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Deportes 20 de abril de 2022

“Si se juega de esta manera, es porque los clubes están de acuerdo”

Marcelo Richotti no avala el sistema actual de disputa de la Liga Nacional de Básquetbol, pero sostiene que lo hicieron legítimo los votos de los dirigentes.

Mostrar una cosa para después ejecutar otra. El oficio del base explicado por Marcelo Richotti en la práctica.

Por Marcelo Solari

 

 
Idolo indiscutido de Peñarol, capitán de aquel recordado campeón de la Liga Nacional de Básquetbol 1993/94, Marcelo Lorenzo Richotti ha sido siempre un referente por la zona de Garay y Santiago del Estero, y muy respetado en toda Mar del Plata.

Como integrante del staff de entrenadores del Campus de Bases conducido por Oscar “Huevo” Sánchez, Richotti retornó a esta ciudad y entre prácticas y un reconocimiento de hinchas del “milrayitas” en la plaza Roca, donde el base aparece en un enorme mural junto a Diego Maradona, dialogó con LA CAPITAL. Su actualidad como funcionario, la Liga Nacional, la Generación Dorada y otros temas en una charla muy interesante.

-¿Cómo es la vida actual de Marcelo Richotti?
-Estoy trabajando como funcionario público en una agencia mixta, un ente que se llama Chubut Deportes, una sociedad de economía mixta, con capitales del Estado y capitales privados, como la agencia Córdoba Deportes. Estoy ocupando el rol de gerente deportivo y, a su vez, estoy despuntando el vicio de entrenador en el club Guillermo Brown, en Puerto Madryn. Dirijo los U17 y la primera local. Recién terminamos de jugar una subzona de la Zona Patagónica de la Liga Federal, en donde no pudimos pasar a la siguiente instancia. De todas manera no era el objetivo principal del club. La idea era competir y darle la posibilidad y el incentivo de poder jugar en un nivel superior a una camada de juveniles muy buena.

-¿Extrañás dirigir en la Liga o en este contexto actual no demasiado?
-La verdad, no lo extraño. Mentiría si dijera que no sigo la Liga o que no me interesa. Pero en realidad, me cuesta mucho seguirla a causa del formato de disputa. Yo no estoy de acuerdo para nada con jugar de esta manera. El país y la gente está acostumbrada a otras cosas. Prefiero el formato viejo. Tal vez sea un antiguo, pero me parece que viernes y domingos era mucho mejor para todos y con algún partido televisado entre semana. Como era antes. Mucho más ordenado. Le da más regularidad y la gente siempre sabe cuándo, dónde y contra quién juega su equipo. Hoy cuesta mucho seguirla. Sumado a que las plataformas que pasan los partidos, a veces se ven, a veces no se ven. Es complicado. Al menos desde afuera, como es mi caso ahora, aunque sea un “NyC” (nacido y criado en la Liga Nacional). Imagino que a otras personas les debe costar bastante más.

Foto Basquetplus

Foto Basquetplus

-No siempre los cambios son para bien. ¿En este caso han sido para mal?
-Yo estuve dentro de la competencia y había muchísimos problemas para viajar. Mucha logística y quizás el sistema, el país o los clubes no están preparados para eso. Hoy, la dirigencia actual decidió de esa manera. Teóricamente es una Asociación de Clubes, en la cual los clubes deberían poder opinar. Y si se juega de esta manera, es porque los clubes están de acuerdo. Entonces, lo que opinemos los que estamos afuera, es algo que no tiene demasiada fuerza.

-Hablabas de que la gente está acostumbrada a un sistema que hace bastante tiempo que no se utiliza. Pero igual se sigue extrañando aquella forma…
-Seguramente hay gente que la extraña, la que lo vivió, nosotros. Y debe haber un público nuevo, que se adaptó a este formato y tal vez no sabe o no conoce cómo era antes. Entiendo que hay que aggiornarse, buscar modelos que permitan un mejor marketing, mayor difusión, un montón de cosas, pero, y esto corre exclusivamente por mi cuenta, a mí no me seduce demasiado esta forma.

-¿Qué otras cosas, además del sistema de disputa, te parece que habría que cambiar para que la Liga recupere el prestigio que supo tener?
-No sé, es difícil. Me tendría que poner en el lugar de dirigente y no me sale. Ni me interesa tampoco. Me gusta disfrutar del básquet y de la Liga desde otro lugar. Insisto, acostumbrar a la gente a este formato es dificilísimo. ¿Por qué el fútbol se juega mayoritariamente los domingos? No es por un capricho. Es porque la gente va los domingos. O el fin de semana. La gente labura toda la semana y los fines de semana tiene más tiempo, se organiza de otra manera. No da el bolsillo para ir a ver dos o tres partidos por semana. Yo buscaría la posibilidad de sostener las plataformas, porque es lo que hoy vivimos. Todos consumimos redes sociales, vemos YouTube, streaming en vivo desde cualquier lugar del mundo. Las plataformas digitales pueden continuar, pero el formato de competencia, a mí particularmente no me gusta.

Marcelo Richotti se convirtió en los primeros minutos de este miércoles en el nuevo entrenador de Peñarol. El regreso de un ídolo de los hinchas.

