Los efectos que produjo el incremento de los precios internacionales de los cereales, consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, volvieron a generar tensión entre el Gobierno nacional y los productores agropecuarios.

El aumento de dos puntos de retenciones para subproductos de la soja puso al sector en alerta. Esta última medida tiene como objetivo financiar un Fondo Estabilizador del Trigo Argentino que permita evitar un brusco aumento de precios en el mercado interno.

En Mar del Plata y la zona, los productores agropecuarios expresaron preocupación por la situación, al tiempo que pidieron “reglas de juego claras”. Además, adelantaron que se evalúan medidas de protesta.

El presidente de la Sociedad Rural de Mar del Plata, Esteban Area, afirmó que entre los productores hay “una preocupación muy grande porque son medidas que se van tomando más que nada como parches de los parches y esta situación hace que el productor tenga inestabilidad”.

Mientras se espera la cosecha “gruesa” de soja y de maíz y, luego, la siembra de cultivos como trigo o cebada, Area marcó que se van “modificando permanentemente las reglas del juego”. “Uno cuando siembra va planificando y esto genera mucha incertidumbre”, apuntó.

Si bien rechazó el último aumento a las retenciones al aceite y a la harina de soja, el presidente de la Sociedad Rural se mostró más preocupado porque haya “reglas de juego claras”.

“Tenemos el tema de las declaraciones juradas de exportaciones y, a veces, cierran un registro y la mercadería no puede exportarse. Por ende, los precios caen fuerte. Eso es un problema que estamos teniendo cuando hay toda esta intervención en los mercados”, se explayó.

Por otra parte, puntualizó en las diferencias cambiarias al considerar que hay “un desfasaje muy grande, ya que los insumos están prácticamente a dólar Mev o Blue y la producción se está comercializando al oficial, que es un 50% menos”.

“Eso crea en el productor más incertidumbre, así como disminuye la inversión y la aplicación de tecnología en la actividad”, completó.

Respecto a la posibilidad de que el último aumento en las retenciones se extienda a otros cultivos, Area afirmó que “con este gobierno no se sabe”. “A medida que van necesitando dinero, han ido aplicando nuevas retenciones. Las entidades del campo siempre hemos luchado para disminuir o eliminar las retenciones y eso sigue siendo una premisa”, resaltó.

Entre los productores agropecuarios de Balcarce, el panorama es similar. Así lo expresó Gerardo Mutti, presidente de la Sociedad Rural, quien afirmó que
el sector está “muy preocupado y con bastante bronca, más allá de que no es sorpresivo”. Y acerca de los pasos a seguir, adelantó que “se están discutiendo las medidas pero algunas acciones van a surgir”.

“Las retenciones son una forma de sacarle los recursos a los productores. Lo manejan arbitrariamente. Se han producido aumentos en los valores, pero no es problema nuestro. Ellos (por el Gobierno) son socios en las ganancias pero nunca en las pérdidas”, argumentó.

De cara a las eventuales modalidades de protesta, Mucci opinó que el objetivo tiene que ser lograr “intervenir en las decisiones políticas, algo que es difícil”. Además, contó que se planea “una movida muy grande para ir en abril a Buenos Aires”, aunque admitió que preferiría “no volver a la ruta”.

“Más propuestas que protestas”

Con un perfil más moderado, se expresó el productor de Miramar Mario Raiteri, quien aseguró que “tenemos que ser cuidadosos” y llamó al sector a impulsar “más propuestas que protestas”.
“La cuestión es tratar de explicarle a la administración nacional y provincial que las economías regionales, ante esta situación de guerra, se están viendo afectadas porque sus costos se han aumentado. Son costos en dólares y venden en pesos en un mercado interno donde los salarios cada vez rinden menos”, explicó el dirigente de Coninagro.

En referencia a las medidas que se pueden llegar a tomar ante la suba de las retenciones, el productor de Miramar admitió que se están “discutiendo” entre las cuatro entidades del sector, aunque consideró que deben ser prudentes.

“Esto se ha hecho en el anterior gobierno y nosotros no estábamos con este humor. Este humor es producto de la pandemia, de los efectos de la guerra y de la condición climática, que si bien es un riesgo de nuestra actividad, la sequía nos ha generado un prejuicio”, opinó.

En el mismo sentido, consideró que el sector debe impulsar “más propuestas que protestas”. “Con las protestas no logramos mucho. Es cierto que hemos acercado propuestas y no han sido recibidas, pero hoy hay una situación distinta en el Congreso”, completó.

La medida

Tras la última decisión del Gobierno nacional, la harina como el aceite de soja, los dos principales productos de exportación del complejo sojero argentino, pasarán a tributar dos puntos más hasta alcanzar el 33%, equiparándose con la alícuota que paga el poroto.

Según destacó el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, la quita de este diferencial no afectará al productor ya que el 33% que pasará a pagar la exportación “ya las empresas las descontaban al productor. La captación de este beneficio y promoción de este decreto es solo para las empresas que exportan estos subproductos”.