El Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Mar del Plata nació a partir de la necesidad de reunir a los ex soldados conscriptos que habían participado en las acciones bélicas del Atlántico Sur, aquellos que “desprotegidos” por el Estado Nacional y con la “gran necesidad” de atender sus dolencias, impulsaron un espacio que los contuviera, los uniera y los representara.

Un grupo de padres de hijos que habían caído en combate, entre ellos José Gurrieri -presidente honorífico del Centro de Ex Soldados- y otros impulsaron la idea de nuclearse para buscar entre todos las distintas soluciones que cubrieran sus necesidades, hasta entonces desatendidas luego de la Guerra.

Tras un largo recorrido, el 9 de septiembre de 1984 se creó formalmente el Centro, con el objetivo de “responder a todas las necesidades” de los ex combatientes que regresaron de la Guerra, y también “mantener viva la llama de la gesta de Malvinas”.

Los principios Orientadores de la actividad del Centro, se encuentran expresados en el Artículo 1º del Estatuto, el cual dicta:

a) Honrar permanentemente la memoria de los Caídos en las acciones bélicas del Atlántico Sur.

b) Desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre los ex soldados combatientes durante el conflicto bélico del Atlántico sur, quienes gozaran de todos los beneficios sociales posibles. Impulsar el mejoramiento intelectual y cultural de los mismos.

c) Formar un grupo, respetuoso y pronto a colaborar ante cualquier emergencia que la ciudad o el país lo requiera.
d) Defender los derechos soberanos en el Atlántico Sur de todo dominio colonialista e imperialista.

e) Promover el mejoramiento en la recuperación física, psíquica y social de los ex soldados combatientes.

f) Defender permanentemente los derechos humanos y el estado democrático.

g) Mantener vigente la idea malvinizadora en el pueblo.

h) Colaborar en el esclarecimiento total de los derechos y responsabilidades en el conflicto bélico del Atlántico Sur.

i) Conducir a la unidad nacional de los ex combatientes.

j) Reclamar y colaborar en la confección y cumplimiento de una ley nacional de protección al ex combatiente.

k) Bregar por la paz y el desarme Mundial.

Todo comenzó en el año 1984, cuando un grupo de padres incitaron a los ex combatientes a empezar a reunirse. Fruto del diálogo y el encuentro, comenzaron a conocer un poco más a fondo la realidad de cada uno, dado que algunos no se conocían entre sí.

“Nos empezamos a reunir en el local de automotores de la avenida Colón, que gentilmente puso a nuestra disposición todo para que surgiera de aquí en más la primera Comisión Constitutiva provisoria de la entidad, que daría sus primeros pasos con el fin de comunicarnos entre nosotros mismos y de identificarnos ente la sociedad, que estaba pasando unos de los peores momentos”, recordaron.

Dos años después de la Guerra, recién fundada la primer comisión provisoria y desamparados por el Estado nacional, los ex combatientes de Malvinas empezaron a encontrarse con los problemas que en forma inmediata generó ser veteranos de guerra, como buscar un puesto de trabajo.

Por aquellos años, muchos de los jóvenes que habían sido enviados a Malvinas fueron llamados “Los loquitos de la Guerra”. A la gran mayoría de ellos se les cerraron las posibilidades de conseguir trabajo, tanto en empresas públicas como privadas. “Estábamos marginados, teníamos un camino muy largo por delante”, indicaron.

Casi de inmediato, el Centro de ex Soldados combatientes en Malvinas (C.E.S.C.) comenzó a trabajar en este sentido, en busca de revertir aquella realidad.

Al respecto, expresaron: “Queríamos empezar a lograr el espacio que era nuestro y se nos había quitado, el trabajo en conjunto con nuestros compañeros de la ciudad y del interior empezó a verse. Con la comunicación con los medios, tanto radiales como televisivos, las notas en los diarios, las reuniones que se fueron generando tanto en el plano municipal como Nacional, empezamos a mantener una sola y única identidad”.

Sin embargo, las distancias todavía se notaban en el plano de las Fuerzas Armadas, que mantenían “una postura totalmente austera, sin acercamiento hacia nosotros; respondían a una sola voz y no era precisamente la que queríamos escuchar aquellos que fuimos obligados y sin experiencia alguna sobre el manejo de un arma de fuego”.

Así, muchas comisiones y una infinidad de compañeros han llevado a la entidad, a través de los años, a ser “totalmente reconocida, en la ciudad y en el país, funcionando con responsabilidad y logrando un funcionamiento ágil y transparente”, remarcaron las autoridades del Centro, espacio que mantiene abiertas sus puertas a toda la comunidad.

El logo

El logo del Centro de Ex combatientes lleva el casco de guerra y la paloma de la paz. El 2 de noviembre de 1984, a través de un concurso en el que se presentaron más de diez trabajos, fue elegido el logotipo que representa al Centro de Ex Soldados Combatientes en Malvinas de Mar del Plata.

La selección estuvo a cargo de personas idóneas en el tema, que decidieron que el mejor trabajo era el perteneciente a la Señora Susana Mattano.

El logotipo elegido simboliza, a través del casco, a los ex Soldados combatientes en Malvinas, el que se funde en una paloma, símbolo universal de la paz.