Históricamente, la Argentina no miraba al mar, y carecía de políticas de Estado para ese vasto territorio de 1,5 millones de kilómetros cuadrados de su zona económicamente exclusiva. Ese es el diagnóstico del doctor Alejandro Mentaberry, coordinador ejecutivo del Gabinete Científico-Tecnológico del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, para quien “esa realidad está cambiando”.
La participación del mar en el PBI argentino, que actualmente es del 1,5%, podría crecer al 10 o 15% en 10-20 años “si se consolida la articulación que promovemos entre sectores de la ciencia, la tecnología, el sector productivo y el Estado”, sostuvo Mentaberry en el simposio “Ciencia y Política: Experiencias, desafíos y nuevas articulaciones”, realizado en Buenos Aires, según el portal de noticias de la Agencia de Noticias Científicas y Tecnológicas de Argentina (Agencia CyTA-Instituto Leloir). Mentaberry es impulsor de “Pampa Azul”: una iniciativa estratégica de investigaciones científicas en el mar Argentino que incluye actividades de exploración y conservación; de innovación tecnológica para los sectores productivos vinculados al mar; y de educación social para generar una cultura del mar en la población. El proyecto se puso en marcha en 2014, está coordinado por el Ministerio de Ciencia y participan en él las carteras de Relaciones Exteriores y Culto, de Agroindustria, de Turismo, de Defensa, de Seguridad y de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
“Nuestro objetivo es profundizar el conocimiento científico como fundamento de las políticas de conservación y manejo sustentable de los recursos naturales, promover al desarrollo de las industrias vinculadas al mar y respaldar con información y presencia científica la soberanía de nuestro país en el área del Atlántico Sur, entre otros objetivos”, indicó Mentaberry, quien es doctor en Ciencias Químicas de la UBA, especialista en biotecnología y se desempeñó como investigador del Conicet durante más de 30 años.
Durante el simposio, el coordinador de la iniciativa destacó varios avances de Pampa Azul, que también involucran al Conicet, a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) y varias universidades nacionales y otros organismos. Uno de los logros fue la sanción en el Congreso de una ley que crea el Programa Nacional de Investigación e Innovación Productiva en Espacios Marítimos Argentinos (Promar), que busca profundizar las políticas de conservación y manejo de los recursos naturales.
Además, dijo, se constituyeron 20 grupos de trabajo para cumplir con las metas del proyecto y que integran a científicos (como biólogos marinos, físicos, oceanógrafos y meteorólogos), tecnólogos, representantes del sector productivo y de organismos gubernamentales.
Pampa Azul también cuenta con una flota de nueve barcos de investigación cuya tripulación implementa una exploración minuciosa del territorio marítimo “a fin de que la evidencia científica sirva como base para el diseño racional de políticas de Estado para el mar de nuestro país”, subrayó Mentaberry. Este año, esos buques realizarán siete campañas de investigación que comprenden desde el sur de Brasil hasta las islas subantárticas.