Primero quiso entrar a una casa y su propietaria lo vio. Por eso, salió corriendo. Para fugarse detuvo la marcha de un automóvil y le dijo al conductor que sufría una urgencia para que lo dejara subir. Sin embargo, una vez a bordo lo amenazó diciéndole que estaba armado, tras lo cual se apoderó del rodado y provocó que su dueño huyera. Más tarde, cuando la policía lo avistó en un descampado, escapó hacia el interior de la vivienda de un desconocido luego de romper la puerta y, al trenzarse en lucha con los policías que lo perseguían, los golpeó y los mordió hasta que finalmente fue reducido.

Pero eso no es todo: como el delincuente no llevaba documentos, mintió sobre su identidad pero gracias a la utilización de un nuevo sistema informático los efectivos supieron que se trataba de un prófugo de 34 años sobre el que pesaba una orden de captura por incumplimiento de salidas transitorias de la cárcel.

Todo lo narrado antes, que parece una película, ocurrió el último viernes, pero recién fue dado a conocer a la prensa este martes por la Jefatura Departamental. Según informaron las fuentes de la fuerza, el hecho comenzó en horas de la tarde del 12 de noviembre en la vivienda de una joven de 25 años, ubicada en el barrio Parque Palermo. El ladrón entró a la misma a través de una de las ventanas, pero al ver a la moradora se dio a la fuga.

De inmediato, la mujer llamó al 911 y personal de la comisaría decimosexta y de la subcomisaría Parque Hermoso comenzó a buscar al asaltante con la descripción física suministrada por la víctima. Fue entonces que en la zona de Reforma Universitaria y Mario Bravo los uniformados fueron abordados por un joven de 26 años, quien les contó que momentos antes un hombre le había robado su automóvil marca Volkswagen Gol en Av. Tetamanti y calle 9.

El denunciante relató que había accedido a llevar al acusado porque éste le dijo que tenía una urgencia. Sin embargo, una vez en el interior del vehículo, el hombre lo amenazó de muerte refiriéndole que estaba armado. Por ese motivo, la víctima se detuvo en la zona Reforma Universitaria y Mario Bravo y se arrojó del rodado, escapándose a pie del lugar.

Con esos datos, los policías continuaron la búsqueda del sospechoso hasta que lo avisaron en un descampado del Barrio Las Heras junto al vehículo buscado. Al advertir la presencia policial, el delincuente corrió hacia una casa ubicada en Benito Lynch al 8800, en la que entró tras romper la puerta de ingreso. Allí, se encontraba el propietario  del inmueble, que no lo conocía, y con el cual se trenzó en lucha.

Finalmente, el ladrón fue aprehendido por el personal policial, pero en la maniobra de reducción dos uniformados sufrieron lesiones a raíz de los incesantes golpes de puño, cabezazos y mordidas que les efectuó.

Como el detenido no portaba DNI, al responder a las preguntas de los investigadores sobre su identidad, refirió nombres falsos. Pero sus mentiras duraron poco tiempo, debido a que gracias el trabajo de los pesquisas de manera conjunta con los miembros de la Policía Científica, quienes cuentan con un nuevo sistema informático denominado Sibios -que interactúa de manera directa con el Renaper-, se supo que se trataba de Matías Ezequiel Sendra Duarte (34), sobre quien pesaba un pedido de captura requerido por el Juzgado de Ejecución Penal Nº 1.

Conforme trascendió, se trata de un prófugo por incumplir el régimen de salidas transitorias de la cárcel. Al ser comunicado de lo ocurrido, el fiscal de Flagrancia Facundo De La Canale, dispuso el traslado de Sendra a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, la notificación a la Justicia de Ejecución Penal, y su imputación en una nueva causa penal caratulada “Robo, privación ilegítima de la libertad, violación de domicilio y atentado a la autoridad”.