Por Hernán Kloosterman

Como sucede cada tanto, el intendente Guillermo Montenegro elige los momentos para dejar explícita su postura política. El proyecto para que los intendentes controlen los precios para combatir la inflación fue el detonante de una serie de declaraciones en las que fustigó al Gobierno nacional.

Distendido, el intendente recibió a LA CAPITAL y repasó los desafíos de la gestión. También expresó críticas a la oposición local pero negó haber endurecido el discurso. “Defiendo a los vecinos y a la ciudad”, argumentó en un mano en el que también habló de 2023, de la relación con Fernanda Raverta y con Gustavo Pulti, de Juntos por el Cambio y de Javier Milei.

Además, anunció el inicio de la construcción de la ciclovía, se refirió a un posible desembarco de Uber y no esquivó la polémica por los centros de salud y por el sistema de reconocimiento facial. “Hay que salir del estancamiento”, propuso.

– Pasó la temporada y la pandemia parece haber quedado atrás. ¿Cuáles son los desafíos para este año?

– Hay problemas estructurales que tiene la ciudad de los cuales tenemos que salir. Por ahí no se van a solucionar de un día para otro pero está claro que hay que arrancar. Y eso tiene que ver con medidas que se tienen que ir tomando para cambiar el rumbo. Esto va más allá de una decisión política de un gobierno sino que es lo que plantean los marplatenses. Tenemos que ver cómo generamos que sea una ciudad de todo el año, cómo hacemos para que el puerto, el cordón frutihortícola y el Parque Industrial generen más empleo. La responsabilidad del Estado es facilitar al privado para que acelere este tipo de cuestiones. Lo que tenemos que hacer es salir del “esto no, esto no” y discutir cosas que tienen que ver con la salida del estancamiento. No se van a ver los resultados en pocos años pero hay que tener en claro que es por ahí.

– En esa agenda está la problemática de la falta de taxis. ¿Esta vez, se abre una posibilidad para Uber y otras aplicaciones?

– Hoy hay un problema en la ciudad. Lo plantean todos los vecinos. La necesidad de que haya GPS es por seguridad y también para tener en claro el trabajo que hace ese taxi. Hoy hay 2.147 licencias. Si yo no tengo información, ¿cómo hago para tomar buenas decisiones? Es un servicio público. Yo me tengo que hacer cargo de ese problema y para tomar una decisión, incluso sobre las aplicaciones, primero tengo que saber qué tengo. Muchos, la mayoría de los taxistas, entendieron la decisión y tienen claro que son un servicio público.

– Entonces, ¿la discusión es más viable?

– Lo que veo es que teniendo la información vamos a saber qué se necesita. Para que quede claro: siempre voy a defender el laburo de los marplatenses. También tengo que defender al que se quiere tomar un taxi para ir a laburar.

Esta discusión va a estar en el Concejo, pero está claro que no podemos estar alejados del problema que tiene hoy la gente.

– En los últimos días expresó fuertes críticas a la oposición local y al Gobierno nacional. ¿Endureció el discurso?

– No. Mi discurso fue siempre el mismo: la defensa del vecino y de la ciudad. Lo tuvimos en la pandemia cuando me decían que tomaba decisiones que podía afectar la salud de los vecinos. Yo decía que era salud, más trabajo, más economía, más la situación emocional de cada uno. No era fácil tomar decisiones, pero no te podés hacer el distraído con vecinos. Planteaban que Montenegro ponía en riesgo la salud. He tenido enojos que tienen que ver, no con una posición política partidaria, sino que era en defensa de la ciudad. Si hay medidas que pueden afectar a los vecinos, voy a estar en contra. En lo local, siento que hay una negativa permanente para tratar cualquier tema. Antes eran palos en la rueda; ahora es que no haya rueda. Y eso, ¿a quién beneficia?

– ¿A qué lo atribuye?

– Creo que es por la postura de que le vaya mal a Montenegro porque le va a ir mal al gobierno, y los va a beneficiar a ellos. Pero no se dan cuenta de que le va mal a la gente. Esto no tiene que ver con algo de Montenegro o el espacio político. Es más de sentido común.

– A nivel nacional pasa algo parecido entre oposición y gobierno. ¿Hay un paralelismo?

