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Arte y Espectáculos 4 de noviembre de 2021

María Laura Muñiz: “La orquesta es mi instrumento nativo, me siento una unidad con ella”

La directora de orquesta vuelve a la ciudad con un repertorio que "permite que se aprecien las virtudes de los instrumentos que componen la Banda y el color sinfónico que se produce en la combinación de sus timbres".

Con la maestra María Laura Muñiz como directora invitada, se presentará este viernes a las 20 en el Teatro Colón, la Banda Sinfónica Municipal.

Muñiz es licenciada y profesora superior en Dirección Orquestal (UCA) y también se ha formado con los maestros Mendi Rodan (Israel), Zsolt Nagy (Hungría), John Carewe (Inglaterra) y Peter Eotvos (Hungría) pertenecientes a la cátedra Cnsmdp.

Multiinstrumentista, aseguró en una charla con LA CAPITAL que “la orquesta es mi instrumento nativo, me siento una unidad con ella”.

Se ha presentado en gran cantidad de ciudades, con prestigiosos organismos y, realiza estrenos y grabaciones de obras contemporáneas trabajando con destacados músicos, además de dar cursos de especialización y seminarios tanto en Argentina como en diferentes países de Europa y América latina.

Para el concierto de esta noche, Muñiz hizo una selección de “grandes obras del repertorio internacional, con composiciones de Gustav Holst, Alfred Reed, Bert Appermont, Astor Piazzolla, Jacob de Haan y Arturo Márquez”.
“El repertorio permite que se aprecien las virtudes de los instrumentos que componen la Banda, así como también el color sinfónico que se produce en la combinación de sus timbres”, describió la artista.

– No es la primera vez que dirige en Mar del Plata y en otras orquestas/bandas como invitada. ¿Qué es lo que más aprecia de ese intercambio musical/profesional en ámbitos y ante públicos diferentes?

– La música se constituye siempre como un espacio nuevo y es creada y recreada por los músicos y por el público que le da sentido a nuestra labor. La Banda Sinfónica Municipal de Mar del Plata es un organismo con una extensa trayectoria, conducido con gran maestría por su director titular, el maestro José María Ulla. Es un gran desafío profesional lograr mancomunadamente la superación interpretativa.

– ¿Cómo se vinculó con la música de forma profesional?

– La música estaba presente en mi familia, que apreciaba distintas manifestaciones musicales. Me sentía atraída por la música de conjunto, por la inmensa variedad del sonido musical, por la maravillosa complejidad de las armonías y por el universo cambiante del ritmo. Me inicié desde pequeña tocando diversos instrumentos: el piano, el violín y la guitarra. Luego llegó el momento de afrontar la dirección musical, una elección que cambiaría el rumbo de mi vida.

– ¿Cómo se perfiló como directora?

– Empecé siendo instrumentista en varias orquestas y poco a poco me veía con la necesidad de modificar el resultado de aquello que sonaba a mi alrededor. Tomé el cargo de archivista y empecé a interiorizarme de las tareas internas de la orquesta. Luego realicé asistencias a directores de orquesta y comencé a probar asumir la conducción de pequeños ensambles instrumentales. Estudié dirección orquestal a nivel universitario en la Universidad Católica Argentina, fui alumna de destacados maestros y seguí perfeccionándome en el exterior. Las oportunidades pronto llegaron y pude demostrar lo que tenía para brindar.

– ¿Qué es lo que más le gusta de ese rol?

– Lo que más aprecio de mi lugar de directora es poder interpretar libremente mis intenciones expresivas. La orquesta es mi instrumento nativo, me siento una unidad con ella. Los músicos me entienden inmediatamente y se entregan a aquello que amamos: la búsqueda de la belleza a través de la música.

– ¿Siguen siendo pocas las mujeres directoras de orquesta en Argentina o, de a poco va cambiando eso? ¿Cree que por el hecho de ser mujer le ha costado más?

– Las directoras activas con posibilidades de presentación no somos tantas en la actualidad y de a poco la situación de la mujer en los cargos de liderazgo se va afianzando. De todas maneras, no creo que el hecho de ser mujer haya influido en demasía en mi carrera. Dirigí la Orquesta Sinfónica Nacional a los 27 años, oportunidad que pocos directores tienen. Soy invitada regularmente por las orquestas del país y no siento discriminación de género, porque cuando lo que importa es la música y el profesionalismo es bien entendido, nada de eso parece importante. Me siento agradecida por la carrera musical que desarrollo y estoy feliz de compartir con el público de esta ciudad que visito y amo desde que soy pequeña.

 

 

 



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