Por FdR

Pasadas las 6 de la mañana del domingo, Leandro “Lele” Gatti salió del boliche Mr Jones donde pasaba música y lo hizo acompañado de otros empleados. Había un trabajador de tragos, otro de las cajas y una joven mujer. Gatti caminaba retrasado por el playón de estacionamiento y cuando vio llegar a los “motochorros” apuró el paso, acaso en un acto reflejo de sumarse a sus amigos. Los ladrones, de inmediato, lo identificaron como el principal objetivo: era el que traía una mochila. Y entonces el desenlace fatal fue cuestión de un par de segundos. Forcejeo, disparo en el pecho y huida.

Así fue la génesis del homicidio de Gatti que a esta altura cuenta ya con el conductor de la motocicleta detenido y una búsqueda infructuosa del acompañante, el que fue el portador de la pistola calibre 22 de la que salió el disparo mortal.

Tanto la fiscal Andrea Gómez como la comisaría novena, además del Grupo de Respuesta Inmediata Departamental (GRI), dirigen todos sus esfuerzos en establecer si este individuo es Eduardo Urra Zapata.

La hipótesis principal sostiene que el crimen de “Lele” Gatti fue en el marco de un robo que no sería al azar, sino más bien una planificación basada en el dato de que a esa hora de la madrugada un responsable del boliche se llevaba la recaudación.

Lo que logró reconstruirse hasta el momento es que la motocicleta Benelli 302S conducida presuntamente por Itzcovich merodeó la zona de Playa Grande desde las 5.34 y aguardó hasta las 6.07, tanto en el boulevard Peralta Ramos como en la calle del nivel del túnel.

En la secuencia del asalto propiamente dicho, el autor del disparo perdió su casco, pero lo recuperó, y se lo puso. La chica que estaba con el grupo de Gatti tropezó y se golpeó al escapar aterrada.

Una vez cometido el hecho los “motochorros” huyeron por diversas calles hacia el sur de la ciudad y en proximidades de Alem y Vieytes la motocicleta ya no llevaba al acompañante. Por eso es que ahora los investigadores tratan de determinar si había un tercer implicado a bordo de un automóvil que podría ser el Renault Clio de Itzcovich y que recogió al autor del disparo.

Minutos después las cámaras de seguridad mostraron a la Benelli llegar a la casa de Itzcovich -Santa Cecilia y Génova-, y a los tres minutos salir el Renault Clio.

A partir de esta secuencia de imágenes, combinada con tareas de investigación de campo, se pudo adelantar en la tarde del lunes que Itzcovich era el conductor de la motocicleta. Por eso se pidió un allanamiento para la casa que no tuvo resultado positivo, pero de allí los policías se dirigieron a una especie de comedor barrial coordinado por la madre de Itzcovich. Allí tampoco hubo secuestro de algo de trascendencia para la causa. Sin embargo, ambos operativos sirvieron para “cercar” al joven de 24 años.

Finalmente, ya en la tarde del martes, Itzcovich se entregó en la comisaría novena, luego de enterarse que varias personas de su familia habían sido localizadas por la policía.

En principio el joven no tenía antecedentes, circunstancia que  contrasta con el dato de que la motocicleta Benelli y  el Renault Clío, cuya tenencia se le atribuye, habían sido robados. La moto en febrero pasado en jurisdicción de la comisaría decimosegunda y el automóvil en mayo último, de comisaría segunda.

La moto fue hallada en la casa de Benito Lynch al 7600, perteneciente a un allegado del ahora prófugo Urra Zapata, y el Clío fue recuperado en la localidad de Batán, donde residiría el padre biológico de Itzcovich.

Tras presentarse en la comisaría novena, habría mostrado un absoluto arrepentimiento de lo sucedido y en la jornada de este miércoles, en la sede de Tribunales, fuentes aseguran que lloraba de forma desconsolada. No obstante, en principio le cabría el rol de coautor del delito de homicidio agravado. Cuando declare -trascendió que tiene voluntad de hacerlo- podría aportar datos de relevancia.

Los pasos siguientes de la investigación se orientan a avanzar en el esclarecimiento definitivo. Una fuente aseguró que la llegada a Mar del Plata del ministro de seguridad provincial, Sergio Berni, y del Jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Daniel García, fue para brindar apoyo a la pesquisa y poner todos los recursos en prioridad para dar cerrar el caso lo antes posible.

Se aguarda para las próximas horas la decisión de la Justicia de Garantías en el sentido de autorizar o no una nueva detención respecto a un tercer delincuente involucrado.