movida. En algunos lugares, es más sorprendente, es más obvio. La idea es darle visibilidad a través de un festival así. Hay una producción interesantísima en cada uno de los lugares en los que nos presentamos.

-Más allá de escritores y escritoras, ¿también hay espacio para las personas que leen?

-Buscamos que haya más lecturas y más lectores, apunta a la gente que es lectora y a la que le interesa conocer a tal escritor. La invitación es súper abierta: la literatura está más cerca de las personas de lo que uno cree. A veces hay una distancia absurda entre los libros y las personas. Parece que si no leíste de joven o de chico, es difícil ponerse a leer de grande. Las propias personas generan una distancia que nosotros intentamos romper. Cuando una vecina te cuenta un chisme y te lo narra, esa anécdota que te narra es un relato. La idea es que te vuelvas a relacionar de algún modo con esa forma de relato que tuvimos en la infancia.