“La comedia es peligrosa”, obra del Teatro Nacional Cervantes que es la puesta principal de esta temporada en el teatro Auditorium (Av. Patricio Peralta Ramos 2280), tuvo un reconocimiento especial en el marco de los premios Estrella de Mar.

El subdirector del Cervantes, Jorge Dubatti, estuvo en Mar del Plata para recibir el galardón junto al director del Auditorium, Marcelo Marán. Dubatti no solo destacó la posibilidad de trabajar en conjunto entre el organismo nacional y el complejo bonaerense, sino “la idea de federalización” del espacio y, además, el reencuentro de la gente con el teatro tras la pandemia.

“El teatro volvió recargado, la gente lo está valorando mucho más”, definió el crítico e historiador teatral en una charla con LA CAPITAL.

“Para nosotros, es muy importante la posibilidad de traer este espectáculo tan hermoso con la ayuda de la provincia de Buenos Aires. Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo y la provincia también, así que yo lo primero que destacaría es ese trabajo para poder tener la comedia en el Teatro Auditorium con precios muy populares”, destacó Dubatti.

Esta pieza teatral es una mezcla de historia y de fantasía que cuenta con una trama de suspenso y vodevil que ocurre en la capital del Virreinato del Río de la Plata en 1783, cuando unos cómicos de la legua pretenden construir un teatro estable y, para ello, deben enfrentarse al poder de los cabildantes y del obispo.

Con la interpretación de Horacio Acosta, Facundo Aquinos, Paola Barrientos, Julián Cabrera, Julián Cardoso, Roberto Castro, Gaby Ferrero, Andrés Granier, Milva Leonardi, Javier Lorenzo, Tincho Lups, Sergio Mayorquin, Mariano Mazzei, Iván Moschner, Pablo Palavecino y Julián Rodríguez Rona, esta comedia le rinde homenaje a nuestra historia y a nuestros artistas.

La obra de Gonzalo Demaría se encuentra bajo la dirección de Ciro Zorzoli y es una producción del Teatro Nacional Cervantes, que se encuentra celebrando sus cien años.

Una escena de la obra que combina dos hechos: el centenario del Cervantes y el nacimiento del teatro en Argentina.

Sobre “la idea de federalización”, el referente destacó que “el Teatro Nacional Cervantes es el único teatro nacional de la Argentina” y, en ese sentido, señaló que “tiene que expandirse para todo el país, para todos los territorios, ese sería en principio el sentido básico de lo nacional. Por eso, estar en Mar del Plata es cumplir esa posibilidad de federalización; no solo por el territorio, sino también por el público que está viniendo. Porque a mí me llegan comentarios de amigos de Mendoza, de San Juan, de la patagonia, gente que viene a veranear y va a ver la comedia. Es una enorme felicidad este hermanamiento entre el Cervantes y el Auditorium, que empezó hace más de cincuenta años”.

El subdirector del Cervantes también sostuvo que “queremos seguir laburando. Yo, por eso, estoy tan contento que estemos acá mano a mano con Marcelo, porque es el Nacional Cervantes y es el Auditorium trabajando en conjunto con la provincia”.

Para Marcelo Marán, es “un enorme placer el trabajo en conjunto. Recién hablábamos de esta conjunción de técnicos, administrativos, funcionarios, artistas, todos tratando de llegar al buen fin de una producción de mucho nivel e invocante. Los que han ido a verla se dan cuenta que hay un trabajo muy grande y que se logra con mucho esfuerzo y mucho amor de todos. Yo veo todo lo que costó con los técnicos poder hacer el montaje con el rigor que se exigía, tanto de luces y escenografía como de movimientos escénicos y demás”.

– En esta temporada, con el Covid-19 de por medio, se habló mucho de que el teatro se estaba muriendo, que el teatro “ya fue”. ¿Es así o, en realidad, sería una reinvención del teatro?

– Jorge Dubatti: Mirá, yo creo que volvió recargado, pero no solo el teatro sino toda la actividad. A mí me gusta llamarla convivial: el convivio en los estadios, el convivio en los templos, el convivio en los mercados, el convivio en las clases, en las escuelas y en los teatros. Yo creo que nunca más que hoy valoramos ese regreso a esa experiencia tan increíble que es la experiencia de la reunión, el territorio de cuerpo presente que no te la da la pantalla, no te la da el cine. Te la da justamente ese orden de acontecimiento único que es la experiencia de afectación en reunión y de cultura conviviente. Para que se entienda: si yo estuviera viviendo esto desde mi casa frente a mi pantallita, no sería lo mismo. Entonces, creo que vino recargado el teatro, la gente lo está valorando mucho más que lo que lo valoraba antes. Por supuesto, todavía hay miedo, hay cuidado, hay reparo, pero la emoción que se siente el volver al teatro es la misma que sentimos volviendo a la cancha o volviendo a la iglesia o volviendo a las clases universitarias. El territorio del encuentro, del convivio, la relación de persona a persona y de esa cultura convivial de la cual el teatro es parte volvió con más fuerza.

– ¿Se adapta el teatro? ¿Se tiene que reinventar?

– Marcelo Marán: Yo creo que algo de eso también hay. La historia del teatro del mundo siempre fue adaptación de búsquedas de nuevas formas, de búsquedas de nuevos lenguajes. Creo que algo de eso está pasando y también es la parte de comunicación, de relación con los públicos, con las audiencias. Más allá de lo que dice Jorge -que es verdad porque uno ve cómo la gente a pesar de la pandemia, a pesar de todas las dificultades que hubo, volvió a participar del encuentro con el artista, con el arte-, creo que sí, que hay que repensarlo. Y en Mar del Plata también me parece que la ciudad debe repensar su forma de comunicar la gran cartelera artística que tiene y nos pasó. La pandemia pasó, estuvimos encerrados y estuvimos atrás de pantallas. Y creo que todo eso quizás modificó y no puede ser que no se vea traducido en algún momento en alguna reformulación en lo teatral.