por Sebastián Plaza

BALCARCE (Corresponsal).- Los opositores al gobierno de Hortensio Miguens no tenían lugar en Balcarce entre 1930 y 1943. Algunos de ellos fueron víctimas de descargas eléctricas en la comisaría, otros eran amenazados revólver en mano y no faltaron las persecuciones y amenazas a los integrantes de sus familias.

Siempre en Balcarce estuvo en el “boca a boca” las atrocidades ejercidas por el Partido Conservador y más precisamente por su caudillo, Don Hortensio Miguens. Pero en su alrededor se encontraban algunas familias aristocráticas que aún hoy conservan su apellido de clase y por eso se hacía muy difícil romper ese velo y dejar ver esa realidad. Al punto tal que quien colaboraba con el fraude electoral era un tal Juan Manuel Fangio, quien por su habilidad conductiva se encargaba de ir al campo y volver rápidamente con las libretas de enrolamiento de la época. Si, como se lee, directamente se traía el documento de identidad que era más fácil y ágil que traer a la gente y controlarla que pusiera la boleta del Partido Conservador.

Sin embargo, Adalberto Amaury Rodríguez (abogado y funcionario judicial) le puso luz a la oscuridad de los años ’30 con su libro “Balcarce en la década de 1930. Hortensio Miguens y el Partido Conservador”.

Hasta aquí había publicado trabajos en editoriales como El Derecho, Abeledo Perrot, La Ley y Astrea, editorial que editó su libro actualizado sobre Justicia de Paz Letrada.

Rodríguez es un apasionado por el derecho pero también lo era por su abuela, una ama de casa que le contaba historias como la década infame o la revolución francesa.

Ahí surgió la necesidad del letrado por conocer la historia más escondida de la ciudad y sobre la cual solo existía un escrito de alguien que en su momento se fue a vivir a Dolores.

“Lo cierto es que el caudillo Hortensio Miguens es quien actúa con preponderancia y absorbe a los demás dirigentes, por lo que en torno suyo se tejen y destejen los destinos políticos de la ciudad. Este es, finalmente, un libro de historia política de Balcarce durante el período 1930-1943″, expresó el escritor que le dedicó el libro a su abuela en diálogo con LA CAPITAL.

En la obra prioriza las trayectorias individuales por sobre el análisis de partidos e instituciones. Desde el año 2000 entrevistó a conservadores, radicales y socialistas que fueron partícipes de la década infame”.

Rodríguez comparó a Miguens con un hombre fuerte del conservadurismo bonaerense, Alberto Barceló (ex intendente de Avellaneda) respecto al poder que tenía. “El problema fue que se centralizó en la figura de Miguens y el poder absoluto es malo. Hacia 1932 comienza a perseguir a los adversarios políticos como comunistas, anarquistas, socialistas y radicales. No solo era en el momento de las elecciones donde, estaba claro, había fraude sino también en el día a día. Fue hasta tal punto que hay militantes socialistas que fueron picaneados en los genitales en la comisaría local”, argumentó.