Seis películas inician las competencias Internacional, Latinoamericana y Argentina
Petite maman es la película que abrirá el certamen. También se proyectarán Re Granchio, El perro que no calla, Aurora, Atlas y Matar a la bestia.
Comienzan este viernes las competencias en el marco del 36° Festival Internacional de Cine.
La película de apertura del certamen es la francesa Petite maman, de Céline Sciamma, que tendrá su primera función hoy a las 12 en el Teatro Auditorium.
Lo fantástico irrumpe en medio de lo cotidiano y se vive con esa capacidad de abrazar lo maravilloso que quizás tengamos solo a los ocho años. Céline Sciamma retrata la mirada de una niña con la complejidad que merece, y construye una pequeña y conmovedora fábula sobre la infancia, el duelo y el amor entre madres e hijas, en la que los viajes en el tiempo no son más que una nueva forma de encontrarse.
Re Granchio, de Alessio Rigo de Righi, Matteo Zoppis -Italia, Francia, Argentina- se proyecta también en la competencia internacional, a las 15, en el Teatro Auditorium.
Rigo de Righi y Zoppis enraízan su primera ficción en las tradiciones populares: relatos orales, canciones y también tradiciones cinematográficas. Es que el cine no ha dejado de ser creador de mitos: no en vano en su segunda mitad la película se transforma en western. Re Granchio es una fábula sobre la culpa, el castigo, la obsesión imposible y la luz que quizás nos encuentre al final del camino.
Competencia Latinoamericana
El perro que no calla, de Ana Katz, (Argentina) se proyectará hoy a las 11.30 en el Paseo Aldrey.
Hartos de los llantos de su perro, los vecinos le exigen a Sebastián que no lo deje solo por las tardes. Sin otra opción, se lo lleva a la oficina, de donde rápidamente lo despiden. A partir de allí su vida atraviesa diferentes etapas de empleo, subempleo y desempleo, a la vez que construye una familia y sobrevive a los inesperados efectos que un meteorito provoca en la Tierra.
Aurora, de Paz Fábrega (Costa Rica, México), se exhibirá a las 14.30 en el Paseo Aldrey.
Paz Fábrega construye un relato íntimo y sutil sobre diferentes formas de maternar, a la vez que deja ver las estructuras legales, culturales y económicas que no solo fuerzan maternidades no deseadas, sino que obstruyen indefinidamente otras que, aunque deseadas, están sujetas a una precariedad que no puede quitarse nunca los andamios.medio del bosque.
Competencia Argentina
Atlas, de Guadalupe Gaona, Ignacio Masllorens, entra en competencia hoy a las 11 en el Paseo Aldrey.
A partir del archivo y las memorias de su nieta Cuqui, Atlas reconstruye la obra de Jakob en Argentina, invoca los espectros de esa Buenos Aires positivista, ambiciosa y cruel del 1900, y los lleva al encuentro de un presente más humano pero también más limitado, con edificios derruidos que solo parecen sostenerse por el tremendo esfuerzo de sus trabajadores. En las expresiones de las internas fotografiadas hace cien años, en sus gestos idos, melancólicos, y en su imagen movida, pueden rastrearse las huellas de una práctica científica tan extraordinaria como traumática.
Matar a la bestia de Agustina San Martín (Argentina, Brasil, Chile) se proyecta a las 14 en el Paseo Aldrey.
Una frontera no es más que una línea que cualquiera puede cruzar. En Matar a la bestia, esta idea no es solo geográfica: fantasía y realidad, adolescencia y adultez (y, en otro orden, narración y experimentación) se mezclan. Creando un espesor sonoro y visual extraordinario, Agustina San Martín le da forma a un mundo misterioso donde el deseo femenino quizás pueda vencer al miedo.