Hubo un tiempo que fue hermoso. Aquel que reunía a los mejores futbolistas de esta ciudad, vestidos de rojo de pies a cabeza, para representarla en los viejos Campeonatos Argentinos.

El periodista Armando Fuselli, el gran historiador del fútbol marplatense, se decidió a salvar del olvido aquellas participaciones que generaban grandes expectativas y algunas veces llenaban estadios con otro libro bien futbolero, el tercero de su cosecha personal tras sus “100 años de fútbol marplatense” y el Libro Centenario de la Liga Marplatense de Fútbol.

“Y dale rojo, daleIII” salió de la imprenta hace pocos días y el próximo viernes 22 será presentado desde las 19 en la sede del club Atlético Mar del Plata, ubicado en Rivadavia 3358.

“Hace cuatro años que comencé a trabajar en esta idea. Originalmente estaba circunscripta a la campaña que concluyó con el título de 1970, pero hubo cambios sobre la marcha. Por un lado, me pareció insuficiente enfocarme sólo en ese torneo y decidí incluir el resto de las participaciones. Aquel campeonato, en realidad, fue la culminación de un largo proceso que tuvo más frustraciones que alegrías. Por otro lado, siempre el objetivo fue terminar el libro y presentarlo en ocasión de los cincuenta años del título en diciembre de 2020. Pero la pandemia obligó a cambiar todos los planes”, confesó Fuselli.

El libro, entonces, abarca un período de sesenta años entre 1924, primera invitación para Mar del Plata –marginado en el primer cruce por Zárate-, y 1984, la última presentación, una rápida eliminación de un equipo juvenil a manos de Balcarce, cuando ya se había marchitado la lozanía de ese singular Campeonato Argentino, que dejó de jugarse cinco años más tarde.

“El título evoca el canto más representativo de los muchachos de la Agrupación ‘La Maquinita’, los hinchas más fieles de la Selección. Puedo asegurar que iba con mi viejo al San Martín y se lo podía escuchar desde algunas cuadras antes de ingresar al estadio”, recuerda el autor.

“Mar del Plata fue un equipo antipático en la provincia. Todos le querían ganar y de cualquier forma. Así cada vez que iba de visitante jugaba con grandes marcos. Era una fiesta. Iba toda la familia a la cancha. Y cuando jugaba como local, también venían muchos hinchas visitantes en plan de excursión: fútbol y turismo”, apunta Fuselli.

La celebración del plantel campeón de Mar del Plata en el Hotel Iruña.

“Hasta aquel 1970 a Mar del Plata siempre le pasaba algo a la hora de coronar. Y estuvo muy cerca, al menos, en tres oportunidades. Perdió una clasificación hasta por la ‘monedita’, pero aquel grupo que armaron entre el ‘Negro’ Pacheco y el ‘Profe’ Jorge Tauler cambió la historia”, continuó Fuselli.

El libro realiza un relato de las participaciones marplatenses más importantes, con especial foco en el equipo de 1970, y en los futbolistas más notables que se pusieron la “roja” y que no integraron aquel plantel: Luis Lanchini, Pascual Georgetti, Cándido González, ‘Pierino’ González, Juan Chena, Marcelino Cornejo, Carlos Zelada y Mario Bernabé ‘Cuchimino’ Castro, entre otros.

“El Campeonato Argentino, sobre todo después que dejaron de jugarlo los futbolistas de los equipos de AFA, representaba el espíritu del llamado fútbol chacarero. Y no era un torneo menor y les permitió proyectarse a muchos jugadores del interior. En un rápido recuerdo, al tucumano Rafael Albrecht, a los mendocinos Oscar Gaíno, Carlos Recúpero y Roque Aballay…De Mar del Plata, por ejemplo, el propio ‘Negro’ Pacheco jugó muy bien un partido con Paraná, preliminar de un Argentina-Brasil en cancha de Racing, y enseguida lo fichó Quilmes de AFA. Después de 1970, por caso, Colón contrató a Gustavo Ripke y vinieron de México a llevarse a Juan Vicente Miccio”, apunta.

“Pasaron los años y el grupo de 1970 jamás se rompió. Siempre se siguieron reuniendo y no dejaron de venir ni quienes hicieron sus vidas fuera de Mar del Plata. Solían juntarse en el restaurante de Jorge Videla y al grupo original se sumaron Hugo Sangorrín, el ‘Pato’ Carlos Posada y el ‘Patón’ D’Estéfano, todos reunidos por la viuda del ‘Negro’ Pacheco, quien nunca dejó de motorizar esas ‘juntadas’. Con José Luis Ponsico cubrimos todo el torneo y el día de la final estuvimos en la cancha desde las cinco de la tarde hasta la medianoche. Siempre me invitaron a las cenas y ahí se me ocurrió la idea de escribir este libro. Merecía contarse la historia de ese equipo y de tantas selecciones marplatenses que intentaron ganar aquellos torneos inolvidables”, finalizó Fuselli.