La pandemia del coronavirus recién comenzaba y la sociedad casi toda se hallaba aislada, cuando el 8 de abril un caso policial tomó repercusión pública: cuatro delincuentes habían asaltado a una médica en el barrio Villa Primera, llevándose entre otros elementos de valor sus equipos de protección del Covid-19. Luego de 18 meses, uno de ellos fue sentenciado por ese hecho y otro más a la pena de 6 años y medio de prisión, durante un juicio abreviado en la sala del Tribunal Oral Nº 3.

Sobre Federico Alejandro Tossetti ya pesaba una condena previa desde octubre de 2018 por el delito de “robo agravado en grado de tentativa” a un año y medio de prisión, de ejecución condicional. Por eso, el flamante fallo a 6 años de prisión por estos dos nuevos asaltos unificó ambas en 6 años y 6 meses de cárcel.

Según se reconstruyó en la investigación que hizo el fiscal Mariano Moyano y se confirmó con la sentencia a la que accedió LA CAPITAL, el delincuente fue uno de los cuatro asaltantes que sorprendieron a una médica de 42 años a comienzos de abril de 2020 cuando arribaba a su casa de Brandsen al 4500, y luego, hicieron lo propio con una pareja de ancianos en la vereda de su casa de Uruguay al 300.

El primero de los robos ocurrió cuando la mujer había estacionado su automóvil en la trotadora de su casa, y se disponía a ingresar a la misma. Allí fue por sorprendida por uno de los ladrones, que le apuntó con una pistola y se llevó su cartera y otras pertenencias de valor entre las que se encontraban los equipos para protegerse del coronavirus en su trabajo y un teléfono celular marca iPhone 11.

Acto seguido, el asaltante se dio a la fuga en un automóvil marca Volkswagen Voyage de color blanco en el que lo aguardaban tres cómplices.

Tras la denuncia de lo ocurrido al 911, la policía comenzó a buscar por la ciudad rodado, hasta que personal que circulaba en un patrullero lo divisó en el cruce de Rodríguez Peña y Champagnat. De inmediato, intentaron detenerlo, pero su conductor en vez de frenar aceleró y escapó.

Más tarde, el vehículo apareció abandonado y varios de los elementos secuestrados en su interior permitieron identificar a Tossetti como su propietario. El hallazgo se produjo gracias al trabajo de los efectivos de las distintas dependencias y al de los operadores de las cámaras del Centro de Observación y Monitoreo (COM), en el barrio Bosque Grande y Heguilor. Estaba detenido y con las luces encendidas.

En ese contexto, el automóvil quedó secuestrado por la policía. Luego, con la autorización judicial correspondiente, se revisó el interior del rodado y se incautaron equipos de protección del Covid-19, dos nano chips, un cargador de iPhone (todos elementos reconocidos por luego la médica) y una caja de herramientas con un matafuego y un chaleco refractario. Estos últimos elementos fueron reconocidos por dos ancianos de 88 y 86 años a los que también habían asaltado y golpeado con un arma de fuego en la cabeza. Se trataba de los objetos que utilizaban las víctimas mientras realizaban arreglos en el frente de su domicilio.

En ese contexto, la Justicia de Garantías autorizó la realización dos allanamientos en inmuebles de Diagonal San Antonio al 8500 y en Ortiz de Zárate al 8800, donde se incautaron distintos elementos de interés para la causa. Poco después, la policía detuvo a Tossetti, quien ahora fue condenado como coautor de los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego no secuestrada y por ser calamitoso” y “robo agravado por el uso de arma impropia, por ser en poblado y en banda, por ser calamitoso y por el uso de arma de fuego no secuestrada”.

Como agravantes del caso, además de tomarse en cuenta la importancia de los objetos de protección contra el Covid-19, para dictar sentencia se ponderó que los delincuentes habían actuado cuando las víctimas se hallaban en estado de vulnerabilidad por los riesgos de la pandemia y la avanzada edad de la pareja, en relación a la pareja.