– Pero quedó clara la postura que tomó la oposición en un tema tan sensible como el acuerdo con el Fondo donde se planteó la necesidad de acompañar. Yo también soy muy crítico de la forma en la que se trabaja con la inflación: tenemos el peor número de 2002 a la fecha. Hablás con cualquiera persona y cada vez le cuesta más pagar lo que tenía que pagar o llegar a fin de mes. Es una realidad y esto pasa porque se dedicaron a emitir mucha plata y a gastarla en cosas en las que no había que gastarla. Si le das a la maquinita y generás el plan “platita”, vas a tener un problema. Y ahora la responsabilidad va a ser de los intendentes si no controlan los precios. ¿Voy a ir a controlar al almacenero, que está viendo cómo paga todo a fin de mes y ve que si pone el queso a 100 pesos, a él le viene a 105, y yo lo tengo que clausurar? No es así. Ya quedó demostrado que no es la forma. La forma es administrar mejor los recursos y dejar de emitir plata.

– ¿Cómo cree que termina esta disputa, en el marco de la grieta y con dos posturas bien opuestas?

– No tiene que ver con la grieta. El acercamiento conmigo tiene que ver con que no se afecte a los vecinos. Cuando yo veo que afectan a los intereses del vecino, voy a estar en contra. Tengo una responsabilidad y es tomar decisiones y hacerme cargo de los problemas.

– Entre las críticas de la oposición, ¿le molesta que identifiquen su gestión como una continuidad de la de Arroyo?

– No. Sólo me molesta si agreden a mi ciudad. Porque no tengo tiempo para pensar en esas cosas. Yo al tiempo lo pongo en juntarme con los vecinos, ir a los barrios, escucharlos y ver cómo puedo solucionar los problemas. Nunca me van a escuchar contestar una agresión: no le presto atención.

– ¿Qué es lo que mayoritariamente recoge en ese contacto con los vecinos?

– Primero, que el hecho de estar en el lugar es valorado. Y después está la lista de reclamos. Es absolutamente normal y corresponde. Al problema de cada barrio, se suma la general: no alcanza la plata, la inseguridad… Preguntan qué estamos haciendo y se les explica que se adquirieron 20 patrulleros y se donaron al gobierno provincial. O que se trabaja con reconocimiento facial, con la oposición de concejales, que es una herramienta muy buena para buscar a una persona que cometió un delito o a un chico que se perdió. Negarse a utilizarla es como si le prohibieran al patrullero que lleve la foto de la persona buscada. Es sentido común, se utiliza hace muchísimo tiempo. Además deviene de un pedido de la gente que pide que la cuiden. Se oponen pero me interesaría ver si han escuchado a expertos en seguridad que se opongan. En el mundo, ni se discute esto.

– Otro tema recurrente es el de las salitas de salud y las dificultades para acceder a los turnos. ¿Cómo está la situación?

– Estamos trabajando en un sistema de turnos digitales y en un mes y medio va a haber una turnera para que la persona no tenga que ir al CAPS a la madrugada a esperar el turno.
En este caso, la aplicación también nos da la posibilidad de tener todos los datos para evaluar si necesitamos más médicos en alguna especialidad, o ampliar algún horario. Todo eso, hoy está con planilla a mano.

– ¿El pliego de transporte y la ciclovía son dos cuentas pendientes?

– La ciclovía se arranca ahora. El 29 es la apertura de la primera parte que es la unión de plaza España con plaza Mitre. Ya están planteadas algunas cuestiones con el Gobierno nacional. Para nosotros, la ciclovía era algo pendiente y está claro que es una necesidad. Hay que salir del estancamiento y avanzar en los cambios necesarios.

– ¿Lo del pliego de transporte lo ve posible?

– Sí. O sino, que planteen qué es mejor. El transporte tiene que mejorar y no hay dudas. Se planteó una forma después de escuchar todas las opiniones. Uno intenta buscar soluciones que ya fueron exitosas en otros lugares.
Obviamente que te vas a encontrar con la oposición permanente del Frente de Todos, sin buscar nada novedoso que le solucione los problemas a los vecinos.Yo voy a insistir y no me importa perder. Si es bueno para los vecinos, no me importa perder en la política.

