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La Ciudad 15 de noviembre de 2021

Montenegro, con un respaldo contundente para iniciar el gobierno de la pospandemia

La lista oficialista sumó ocho concejales, algo que solo había conseguido Elio Aprile hace 22 años. Por primera vez, desde 1983, accederán al Concejo Deliberante ediles de solo dos fuerzas políticas.

Por Marcelo Pasetti
@marcelopasetti

El contundente, categórico e histórico triunfo del oficialismo en las elecciones realizadas en Mar del Plata marcan a su vez el inicio de una nueva etapa en el gobierno del intendente Guillermo Montenegro en la pospandemia. Con el respaldo de las urnas, el jefe comunal puede celebrar que su fuerza logró sumar ocho de las doce concejalías en juego, algo que solo había logrado, hace 22 años -el 24 de octubre de 1999- el ex intendente Elio Aprile, quien lograba la reelección con el 61% de los votos.

Ocho ediles (Jorge Petrillo, Daniel Katz, María Claudia Fernández Puentes, Mauricio Irigoin, Diego García Conde, Myriam Pulvirenti, Roberto Páez -actual concejal del Frente de Todos- y Eduardo Romanín) accedían al Concejo, la misma cantidad que ahora sumó Juntos, con la nómina encabezada por Fernando Muro.

Asimismo, en los comicios de ayer se registró un hecho histórico. Por primera vez desde 1983, y tras 21 elecciones donde se votaron candidatos a concejales, solo dos fuerzas políticas suman ediles. Así, a 38 años desde el inicio de la actual etapa democrática, el bipartidismo alcanza su máxima expresión: solo Juntos y el Frente de Todos sumaron la cantidad de adhesiones requeridas. Las restantes cuatro fuerzas intervinientes no lograron alcanzar el piso, el 8,33% de los sufragios.

“La grieta se comió todo”, coincidían en señalar en los distintos búnkers políticos, donde no dejaba de sorprender el hecho de que prácticamente, Juntos y el Frente tuvieron una actuación muy similar a las de las recientes PASO. Anoche fue 46,6% a 28%, casi 19 puntos.

Guillermo Montenegro fue elegido intendente el 27 de octubre de 2019, con el 40,23% de los votos, ubicando a cinco concejales, al igual que el Frente de Todos, que con Fernanda Raverta como candidata a intendenta logró el 37,91% de los sufragios. Se registró entonces una diferencia de solo 9.712 votos (2,32%) entre Montenegro y Raverta.

Las diferencias se acentuaron notablemente entre ambas fuerzas en las últimas PASO, cuando la lista de Juntos consiguió el 47,3% de los votos, contra el 27,02% del Frente. De aquellos 2 puntos de diferencia de hace dos años se trepó a 20, exactamente 68.719 votos. Anoche fue 46,6% (Juntos) contra 28% (Frente de Todos).

Las urnas volcaron una diferencia de 18,7 puntos (computadas el 97% de las mesas) a favor de la lista avalada por Montenegro, quien queda muy bien posicionado en el escenario de los intendentes “amarillos” de la provincia.
Asimismo, el peronismo, desde el 2017 nunca logró obtener más de 38 puntos (2019). En las PASO de ese año lograba el 28,95%, 26,82% en las legislativas de 2017 y 21,53% en las PASO previas.

El tiempo de la gestión

Con el gobierno municipal consolidado y la principal fuerza opositora a gran distancia en las preferencias del electorado, se inicia una nueva etapa en la gestión actual, con la mirada puesta en los próximos dos años. Llegan tiempos nada sencillos para Montenegro, quien a lo largo de los dos primeros años de gobierno, y en el marco de la pandemia por el coronavirus, apostó por una política de acercamiento con los vecinos, defendiendo a rajatabla la actividad comercial y flexibilizando restricciones, lo cual lo llevó a tener diferencias con la Provincia. Ya no le alcanzará. Ahora la ciudadanía, en la pospandemia, planteará otras exigencias. “Lo que viene será gestión y gestión. Somos conscientes de que hemos recibido un espaldarazo muy grande de los marplatenses y batanenses que reconocieron nuestro trabajo durante la pandemia, pero ahora vendrán los pedidos de obras, de iluminación para los barrios, de asfalto y de mayor seguridad. No hay mucho tiempo para celebrar porque lo que viene es laburo y más laburo y dar respuestas a la demanda de la sociedad”, se sinceraba anoche, en el búnker ganador, uno de los principales colaboradores del jefe comunal.