-Estamos de acuerdo en que las transmisiones por streaming marcan una evolución. Pero, al mismo tiempo, no atentan contra la concurrencia del público a la cancha?
-En cierto grado, sí. Yo no sé si es factible o no técnicamente, pero intentaría que el partido que se transmite no se pueda ver en la ciudad donde se juega ese partido. De esa manera, tendría que ir a la cancha para poder ver a su equipo. No sé si puede ser una alternativa viable.

-Jugaste en el primer Peñarol campeón, tuviste una amplia trayectoria como jugador en el club, después te tocó dirigirlo. Desde afuera viste cómo casi pierde la categoría, después llegó al mejor momento de su historia y luego volvió a caer. ¿Cómo vivís esta reaparición del “milrayitas” en los primeros lugares?
-Me parece maravilloso. Es hermoso poder disfrutar desde afuera el presente deportivo del club. Sobre todo porque dentro de ese plantel hay chicos que ya están consolidados, como Joaquín Valinotti, Tomás Monacchi, Nicolás Franco, Lucas Gorosterrazú. Solo falta Juani Marcos para completar los cinco o seis chicos que empezaron a tener minutos cuando yo dirigí por última vez en Peñarol, en 2016/17. Verlos hoy siendo protagonistas de esa manera, me causa una gran satisfacción. Hace mucho tiempo que vienen trabajando, junto con el “Negro” (Osvaldo) Echevarría, entrenando desde la mañana, en triple turno. Un gran esfuerzo que quizás no todo el mundo sepa. Me pone muy feliz por ellos y obviamente por el club.

-Es un mérito muy grande, aún con las dificultades que esto supone, como en el caso de Peñarol y algunos otros clubes, mantenerse durante tanto tiempo sin el aporte estatal que reciben otros equipos?
-Sin dudas. Lo cierto es que la provincia de Buenos Aires es tan amplia en cantidad de clubes y de instituciones que hacen deporte, que debe ser muy difícil poder aportarle a todos. En otras provincias, por ahí son uno o dos equipos, como Quimsa y Ciclista Olímpico, en Santiago del Estero, y es más puntual direccionar los recursos. En la provincia de Buenos Aires es muy complicado. Lo he vivido porque soy bonaerense. Creo que Peñarol apostó a una idea, a formar chicos, a reclutar, y esos chicos hoy le están dando el buen presente que tiene hoy. Eso es bueno. Señal de que hubo una planificación. Se trabajó para que estos chicos pudieran llegar a jugar Liga Nacional. Y la gente lo avala. Por lo tanto, creo que los procesos no hay que interrumpirlos. Si son buenos, hay que sostenerlos en el tiempo.

-¿Cuándo y dónde están los mejores recuerdos que guardás de tu época de jugador?
-Son muchos, aunque no fueron tantos los clubes. En mis 16 temporadas como jugador estuve en Pacífico, Independiente de Neuquén, Estudiantes de Bahía Blanca, Peñarol y Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia. En todos tuve momentos muy lindos. Con un humilde club de barrio como Pacífico jugamos tres semifinales de Liga, fue maravilloso. Aún hoy mucha gente lo recuerda y ya pasaron casi 40 años. Obviamente que sin lugar a dudas, el “top” es el campeonato con Peñarol. En Gimnasia también tuvimos momentos muy buenos. En cada equipo siempre tenés que convivir con los festejos y los sinsabores. Pero creo que a lo largo de mi carrera, fueron más las buenas que las malas. Pude jugar dos Mundiales con la camiseta de la Selección, uno como junior y otro como mayor. Todas esas cosas que jerarquizaron mi carrera como deportista, son momentos que quedan marcados a fuego.

Richotti hizo con buen suceso un programa radial en Madryn. Pero no le sacó un peso. Se reconoce como un muy mal vendedor.

-La Liga Nacional tiene casi cuarenta años de historia. ¿En los últimos tiempos ha retrocedido?
-No sé si retrocedió. Sí estoy seguro de que no avanzó en la medida que tendría que haber avanzado. Tuvimos y tenemos jugadores y una Generación Dorada que no solamente ha tenido una enorme capacidad deportiva, sino que ha tenido una formación intelectual en Ligas mil veces mejores que la nuestra. Y no los hemos aprovechado. Hoy da la sensación de que molesta que los integrantes de la Generación Dorada opinen sobre la realidad de nuestro básquetbol. En vez de capitalizarlos, se los enfrenta. Me parece que es un gran error. Tenemos jugadores que han formado parte de las mejores Ligas de Europa, de la Euroliga, de la NBA. Vamos a aprovecharlos. Los tenemos acá. El “Chapu” (Andrés Nocioni) vive en La Pampa, no vive en Miami. “Manu” (Emanuel Ginóbili) viene todos los años. (Luis) Scola, lo mismo. Tiene a su familia acá. “Pepe” Sánchez está en Bahía Blanca, el “Colo” Wolkowyski viene seguido. Leo Gutiérrez dirige en la Liga. A mí me parece que no se los respeta de la manera que se los tiene que respetar.

-Entonces, si de un lado estaba la Generación Dorada y del otro, Fabián Borro y compañía, ¿los dirigentes de los clubes y asociaciones del básquetbol argentino son tan responsables como la actual conducción?
-Y, es política. Cuando la política va por encima del deporte, es complicado luchar contra eso. Como los jugadores y los entrenadores no votan, votan los dirigentes. Para poder votar, hay que ser dirigente. Es la única forma.