Distancia de Rescate, la película que se construyó desde los vínculos y detalles
El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata brindó la posibilidad de conocer las búsquedas detrás del filme basado en la inquietante novela de Samantha Schweblin, a través de su directora y las protagonistas.
Entre las actividades especiales del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se desarrolla hasta el 28 del corriente en distintas salas, ayer se concretó el encuentro con la directora y las protagonistas de Distancia de Rescate, la película basada en la novela del mismo nombre de la prestigiosa Samantha Schweblin.
En el espacio de diálogo, las artistas pudieron desmenuzar el intenso, difícil y minucioso trabajo realizado con la autora, desde el guion hasta las diferentes capas narrativas de una obra que coincidieron en definir como “inquietante”. La realizadora Peruana Claudia Losa (directora, coguionista junto a Schweblin y productora del Filme), la actriz española María Valverde y la Argentina Dolores Fonzi (quienes dan vida a Amanda y Carola respectivamente), hablaron con el programador del Festival Pablo Conde, sobre este trabajo que, aseguraron, las “atravesó”.
Es que Distancia de Rescate, que se puede ver en la plataforma Netflix, es una película que aborda la maternidad, los desastres ecológicos, los vínculos y la fatalidad en una línea difusa entre lo realista y lo fantástico, que constituyó un desafío a la hora de armar “como una filigrana” los niveles del relato.
“Queda una especie de urgencia en el relato, tenemos que actuar ya, no mañana no pasado” indicó la directora como uno de los mensajes de la obra que comenzó su recorrido artístico en San Sebastián.
“Cuando leí la novela tuve la certeza, además de querer llevarla al cine, de que tenía que hacerlo con Samantha” reconoció la directora de La teta asustada, entre otras obras.
Y sobre ese trabajo conjunto sostuvo que “fue un viaje enriquecedor, mágico, transformador, potenciador” que se completo al haber encontrado “a estas actrices, estas almas y cuerpos perfectos” para los personajes principales.
Una de las características de la película es que recurre al recurso de la voz en off (la de una de las protagonistas, Amanda) para llevar el relato que transcurre en dos tiempos (pasado y presente) con el que Losa buscó dar “un nivel de tensión y seducción muy importantes”.
“Hay tres relatos que se yuxtaponen como una caja china y la voz en off es el medio para sostener a los personajes y a los espectadores y requirió un gran trabajo de sintonización”.
Por ello, a diferencia de lo que suele suceder, la voz se grabó antes y durante el rodaje y no después.
“Fue el trabajo más exigente de todo el proyecto, tenía que ser algo placentero y tenso, lo bello y el peligro al mismo tiempo, con mucha presencia pero a la vez minimalista, interesante para la historia, a veces dar información que contradecía lo que se estaba viendo por lo que requirió también imaginar qué estaría pasando por la mente del espectador todo el tiempo”.
María Valverde trabajó desde la voz este proyecto antes de ponerse en la piel de Amanda. “Fue un lujo experimentar el personaje desde otro espacio y tiempo. Cuando termina la película se entienden todos los detalles. Fue una oportunidad de enfrentarme a un viaje hermoso, un sinfín de posibilidades. La búsqueda constante de Claudia me ayudó a entender que no entendemos nada” reflexionó la española. Fonzi, quién llevó adelante una “preparación física muy larga” para encarar el personaje, destacó que “fue uno de los procesos creativos más demandantes, exigentes y que más disfruté”.
“La película es los detalles” define la actriz argentina quién sobre su personaje definió que “tenía que entrar y atravesar la vida de Amanda, como Amanda atraviesa la de Carola. Carola en el pasado tenía una vida y se quiebra. en el presente tiene reacciones por ese quiebre”.
A su vez valoró que “una de las cosas que me gusta de la película es que muestra la maternidad sin solemnidad. A Carola no se la juzga por el vínculo roto con su hijo”.
Otro desafío fue trabajar con actores y actrices niños, que tuvieron que realizar un intenso trabajo que las artistas coincidieron que se logró por “el gran clima de equipo, de comunión” que se logró en el ambiente de trabajo.
La naturaleza como personaje
Por otra parte, la naturaleza, el campo, se constituye como un personaje más de la historia. “Me ha interesado siempre esa idea de que en el campo vamos a estar mejor, ser mejores, vamos a poder reinventar nuestra vida, esa idealización del lugae y su belleza. En esta historia empieza a haber algo creciente, de peligro, algo poroso que empieza a tamizar esa belleza. Aparece casi de manera invisible, como lo hacen de por sí los agrotóxicos en la vida real, algo que uno no puede ver y que se va construyendo muy de a poquito” definió la directora.
La idea de la distancia de rescate
“La película habla de la distancia de rescate no solo en cuanto a qué tantos cuidados tener o que tanta libertad le damos a nuestros hijos para que se puedan convertir en individuos, sino también de qué tanta libertad nos damos como madres, cuánto podemos escaparnos de esa entidad para seguir conociéndonos y volver. Que es lo que le viene a enseñar Carola a Amanda” definió Losa.
En esa línea, “teníamos que mantener las tres tesis que sugiere el relato, la más esotérica o fantástica, la más realista o científica y la psicoanalítica que coexisten. Esa es la clave para entrar en las escenas más inquietantes” agregó.
Fonzi en tanto agregó que “hay otra mirada metafórica del filme y es cómo los hombres quedan afuera de lo sensible de la vida. Es como que la historia transcurre, todo pasa y ellos se miran como sin entender nada, no la vieron venir”.