Con alegría y mucho ensayo, la destacada soprano María Belén Rivarola, el tenor Miguel Silva Macías y el barítono Leopoldo Gaillour se preparan bajo la dirección del reconocido maestro Marcelo Ayub, para la gala lírica que ofrecerán, este viernes 27 de agosto a las 21, en el Teatro Colón de Mar del Plata.

La rosarina ganadora del premio María Callas y parte del elenco estable del Teatro Colón y el maestro preparador del Teatro Colón de Buenos Aires, director, repertorista y pianista, quien viene de dirigir con honores el “Stabat Mater” de Pergolesi, el pasado mes de julio, se unieron a sus amigos marplatenses para esta función que tendrá un repertorio que “comprende distintas épocas, estilos, autores, colores y expresiones, desde el clasisismo con obras de Mozart: Don Giovanni, Cosí fan tutte, que son de las óperas más representativas de este genial compositor, hasta el romanticismo, post romanticismo, y siglo XX, La boheme, La arlesiana. Cuando hablamos de ópera uno siempre piensa en Italia, pero quisimos combinar el programa con obras de Francia y con alguna alemana, que también van a poder apreciar”, según enumeró el propio Ayub.

“Preparamos esta gala con mucha alegría, hace tiempo que queríamos hacer música juntos, la pandemia nos ha afectado de modo que estamos con mucha expectativa, en principio estudiando cada uno por separado y, en estos últimos días antes del concierto con ensayos intensivos”, apuntó Silva Macías recientemente llegado de su gira formativa en el conservatorio “Luigi Cherubini” (Firenze, Italia).

El tenor marplatense Miguel Silva Macías.

“Los sentimientos del canto siempre nos conectan con la profundidad de nuestro ser, con poder ser expresivos, conectar con los compositores de otras épocas, vivenciar los roles que nos van tocando interpretar. El canto siempre es una búsqueda interna y poder compartirlo con el público y con estos grandes artistas realmente es una emoción enorme”, agregó.

“Conectar”

Rivarola, quien recordó que pasó gran parte de la cuarentena con su familia en Rosario, sin abandonar el estudio, “tanto las notas como los compositores, las melodías, las armonías, todo lo que involucra el trabajo de la cocina que es el solfeo, luego técnicamente como desarrolla una línea, cómo llegar al agudo, es decir todo lo que tiene que ver con el atletismo de la voz”, mantuvo encuentros virtuales con su maestra de repertorio.

Para la soprano, “el repertorio es la parte más hermosa, la búsqueda del mensaje propio. Creo que las emociones tienen que ser las que se me presenten a mí tratando de conectar con el tipo de vivencia que me lleve a expresar las frases que tengo que cantar”.

La soprano María Belén Rivarola.

“Creo que el cantante tiene que conectar con esferas muy altas a la hora de hacer arte. Personalmente, el canto es mi forma de expresión, tal vez, de aquellas cosas que desde lo hablado no puedo expresar. Para mí es muy importante poder enviar estos mensajes por medio del canto, es una oportunidad muy hermosa de poder conectar hacia adentro y hacia afuera con mis colegas y con el público”, definió sobre su arte.

“La música implica belleza”

El maestro Marcelo Ayub compartió, en la charla con LA CAPITAL, detalles de su trabajo como director. “Como todos los músicos hay, primero, un trabajo bastante en solitario, ver la partitura, el compositor, la época, por cuál momento de su vida estaba pasando, para entender la impronta y, en el caso nuestro en la ópera, es muy importante entender el texto. Es de las cosas que yo más les suelo insistir a los cantantes cuando me toca dirigirlos o prepararlos, porque muchas veces pasa que el cantante se preocupa por las notas pero, además de hacerlas y hacerlas bien, deben expresar lo que está diciendo el texto, por eso es tan importante conocer el idioma en el cual está escrita, las inflexiones que tiene ese idioma y recién ahí centrarnos en el trabajo musical. Mi trabajo, entonces, es combinar perfectamente el texto y la música para darle todas las inflexiones necesarias y las emociones para llegar a un mensaje entendible para el público y de gran belleza, porque la música en particular y el arte en general implican belleza”.

El pianista y director Marcelo Ayub.

Para lograr eso, además, Ayub consideró que “como pianista y como director uno tiene que estar conectado intelectual y hasta físicamente con las personas”.

Como director sostiene que es un desafío lograr que “todas las emociones que cantantes y músicos agreguen a la música tienen que traducirse en los colores, en el sonido. Las notas solas no dicen nada, hay que conectarlas con el corazón, con los sentimientos y con lo que el compositor en su momento pensó al componerlas”, definió.

El barítono y compositor marplatense Leopoldo Gaillour.