En el marco de la semana del turismo en Buenos Aires, tuve la oportunidad de escuchar al licenciado Juan Miguel Moreno Magaña, director de negocios y turismo de una importante empresa española, hablando de cómo deberíamos comportarnos para poder seducir al viajero del futuro.

Es impensado creer que tan sólo en unos pocos años siguiéramos usando los mismos métodos de hoy para poder venderle al “superhumano”.

Una simple pregunta movilizó a toda la audiencia: ¿cuántos de ustedes miraron hoy su móvil? (todos) ¿y cuántos abrieron su laptop? (solo algunos). Es una triste realidad que nuestro smartphone nos conoce mejor que nuestra propia familia. Entonces debiéramos pensar en crear y mejorar todas nuestras propuestas de venta a través de ese medio, de eso se trata la innovación turística como factor de competitividad.

El viajero del futuro es una persona muy preparada, tiene pasión por la tecnología. Ama vivir la vida y es muy versátil. Debido a su comportamiento multitasking (siempre a mano ipad, smartphone, etc.) llega lleno de información de lo que quiere y puede hacer. La hiperconectividad marca algunos de los factores importantes a ofrecer a nuestro cliente.

Al “superhumano viajero” sólo lo podremos interesar y seducir si le ofrecemos emociones. Según los últimos estudios el 93% de los viajeros elige su próximo destino por el precio del alojamiento, no porque no quieran gastar, sino porque desean invertir sus recursos en otras experiencias durante el viaje. Allí es donde nosotros debemos trabajar duramente, utilizando toda nuestra creatividad combinando los adelantos tecnológicos existentes y estando atentos a los que vendrán, que son muchos. Hiperconectividad, apps, wifi, siri, realidad aumentada, videos 360, grafeno, tecnología telepática. Resumiendo, es la imparable economía colaborativa entre nuestras empresas tradicionales y miles de plataformas electrónicas de intercambio de productos.

Como empresaria de la ciudad y apasionada marplatense, creo que hay mucho por aportar desde nuestros emprendimientos, no sólo por parte de las grandes empresas sino también de los pequeños productores que agudizamos todos nuestros sentidos desde nuestros lugares de trabajo intentando ser los mejores en lo que hacemos y teniendo muy en cuenta que detrás de cada adelanto tecnológico hay personas y que simplemente tenemos que estar abiertos a combinar producto con tecnología para llegar al viajero del futuro.

Llegué entusiasmada y con todas las intenciones de transmitir lo escuchado y a su vez con muchas ganas de implementarlo en mis propias actividades, que en definitiva forman parte también de la actividad turística de la ciudad. Eso sí, nuestros gobernantes deben darnos todas las herramientas a su alcance para poder llevar a cabo nuestras ideas que afortunadamente son muchas, y que no quede como usualmente sucede, en manos de los privados que en muchas oportunidades arriesgamos todo poniendo el corazón en nuestra amada Mar del Plata.

(*): Empresaria textil.