Los frentistas pedían a gritos que el municipio tapara el bache gigante ubicado en Florencio Sánchez al 2300. “El pavimento se hundió hace ya más de un año. Fuimos a la Municipalidad y llamamos por teléfono miles de veces para reclamar. La respuesta era siempre la misma: nos decían que iban a pasar, pero nunca venían. Me cansé y yo mismo decidí arreglar el pozo”, contó Roberto Pájaro, un vecino de 70 años que vive en el barrio hace 27.

Las promesas incumplidas venían desde la gestión anterior con el compromiso del EMVIAL de tapar el bache. Pero nada de eso ocurrió. Los meses pasaron, el camión del EMVIAL no apareció y el hundimiento del asfalto se hizo cada vez más grande.

“Todo esto se fue generando por caños rotos que hay debajo, no es un simple bache. Los vecinos ya no podían estacionar”, dijo Pájaro. Y relató que cada vez que subía su auto a la trotadora, “tocaba la parte de abajo por el inmenso desnivel” que se había formado. “Me harté y decidí arreglar el pozo. Soy hipertenso y si no lo reparaba, me iba a dar un pico de presión. Tengo el mismo auto desde hace cinco años, me costó mucho comprarlo y por eso me daba lástima romperlo así”, agregó.

Los primeros días de septiembre, y en medio del paro de los trabajadores municipales, Roberto comenzó a pensar diferentes opciones que le permitieran hacer el arreglo en el menor tiempo posible. “Es impresionante la cantidad de plata que me gasté, unos 1500 pesos. Compré más materiales de los que necesitaba por la falta de conocimiento sobre construcción. Hice un enrejado metálico para que no se quebrara el cemento”, explicó.

Muchos de sus vecinos estaban en desacuerdo con la decisión que él había tomado. “Me decían “¿cómo vas a estar haciendo esto? Es una vergüenza, lo tiene que hacer la Municipalidad”. Pero Roberto hizo oídos sordos y siguió adelante. Tampoco bajó los brazos cuando el fuerte temporal que sufrió Mar del Plata le complicó su trabajo para tapar el bache. “Salí de casa y lo vi sacando el agua y la mugre del pozo con un trapo. No lo podía creer, me dio inmensa tristeza”, sostuvo Mónica, vecina de Pájaro.

Para dejar expuestas a las autoridades del EMVIAL, los vecinos le sacaron fotos a Roberto mientras estaba arreglando el bache y subieron las imágenes a las redes sociales. La publicación se viralizó y el vicepresidente del EMVIAL, Mariano Bowden, prometió reparar el pozo, tras disculparse con los vecinos.

Esta semana un camión del EMVIAL fue hasta Florencio Sánchez al 2300 y llevó adelante la repavimentación. “Me sorprendió que hayan puesto de un día para el otro la capa asfáltica en toda la cuadra”, dijo Pájaro. Aunque enseguida advirtió que el arreglo que hicieron es provisorio. “Seguro se va a producir filtración de líquidos y seguirá cediendo el terreno porque no solucionaron el problema de caños. Comprendo que no hay presupuesto, que hace pocos meses que están en el gobierno y que se encontraron con un montón de problemas, pero los vecinos no tenemos la culpa”, señaló.

Los vecinos del barrio Florencio Sánchez esperan que el caso de Pájaro sirva como ejemplo de voluntad y perseverancia. Y, sobre todo, que sirva como un llamado de atención a las autoridades.

Por Luciana Bisogni