La fiscal María Isabel Sánchez investigará el estremecedor caso de Lucía Pérez, la joven de 16 años violada y asesinada en Playa Serena, como un femicidio y sospecha que, además de los dos detenidos, habrían sido más los autores del aberrante hecho.

Es que la carátula de la causa que aún rige es “abuso sexual seguido de muerte” y “homicidio criminis causa”. Sin embargo, se trata de una calificación provisoria y, en efecto, la pena en expectativa para los delitos mencionados no varía. Es la misma: prisión perpetua.

En ese marco, por el hecho hasta ahora siguen alojados en la Alcaidía Penitenciaria de Batán Matías Farías (23) y Juan Offidani (41), cuya familia es propietaria de una escribanía muy reconocida de la ciudad.

Ayer, con la trascendencia de carácter nacional que tomó el caso y la conmoción que provocó, diversos organismos hicieron público el pedido para que se investigara el caso como femicidio. Por ejemplo, la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires difundió un documento público en el que fundamentan la solicitud.

“Cada nuevo hecho de violencia, cada nuevo femicidio exige no solo la responsabilidad activa del Estado para investigar y sancionar judicialmente los delitos cometidos, sino también la obligación de generar políticas públicas dirigidas a revertir los procesos estructurales de discriminación y violencia que sufren las mujeres”, señaló el secretario general a cargo del organismo, Marcelo Honores.

Con Garavano

En ese mismo contexto, la familia de la víctima se reunió con la fiscal Sánchez, a quien volvieron a pedirle que los detenidos “no salgan nunca más de la cárcel”, y con el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano.

El funcionario, por su parte, se comprometió a “brindar todo el apoyo y colaborar para que se resuelva el caso lo más rápido posible”.

“Fue una reunión muy triste. Estuvimos conversando sobre la ayuda que podemos dar tanto desde el Ministerio de Justicia de la Nación como del de la provincia de Buenos Aires”, explicó Garavano luego de la reunión que se llevó a cabo tras su ponencia en el Coloquio de IDEA.

Hasta allí se dirigieron Guillermo Pérez y Marta Montero, los padres de Lucía, a quienes el ministro recibió durante media hora en una oficina de un hotel.

“Ellos están bastante conformes con la actuación de la Policía y de la fiscal (María Isabel Sánchez) que aparentemente está llevando muy bien la causa. Así que estamos monitoreando eso”, indicó Garavano y contó que se comunicó con el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, quien a través del Colegio de Abogados de Mar del Plata pondrá un letrado a disposición de la familia de la víctima.

Garavano señaló que esperan que “se pueda culminar con todos los partícipes del caso detenidos y que se resuelva lo antes posible” al tiempo que reveló que durante la reunión charló con los padres de Lucía sobre el problema del narcotráfico.

Por su parte, el padre de Lucía dijo al finalizar la reunión: “El ministro dijo que nos va a ayudar. Nos ofreció un abogado, nos atendió muy bien, de la manera que un funcionario tiene que apoyar al pueblo”.

A su lado, la madre de la víctima afirmó que está “más tranquila” y que le pidieron al ministro “que los dos detenidos (por el caso) no salgan”. En tanto, Matías Pérez, hermano de Lucía, confirmó que el sábado 15 habrá una marcha para pedir justicia en Playa Serena.

Peritajes y declaración

Según pudo averiguar LA CAPITAL, la semana que viene la fiscal Sánchez contará con los resultados de los primeros peritajes toxicológicos. Una vez que cuente con esas pruebas, la investigadora podrá solicitar el cotejo de material genético, diligencia que será clave para establecer la identidad y el número de personas que violaron y mataron a Lucía.

Al parecer, el personal policial que allanó la casa donde Farías residía desde hacía solo 15 días tras la separación de su mujer y su pequeño hijo. La casa de Racedo al 4800 pertenece en realidad a una mujer que subalquiló un departamento independiente en la vivienda subdividida de una mujer.

Allí la policía halló restos de piel, saliva y manchas hemáticas en el colchón, en las sábanas y en las frazadas de la cama donde habría estado acostada la víctima.

Ahora, los peritajes toxicológicos permitirán determinar cuáles de esas pruebas pueden ser cotejadas en el laboratorio químico de la Asesoría Pericial de La Plata, con el material genético de Pérez, de Farías y de Offidani.

De esa forma, Sánchez podrá conocer la responsabilidad concreta de cada uno de los imputados en el hecho, y si efectivamente participaron más personas.

Ayer, la fiscal volvió a remarcar la brutalidad del caso. “Es terrible. Hace cuatro días que sucedió este hecho y no duermo normalmente. Sé que no es muy profesional decirlo pero soy mamá, mujer y he visto mil cosas durante mi carrera pero nunca nada igual”, expresó.

Con respecto a la situación judicial de los imputados, la investigadora explicó que ninguno tiene antecedentes penales registrados. En el caso de Matías Farías, sí pudo saberse que fue acusado por tenencia de arma de fuego cuando era menor, aunque esa causa quedó irresuelta.

Por último, la fiscal María Isabel Sánchez confirmó que Belén, la compañera de escuela de Lucía que le presentó a Matías Farías para que le vendiera marihuana, declaró en sede judicial acompañada de su padre y en visible estado de conmoción. En ese marco, dijo que conoció a Farías hace poco tiempo, cuando se presentó en el negocio que ella atiende en el barrio Alfar fuera del horario escolar.

Luego de mantener charlas en el comercio, intercambiaron los números de sus teléfonos celulares y entablaron una relación amistosa. Fue entonces cuando Farías -según declaró la joven- le confesó que hacía siete años que vendía porros y pidió que le presentara amigas que le compraran droga.

Es por eso que, en diálogo con LA CAPITAL, Guillermo Pérez y su esposa Marta habían señalado a la menor como “entregadora” de su hija. Sin embargo, Belén explicó ante la fiscal que fue Lucía la que le pidió a ella contactarse con Farías “para comprarle un porro”, el viernes pasado.

Lo cierto es que, para Sánchez, la joven no tuvo ningún tipo de participación en el hecho. Es más, la investigadora, que la notó consternada por lo ocurrido, considera que podría haber sido una víctima más en el caso.

De todas formas, en los próximos días peritarán su teléfono, así como también el de Farías, para analizar las conversaciones que mantuvieron en los días previos al hecho.

El caso

El caso se inició el viernes en la escuela Media N°3 de Juan B. Justo al 600, establecimiento escolar al que concurría Lucía. Allí la joven se habría acercado hasta la camioneta Fiat Strada Adventure de Offidani, que estaba junto a Farías, para “comprar un porro”.

El sábado, poco antes del mediodía, la adolescente salió de su casa de calle Nápoles al 2900 y recorrió una larga distancia hasta la vivienda de Farías, en Racedo al 4800. Lo cierto es que dentro de esa casa sucedió todo y concluyó cuando a las 15 aproximadamente decidieron el traslado del cuerpo ya sin vida de Lucía a la sala de salud de Playa Serena.

En un principio, se inició una causa caratulada como “averiguación causales de muerte”, y los sospechosos eran sólo testigos. Sin embargo, la autopsia reveló que el cuerpo de Lucía presentaba signos de inusitada violencia sexual. La fiscal Sánchez, en la conferencia de prensa que daría días después, habló de “empalamiento”.

Por ese motivo, decidió ordenar la detención de Farías y Offidani, que se produjo el domingo. Al ser apresados, los imputados tenían medio kilo de estupefacientes en su camioneta. Por ese delito, todavía no se formó una causa, aunque la Justicia lo haría en las próximas horas.