Yamandú Cardozo: “Donde hay certezas verticales planteamos dudas horizontales”
Vuelve Agarrate Catalina a Mar del Plata y el director de la potente murga uruguaya asegura que, como sociedad, tuvimos la oportunidad de ver que "el sistema no da para más", pero no confía en que la situación pueda cambiar. Desde su arte, el compromiso de preguntar, cuestionar, "sin bajar una línea".
Reflexión, ironía, humor, potencia musical, voces que interpelan y una estética colorida se combinan en la propuesta de la destacada murga uruguaya Agarrate Catalina, que luego de varios años -y pandemia de por medio- vuelve a Mar del Plata para poner a bailar, pensar y divertirse.
La multitudinaria agrupación llega con su nuevo espectáculo “La involución de las especies”, que no solo tiene una profunda base uruguaya sino que también representa la realidad sociopolítica latinoamericana. El reencuentro será este viernes 27 de mayo a las 21 en el Teatro Roxy.
“Donde hay certezas verticales planteamos dudas horizontales”, definió el director de “la Catalina” Yamandú Cardozo, en una charla con LA CAPITAL.
También expresó su aspiración a contribuir a la generación de “pensamiento crítico y sobre todo a la libertad, al derecho a ejercer la libertad y el derecho a leer las letras chicas y tirar la bronca y a disentir y a discutirnos y a derribar muros y a zafarnos de las cadenas de los dogmas”, sin “bajar línea”.
“No sé si directamente está en el espectáculo explicitado, pero seguramente la necesidad de encuentro, la urgencia por defender estos espacios de comunicación estarán metidas hasta el hueso en los espectáculos, en este y los que hagamos hacia adelante“, sostuvo en referencia a la posibilidad de volver a la base de la murga y la expresión artística, erosionada por las restricciones del Covid: el contacto directo, en vivo con el público.
-Desde “Defensores de causas perdidas” a “La involución de las especies” ha pasado todo esto que, algunos dicen, han cambiado el mundo, pero ¿Ha cambiado el mundo? ¿O los cambios han sido para que nada cambie? ¿Cómo lo ven?
-Yo me reservo esa duda. Siento que con esta crisis sanitaria, social, económica, política que derivó de esta nueva pandemia tuvimos una chance muy clara de ver que este sistema basado básicamente en la desigualdad no da para más, que ya ni se preocupa de disimular las inequidades, que ni se preocupa de llevar careta, que se muestra tal cual es. Tuvimos la chance de verlo más claramente que nunca, ahora… de ahí a que realmente podamos torcerle el brazo o que nos decidamos a patear hasta tirarlo, no lo sé, me reservo la opinión, por no decir que tengo mis tremendas dudas, que no nos pongo muchas fichas como especie y no le apuesto ni un pleno al gran cambio real, a la revolución pospandémica y a la llegada por lo menos tan cercana de un mundo más justo. Me parece que otra vez pagarán las crisis los sectores más desprotegidos y los sectores más privilegiados saldrán a flote o hasta favorecidos de esta situación. Es una visión bastante desesperanzada pero que no me detiene en lo que hago y hacemos que es, desde las expresiones del arte popular, intentar transformar esa lógica a nuestra escala y en la medida que podemos que es el tamaño vecinal y peatonal.
-Más allá de cuestiones coyunturales, en sus obras las temáticas también se vinculan con cuestiones más estructurales o atemporales o universales ¿buscan en cada trabajo que unas tengan más preponderancia que otras, se equilibran?
-Sí es cierto que utilizamos y nos detenemos a trabajar con temáticas universales y atemporales porque son a las que nos lleva posar la atención nuestra mirada humanista, la preocupación por hablar del bicho humano siempre y por incluirnos dentro de esas autocaricaturas hechas frente al espejo en movimiento y como podemos y con las herramientas que tenemos nos llevan a necesitar tocar esas temáticas que son las que nos atraviesan en la vida. Esto es por una cuestión de necesidad y no de estrategia artística, de necesidad y de urgencia por hablar de tal o cual tema. La grieta y el pensamiento binario y la lógica barrabravística de lo ideológico, claro que es uno de estos temas coyunturales y a la vez estructurales y por eso nos metemos un montón con eso desde hace muchos años, incluso desde antes que tuviéramos presente esta manera de llamarle. La grieta o la brecha social… la cuestión del entramado social rompiéndose por las lógicas megafutbolizadas desde lo peor, siempre nos preocuparon, desde el couple de las banderas del 2007, desde alguna cosa de la comunidad del 2012, desde los dogmas del espectáculo 2014/2015, nos han preocupado históricamente a La Catalina, entonces sí, creemos que todo lo que podamos sumar desde ahí, con crítica y con compromiso y sin autocomplacencia y con crudeza nos interesa hacerlo.
“No nos pongo muchas fichas como especie y no le apuesto ni un pleno al gran
cambio real, a la revolución pospandémica y a la llegada por lo menos tan
cercana de un mundo más justo”.
-¿Consideran parte de su rol, de su mensaje, cuestionar, sorprender, ‘sacudir’ (metafóricamente) al público? ¿Es un costo contribuir a la formación del pensamiento crítico?
-Bueno, ojalá que estemos contribuyendo al pensamiento crítico y sobre todo a la libertad, al derecho a ejercer la libertad y el derecho a leer las letras chicas y tirar la bronca y a disentir y a discutirnos y a derribar muros y a zafarnos de las cadenas de los dogmas como estábamos hablando recién. Seguro que contribuimos a que eso nos pase hacia la interna. Cada vez que yo escribo y que escribimos con Tabaré y que lo cantamos en la murga y que lo discutimos, creo que por lo menos intento afinar un poco mis antenas y lejos de descomprometerme o de desmarcarme, marco más una postura y más me comprometo con las causas a las que decida sumarme o las causas que necesite ser. Si soy crítico y cuestionador es lo que pienso como tipo, como persona. Después, no sentimos que tenemos que dejar un mensaje, o que bajar una línea o que hacer una pseudopedagogía de nada, nos planteamos hace un tiempo sin darnos cuenta y después dándonos cuenta, que nuestra necesidad máxima es, donde hay certezas verticales creciendo, llenar de dudas horizontales y preguntar, preguntar, y preguntar sin pararnos en el banquito de quién da las respuestas y sin enseñar a nadie a vivir, porque no sabríamos, porque no podemos, porque apenas andamos a los tumbos con nuestros propios cuestionamientos.
Entonces si compartirnos, si desnudamos el alma en cada espectáculo y decimos lo que sentimos que nos da alegría decir, o nos calma decir, y cantar con la gente que queremos, desde la total horizontalidad.