La escasez de lluvia y las altas temperaturas del mes de enero tuvieron un impacto negativo en la cosecha “gruesa” (maíz, soja) que por estos días está en su tramo final. No obstante, en los campos de Mar del Plata y la zona, el panorama es mejor de lo que se preveía hace unos meses, en plena sequía.

Las lluvias, aunque llegaron tarde, mejoraron los rendimientos del cultivo y actualmente se están produciendo buenos rindes en el maíz mientras que en los próximos días se comenzará a cosechar la soja.

“Hay lugares donde las lluvias se han dado de forma casi normal y otros donde han sido escasas y en esos lugares van a ser bajos los rindes”, evaluó el presidente de la Sociedad Rural de Mar del Plata, Esteban Area.

Los cultivos fueron afectados en la primera quincena de enero principalmente, por la alta temperatura que ha perjudicado fuertemente la floración y el cultivo en general.
“Estas situaciones se van a ver bien en la cosecha, pero las expectativas en general han ido disminuyendo”, apuntó Area.

En la misma línea se expresaron en la Sociedad Rural de Balcarce donde su presidente, Gerardo Mutti, consideró que la lluvia “llegó tarde pero hay muchos cultivos que están zafando”.

En tanto, el dirigente agropecuario de Miramar, Mario Raiteri, afirmó que las lluvias son “necesarias pero caen sólo a tiempo para la soja intermedia o tardía y para los verdeos y pasturas”.

Mientras tanto, los productores ya planean la siembra “fina” de trigo y cebada que se realizará en mayo.

Heladas tempranas

Las heladas tempranas que se produjeron en los últimos días comprometieron la situación de los cultivos de verano en plena cosecha con potenciales efectos adversos en sus rendimiento, advirtió la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

De esta manera, la soja y el maíz, cuyos rindes promedios obtenidos a la fecha ya vienen mostrando mermas respecto al año pasado, producto de la sequía que se dio en la presente campaña, podrían sufrir más daños por las bajas temperaturas y heladas que se dieron en estos días.

Los trabajos de recolección de soja avanzaron sobre lotes tempranos en los núcleos agrícolas, donde ya se restrilló el 4,4% de la superficie sembrada, con rendimientos variables de entre 10 y 55 quintales por hectárea (qq/ha) en el caso del núcleo norte, como “consecuencia de la limitada y heterogénea distribución de las precipitaciones a lo largo de gran parte del ciclo del cultivo”.

El núcleo sur, por su parte, reflejó rendimientos más estables, aunque por debajo del promedio de los últimos cinco años.

Al mismo tiempo, el 19,1% de los cuadros de soja de segunda se encontraban en pleno llenado de grano (R6) con 4,8 millones de hectáreas reportando una condición de cultivo buena a normal.
Sin embargo, “heladas registradas a lo largo de los diez días previos podrían generar mermas adicionales a las esperadas, siendo el sudeste de Buenos Aires la región más afectada”, dijo la BCBA.

Respecto al cultivo de maíz, continuaron los trabajos de recolección durante la semana y ya se cosechó el 14,7% del área apta, con un rinde medio nacional de 60 qq/ha, lo que permitió acumular un volumen parcial de 6,2 millones de toneladas.

La proyección al cierre de campaña se mantuvo en 49 millones de toneladas, aunque heladas registradas durante los días previos “generan riesgo de pérdida de rinde y área cosechable en cuadros correspondientes a siembras tardías que aún no han finalizado su ciclo”, indicó la entidad.

Finalmente, la recolección de girasol se aproxima a su tramo final, con un avance de cosecha del 88,5% del área apta, entregando un rinde medio de 20,8 qq/ha y permitiendo acumular un volumen parcial próximo a 3 millones de toneladas.