– ¿Cómo analiza la situación de Juntos por el Cambio, a nivel nacional con miras a 2023, con varios posibles candidatos?

– Hablar de nombres propios a esta altura es casi faltarle el respeto a la gente. En un año tan complejo como el que se vive, es no estar entendiendo cuál es el problema. Se va a ir decantando naturalmente. Nadie duda de la posición política que tengo yo. Estamos en una coalición que después de haber perdido en 2019 se mantuvo junta, cuando nadie pensaba que eso podía ocurrir. Y eso fue importante. Hay que seguir trabajando, pensado en la construcción de alternativas que mejoren a la Argentina, no en proyectos políticos personales.
Está claro que buscamos una alternativa que se oponga al kirchnerismo porque creemos que manejó mal la situación. Estamos en una situación muy compleja por estos años de gobierno que también tuvimos.

– ¿Qué impacto tiene la creciente presencia de Javier Milei en la política?

– Es una expresión que acompaña mucha gente. Está claro que representa a un grupo del electorado y uno no puede no escuchar eso. Hay que mirar por qué y cuáles son los aciertos, y errores, propios o ajenos. Pero creo que no hay que mirar tanto al rival sino mirar cómo juega uno. Y ganar es la consecuencia del buen juego, como dicen los entrenadores. Pero estoy más preocupado por los problemas de la ciudad que por analizar la política nacional.

– Con la referente del Frente de Todos, Fernanda Raverta, supo tener diálogo. ¿Hoy está interrumpido?

– No. Lo que está claro es que el Frente de Todos tomó una posición de negativa permanente a cualquier planteo que hace el ejecutivo. No hay una visión similar de los problemas de los marplatenses. Nunca vino nadie a decirme: ‘esto es superador’. Incluso hubo cuestiones que se trabajaron junto con Acción Marplatense y enseguida dicen que es porque hay un acuerdo político. Y no, a los polideportivos es bueno terminarlos. Cuando tengamos la oportunidad de inaugurar el del Centenario, obviamente voy a invitar al ex intendente Pulti. Es natural y de sentido común: una buena medida que se empezó en un gobierno y se terminó en otro. Entonces, vamos juntos.
Nunca vi que dijeran, ‘esto es bueno’. Me parece que eso habla de egoísmo y tenemos que salir de ese lugar. Y para eso, uno tiene que tener humildad y reconocer cuándo algo es bueno, más allá de quién lo plantee.

Exploración petrolera: “No estoy en contra, pido información”

Guillermo Montenegro volvió a referirse al proyecto de exploración petrolera en la costa bonaerense que actualmente se encuentra paralizado por una medida cautelar. “No estoy en contra, lo que pido es información”, remarcó.

El intendente fue el primero en pedir ante la Justicia que se detenga el proyecto de exploración petrolera impulsado por el Gobierno nacional.

“El punto es ver si afecta o no a la ciudad. Se necesitaba información y esa información todavía no la tenemos. La Justicia lo pidió. ¿Cómo se va a hacer? ¿Cómo va afectar? ¿Si afecta, va a haber una mitigación? ¿Hay riesgos?
Todas estas preguntas salieron después del 30 de diciembre cuando naturalmente estas cuestiones se trabajan antes con la opinión pública”, afirmó el intendente.

Asimismo, cuestionó el modo en que se comunicó la iniciativa ya que “la medida salió un 30 de diciembre a la tarde cuando no se había hablado en los meses anteriores”.

“¿Por qué no se explicó mejor? ¿Alcanza hoy con la información? Lo va a tener que definir la Justicia. Después del 30 de diciembre, todos empezaron a explicar. No estoy en contra de una industria, estoy en contra de no tener la información para que los vecinos estén tranquilos”; puntualizó.

– Pero si se garantiza que el riesgo es bajo, ¿lo ve como una posibilidad de desarrollo para la ciudad?

– No vi ningún estudio. Ni de un lado ni del otro, es como lo dije en su momento: esto puede endurecer más la posición o no. No tengo información. No tiene que ver con una posición política o ideológica, sino con cómo lo afecta al vecino de la ciudad. Y mi opinión no es vinculante, pero tengo que tomar una posición en defensa de los vecinos.