El obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, deseó que durante 2022 “se ponga el foco” sobre la situación que se vive en el predio de disposición final de residuos.

Los dichos de Mestre se dieron una semana después de que la mesa de diálogo por la dignidad de las periferias reclame una política “clara, explícita, sincera y eficaz de parte de quienes tienen la responsabilidad principal en la gestión, para la grave situación del predio del basural y la emergencia social de las periferias de la ciudad”.

“Hace poquito participé de una reunión del diálogo de la dignidad de las periferias, que es lo que había brotado con una mesa directamente desde el basural y ahí ellos mismos plantearon el reclamo que yo mismo como obispo avalo”, señaló Mestre durante un encuentro que mantuvo con periodistas de la ciudad.

Seguidamente, remarcó que por estas horas “se busca un diálogo y una toma de conciencia del gobierno municipal, provincial y nacional para poder dar algún tipo de respuesta de lo que acontece adentro del basural”.

“Por ahí nosotros no estamos teniendo una presencia fuerte dentro del predio, como la tuvimos en otro momento, sino que la estamos teniendo más en el entorno, como Iglesia y como mesa de diálogo, pero recibimos los ecos de lo que está pasando en el interior”, añadió.

Para el obispo la situación “evidentemente se vuelve a complicar” y “claramente no va bien” porque “hay situaciones que vuelven a quitar dignidad”.

En el documento difundido la semana pasada, la mesa de diálogo por la dignidad de las periferias “levantó la voz” por aquellos “hombres, mujeres, niños, niñas y jóvenes invisibilizados en nuestra ciudad”.

“Alzamos la voz nuevamente por aquellos miembros de nuestra ciudad que buscan subsistir y sostener a sus familias trabajando en el predio de residuos de nuestra ciudad. Un espacio que supo tener un plan para lograr una adecuada gestión de residuos y que actualmente se ha convertido en un lugar donde todos los días se vulnera la dignidad de las personas que se ven atravesadas por diversas violencias”, remarcaron.

“Instamos con esta declaración, que yo avalo y acompaño, a dar pasos sostenidos. Obviamente no vamos arreglar el problema en dos o tres semanas, pero lo tenemos que arreglar y la mesa del diálogo justamente no es para poner palos en la rueda, sino para facilitar el diálogo y espero que lo podamos lograr en el primer trimestre del 2022”, manifestó el obispo.

Situación social

Ante la pregunta de cómo llegan las familias más humildes a esta navidad, el obispo consideró que “la situación ha mejorado un poquitito en los últimos tres o cuatro meses”.

“La reactivación económica que ha habido se ha notado, pero obviamente que el trabajo en los barrios sigue siendo fuerte”, agregó.

Renglón seguido, Mestre afirmó que “la Iglesia Católica tiene un trabajo fuerte en los comités barriales de emergencia y tantas otras organizaciones sociales, políticas y religiosas buscan acompañar claramente la situación de los más necesitados”.

“Claramente no se bajan los brazos, la asistencia se sigue llevando adelante y además tenemos que seguir discutiendo de manera positiva, pacífica y pacificadora aquellas políticas de largo alcance que puedan generar el trabajo y la producción necesaria para que el pan con llegue con dignidad a la mesa de todos los argentinos”, sostuvo.

Por último, aseguró que la Iglesia mantiene un “muy buen diálogo” con los tres estamentos de gobierno con el objetivo de tener “un ida y vuelta muy importante” que les permita “vehiculizar” programas de empleo con “una perspectiva de contraprestación”.

“No porque estemos en contra de los planes, sabemos que los planes son necesarios en una situación de emergencia, pero muchos de los programas que tienen contraprestación permiten generar micro emprendimientos que hacen que la dignidad del trabajo y la producción estén presentes con lo necesario para vivir”, finalizó.