Terminaron fundidos en un abrazo. No pudo ser mejor el final para una noche singular. Dos generaciones de Acosta confluyeron en un mismo ring en el festival de boxeo profesional del viernes por la noche en el microestadio “Domingo Robles” del Club Peñarol. El León joven, que se abre camino a pura potencia, y el León viejo, que conoce todas las mañas y todavía quiere seguir rugiendo. Los dos noquearon, los dos festejaron, los dos se unieron en una foto para la eternidad.

Franco Acosta retuvo su título argentino de los mediopesados en su primera defensa con una definición fulminante sobre David Campos en el tercer round. El joven marplatense lo conectó en un cruce con una izquierda voleada tan potente y repentina que el aspirante cayó fulminado y su cabeza golpeó violentamente contra la lona. Automáticamente el árbitro Hernán Guajardo detuvo el combate. Campos tardó un par de minutos para ponerse de pie.

El “León”, en consecuencia, estiró su récord a once combates, todos ganados, ocho de ellos por la vía categórica. Antes del desenlace, recién estaba calentando motores. Había iniciado con mucha cautela y Campos lo había conmovido en el primer round con una derecha cruzada. Pero incrementó su actividad en el segundo y en el tercero seguía en el mismo plan. Hasta que llegó la definición. Brutal. Inesperada. Un nocaut de una sola mano.

Minutos antes, la presentación de “Siru” Acosta sobre Ángel Schmitt, con ligeros matices, fue un calco. El púgil radicado hace décadas en esta ciudad conectó algunos golpes sólidos en un primer round desordenado y parecía encaminarse a un triunfo holgado. En el asalto siguiente, sin embargo, fue conectado en un cruce por Schmitt, tuvo un momento de zozobra y lo sacó adelante con su oficio. Las incertidumbres se terminaron en el tercero con una derecha recta para recibir a un rival que venía avanzando. Schmitt se derrumbó casi tan pesadamente como Campos más tarde y el árbitro Ándres Chaves, del mismo modo, detuvo la pelea antes de iniciar un conteo.

“Siru”, que pudo haber peleado por última vez en el país, subió al ring después de la presentación de Franco y padre e hijo se fundieron en un abrazo interminable. Fue el telón final ideal para una noche casi sin precedentes en el boxeo profesional.

El resto del festival

El resto de los púgiles de esta ciudad se presentó con menos fortuna. El súper welter Santiago Sánchez, integrante del Team Acosta, protagonizó la pelea de la noche ante Martín Ruiz, pero la terminó perdiendo por decisión unánime (59-56, 58-56 y 58-55) en seis rounds. El punto álgido de la lucha se presentó en el segundo round. El púgil radicado en esta ciudad le hizo poner una rodilla sobre la lona a su rival con un golpe en las zonas bajas. Pero Ruiz se recuperó inmediatamente y obligó a lo mismo a Sánchez, que segundos después, además, recibió una cuenta de protección. Sabiéndose en ventaja, después de ese asalto “bisagra”, Ruiz jugó con la desesperación de Sánchez y colocó los mejores golpes.

El súper welter marplatense Enzo Calafate, por su parte, terminó con un empate en decisión mayoritaria (dos 38-38 y un 39-37 favorable ) su pleito frente a Guido Romero. Y el mediopesado local Leonel “Fachín” Ávila, que llegaba invicto en cuatro presentaciones, vivió una noche frustrante: descalificado en el primer round por un golpe bajo ante Carlos Alberto Rodríguez.

Sin intervención de marplatenses, en el resto de la programación, el liviano Alan Chaves no lució pero obtuvo un abrumador triunfo por puntos en decisión unánime ante el limitado Esteban Stodulsky con un triple 80-72 en las tarjetas. Por último, el súper welter Brian Albim Ríos se impuso por nocaut técnico en el segundo round a Luis Montiel.