La amistad entre un perro ciego y un cachorro guía que conmueve al mundo
Hoshi se enfermó y perdió los ojos a causa de un glaucoma. Sus dueños, para que el perro tuviera algo de compañía, decidieron adoptar a un pequeño Pomerania que, sin entrenamiento alguno, se convirtió en su lazarillo.
La amistad inquebrantable entre Hoshi, un perro grande que perdió ambos ojos a causa de una enfermedad, y Zen, un pequeño Pomerania se consolidó aún más cuando este último se convirtió en su lazarillo sin ningún tipo de entrenamiento previo.
Cuando Hoshi cumplió 11 años, el veterinario comentó a sus dueños que el animal tenía glaucoma y que sería necesario operarlo. Como creyeron que su perro no soportaría la intervención quirúrgica decidieron darle un poco de compañía y adoptaron a Zen. Ambos congeniaron al instante, pero su amistad se hizo más fuerte cuando Hoshi sobrevivió y perdió ambos ojos.
Los dueños, ya con conocimiento de que si Hoshi sobrevivía estaría ciego, decidieron ponerles un arnés que los uniera para practicar. Su plan no funcionó, los perros no sabían cómo manejarse con el arnés.
Sin embargo, después de la operación, los amigos lograron comprender por qué habían estado atados el uno al otro y esta vez, Zen ayudó a Hoshi a moverse de una manera paciente y cuidadosa.
Así fue como Zen se convirtió en el lazarillo de Hoshi. Ahora cuenta con su propia cuenta de Instagram que tiene más de 30.000 seguidores.