Biden alertó sobre “retos alarmantes” para la democracia global, al abrir cumbre organizada por EEUU
"La democracia no ocurre por accidente. Tenemos que renovarla cada generación", aseveró el presidente acompañado por el secretario de Estado, Antony Blinken.
Biden alertó sobre los 'alarmantes retos' a los que se enfrenta la democracia en el mundo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alertó sobre los “alarmantes retos” a los que se enfrenta la democracia en el mundo y llamó a “actuar” para defenderla al inaugurar desde la Casa Blanca la Cumbre de la Democracia, un evento virtual que reúne a más de un centenar de países, entre ellos la Argentina.
“A la luz de los alarmantes y sostenidos desafíos a los que se enfrenta la democracia y los Derechos Humanos universales, la democracia necesita paladines”, indicó el mandatario al abrir el encuentro organizado por su país que generó controversia al no invitar a China y Rusia, ni a ocho países latinoamericanos.
Biden, quien asumió el cargo en enero en medio de la mayor crisis política de Estados Unidos en décadas, dijo que las tendencias “apuntan en gran medida en la dirección equivocada”.
“La democracia no ocurre por accidente. Tenemos que renovarla cada generación”, aseveró acompañado por el secretario de Estado, Antony Blinken.
“La democracia estadounidense es una lucha continua para estar a la altura de nuestros más altos ideales y sanar nuestras divisiones”, añadió y remarcó que los retos globales actuales “son más complejos que nunca”.
Entre estos desafíos, enumeró la insatisfacción ciudadana con los regímenes democráticos que “no cumplen” con sus necesidades, pero insistió en que pese a esto se trata del mejor sistema para garantizar la “dignidad humana” y “resolver problemas”.
Ante esto, pidió a los líderes que participan de la cumbre a “apoyar los valores” que los unen como la libertad de expresión, de prensa, de religión o el Estado de Derecho, además de reclamar “protección” para los Derechos Humanos de todas las personas.
“Estados Unidos va a liderar con su ejemplo”, afirmó Biden, que aseguró que su Administración “invertirá” en la democracia estadounidense.
En ese marco, durante su intervención Biden anunció la llamada Iniciativa Presidencial para la Renovación Democrática, un conjunto “histórico” de iniciativas políticas del Gobierno estadounidense para “reforzar la democracia y defender los Derechos Humanos a nivel mundial”.
Dotada con 424,4 millones de dólares, se enfoca en cinco pilares: el apoyo a los medios de comunicación libres e independientes, la lucha contra la corrupción, el apoyo a los sectores que pueden reformar la democracia, el desarrollo de tecnologías que favorezcan la democracia y la defensa de los procesos políticos y las elecciones justas y libres.
Biden es anfitrión de la cumbre en medio de profundas divergencias en el frente político interno de Estados Unidos, con su predecesor republicano, Donald Trump, aún empeñado en negar su derrota en las elecciones de 2020.
La cita de dos días, en la que participan representantes de unos 100 gobiernos, así como ONGs, empresas y organizaciones filantrópicas, se produce además tras tensiones surgidas por la lista de invitados.
China y Rusia, consideradas autocracias por Biden, quedaron deliberadamente fuera, lo que según estos países aviva una “brecha ideológica”.
“Ningún país tiene derecho a juzgar el vasto y variado panorama político del mundo con un único criterio”, escribieron los embajadores en Washington de Rusia, Anatoly Antonov, y de China, Qin Gang.
Lo que acabó de exasperar al gigante asiático fue la invitación a Taiwán, una isla con un gobierno cercano a Occidente, a la que la China continental comunista considera parte de su territorio.
No fue la única controversia que generó la lista de invitados y excluidos de la cumbre realizada por la Casa Blanca.
Por ejemplo, fueron incluidos Pakistán y Filipinas, pero el gobierno nacionalista de Hungría, miembro de la Unión Europea, quedó afuera. El presidente de ultraderecha de Brasil, Jair Bolsonaro, fue invitado, mientras que el de Turquía, integrante de la OTAN, Recep Tayyip Erdogan, fue rechazado.
En América Latina y el Caribe, no fueron convocados los gobiernos de ocho países: Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela.
Pero sí fue invitado Juan Guaidó, líder opositor venezolano al que Estados Unidos y medio centenar de países consideran presidente interino del país en detrimento del mandatario Nicolás Maduro.
“En mi país fue vulnerada la democracia”, aseguró Guaidó en su intervención, en la que propuso “construir un frente unificado, con enfoque multilateral, que haga responsables a los autoritarios por los crímenes cometidos”.
Otro aliado de Biden que participó en la cumbre fue el primer ministro británico, Boris Johnson, que hizo un repaso histórico del nacimiento de la democracia y sus principios.
“Creemos que nuestros pueblos tienen derecho a elegir y destituir a sus gobiernos a través de las urnas, supervisadas por tribunales independientes y medios de comunicación libres”, enfatizó.
En la misma línea, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, apostó por la “transparencia y la rendición de cuentas” para hacer frente al “creciente desafecto” que los ciudadanos vienen mostrando en los últimos años hacia la democracia, un sistema político que dejó claro que es resultado de una “conquista histórica”.
En este primer día de la cumbre también participaron el presidente de Francia, Emmanuel Macron, la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, entre otros dirigentes.
La cita termina con la exposición del secretario general de la ONU, Antonio Guterres y del presidente argentino Alberto Fernández, entre otros líderes que hablarán en la cumbre que será cerrada también por Biden.