Finalmente, las obras de remediación del viejo basural de General Pueyrredon, continúa siendo un foco de contaminación y vector de enfermedades, comenzarán en breve. Según confirmó el presidente provisorio del Emsur, Eduardo Leitao, la obra fue adjudicada por el Ministerio de Turismo de la Nación a la empresa Tecsan -la misma que se encuentra operando el Relleno Sanitario- y los trabajos se iniciarían durante el mes de octubre, en un plazo no mayor de 15 días.

“La Municipalidad no intervino para nada. Pero sí vamos a tener que controlar el cumplimiento de la obra” reconoció el funcionario, quien recordó que frenar el foco de contaminación es un trabajo que demanda unos 100 millones de pesos.

“Se va a realizar un cerramiento con cobertura con tierra y tosca en la pila de basura, gaviones de contención en los alrededores para limitar y cerrar y la construcción de una pileta para recolección de los líquidos lixiviados y algunos venteos de gases” enumeró.

Según la opinión de Leitao, los trabajos demandarían “menos de un año”.

Además de las tareas específicas sobre la montaña de basura, el pliego de adjudicación tiene un ítem específico respecto del mejoramiento de la situación social de las personas que viven y trabajan en torno a la basura.
Específicamente se trata del destino de unas 200 familias -que en algunas épocas son más-.

Erradicar el “playón de contingencia”

Al respecto, Leitao indicó que “hemos estado reunidos con la gente de Desarrollo Social de Nación, Provincia y la Municipalidad y con las personas que vienen trabajando hace 8 años en el Observatorio Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (Girsu). Yo creo que hacer un galpón con vestuarios no es lo mejor porque sería dar más comodidades para que las personas se vayan quedando en ese lugar” indicó.

El referente entendió que “lo que tenemos que hacer es erradicar toda esa situación que es inhumana. Si está esta posibilidad de inversión, habría que pensar en ampliar la planta de separación CURA y trasladar a las personas a trabajar ahí. Considero que eso sería lo mejor”.
El funcionario destacó el trabajo del equipo Girsu y reconoció las dificultades que presenta el tema. “Es muy difícil sacar a la gente, aunque se les de algo afuera, vuelven. Por eso creo que hay que erradicar el playón de contingencia y darles posibilidad de que vayan a la planta de separación que es mucho más higiénico y mejor para la calidad de vida”.

En ese sentido, Leitao manifestó la preocupación por la calidad de los residuos “recuperables” que llegan, tanto al playón como a la planta de separación. “Cada vez hay más recuperadores en la calle y es porque lo que llega tanto a la planta como al playón de contingencia es de mala calidad y muy mezclado y no les da para ganar lo que pretenden. Entonces ellos mismos hacen la previa, salen a buscar el material, tanto en forma individual como de manera organizada, se adelantan, no esperan que lleguen los camiones”.

A eso se suma, según Leitao, que “los grandes generadores como supermercados, han organizado que gente de las cooperativas que les hacen la limpieza se queden con el material recuperable, que venden en otro circuito. Es un tema muy complejo”.

En ese punto reconoció que la colaboración de los vecinos, respetando los días de recolección diferenciada es fundamental, teniendo en cuenta que los camiones, sí o sí, tienen que “levantar” todo lo que hay. “Es una cuestión de educación, de concientización, de la que nos tenemos que ocupar aparte de lo operativo” señaló. Por ahora, las actividades de concientización se encuadran en el programa “Prevenir” que llevan a distintos colegios.

También el funcionario aseguró que la idiosincrasia local no es adecuada para la generación de puntos verdes para centralizar la recuperación. “Es imposible por una cuestión de sanidad. Para hacerlo bien, como en Buenos Aires, se requiere maquinaria millonaria, si no, los primeros que se van a oponer van a ser los vecinos”.