También en lo político se abren distintos panoramas de cara al futuro. La victoria de Juntos en el plano local se basó, entre otras cosas, en la férrea unidad lograda entre el PRO y la UCR. Los “arquitectos” de esa lista de unidad que a punto estuvo de naufragar, fueron Montenegro, el jefe de Gabinete, Alejandro Rabinovich (uno de los tres senadores provinciales que aportará Mar del Plata, junto a Ariel Martínez Bordaisco (UCR) y Pablo Obeid (Frente de Todos), y el presidente del comité provincial de la UCR, Maxi Abad, cuya esposa Marina Sánchez Herrero, será la próxima presidenta del Concejo Deliberante. ¿Se puede garantizar la vigencia de la alianza de Juntos en los próximos dos años? Imposible responderlo hoy. Lo cierto es que en Juntos hay en cancha dos candidatos a presidente. Por un lado el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y por el otro, el radical Facundo Manes, quien entusiasmó y puso de pie al histórico partido.

“Sería un error que nos separemos”, dicen voceros del PRO local. “Es hora de volver a ser la UCR y no furgón de cola de nadie”, afirman envalentonados en distintos sectores del radicalismo. Y si hay una ciudad donde la convivencia entre el PRO y la UCR en el gobierno es tan clara, esa es Mar del Plata, donde son numerosos los funcionarios que aporta el radicalismo al gobierno de Montenegro.

Negociaciones y grieta

El bloque oficialista en el nuevo Concejo Deliberante no tendrá mayoría (contará con 11 concejales) por lo que deberá negociar con otras fuerzas -tal el caso de Acción Marplatense que seguirá contando con dos representantes- para sacar adelante las principales iniciativas. La paradoja es que Juntos tendría quorum propio de no haber desertado, y recalado en Crear, quienes fueron presidentes del bloque oficialista en estos dos años, tales los casos de Alejandro Carrancio y Nicolás Lauría. Ambos pasaron de ser las principales espadas de Montenegro en el deliberativo, a férreos opositores. De hecho, si Montenegro se tomara vacaciones o pidiera licencia, su lugar sería ocupado por Lauría. A propósito de Crear, en su debut electoral se ubicó en el último lugar, con el 4,7% de los votos, aunque más que los logrados en las PASO cuando recibió el 2,9% de las adhesiones.

Los liberales de Avanza Libertad se convirtieron en la tercera fuerza local -empate virtual con Acción Marplatense- con el 7,3% de los votos. También esa fuerza creció con respecto a las PASO (5,6%) cuando compitieron tres listas en la interna.

Párrafo aparte para Acción Marplatense. La fuerza vecinal liderada por el ex intendente Gustavo Pulti tuvo una pobre performance, aunque si se compara con las PASO, logró duplicar los votos. Tras conseguir en septiembre el 3,59% de los sufragios (12.147) anoche AM trepó al 7,2% (25.643). Pero por un punto se vio imposibilitado de sumar dos concejales más a su bancada. El objetivo no pudo ser logrado y llegará el tiempo de análisis y autocrítica en las huestes de Pulti, quien dirigió los destinos políticos de la ciudad durante dos períodos.

En el Frente de Todos, en tanto, se preguntaban cuántos de los nuevos votos de AM de ayer (con respecto a las PASO) se los “robó” al kirchnerismo.

En tanto, la izquierda, con el insistente Alejandro Martínez, quedó en el quinto lugar con el 5,9% de los votos.

En definitiva, de la lectura de los resultados se puede afirmar que el intendente recibió un fuerte respaldo -que no deberá leerse como un cheque en blanco- y que el Frente de Todos deberá trabajar y mucho -y abrirse y sumar nuevos socios en su fuerza- si pretende ocupar el despacho principal de la comuna dentro de dos años. En tanto, Acción Marplatense, al igual que la izquierda, los liberales y los vecinalistas de Crear, sufrieron el mazazo del bipartidismo y la grieta. No lograron seducir al electorado que mayoritariamente apostó al voto útil para apoyar o castigar a las actuales autoridades.