LA PLATA (Corresponsalía). – El senador bonaerense Francisco “Paco” Durañona (Frente de Todos) reflotó la idea de trasladar las capitales del país y consideró que “Mar del Plata debería ser la capital de la provincia de Buenos Aires”.

“Estoy convencido de que la ciudad tiene todos los requisitos, de manera casi natural. Tiene condiciones geográficas, arquitectónicas y urbanísticas; tiene belleza natural; es un polo cultural, turístico, deportivo, industrial y frutihortícola; incluso tiene inmuebles públicos en los que podrían funcionar las oficinas”, aseguró.

En una entrevista con LA CAPITAL, Durañona sostuvo: “Creo que el gran problema que tiene la Argentina hoy es el modelo de concentración poblacional. Dos de las ciudades más importantes del país -la Ciudad de Buenos Aires y La Plata- están a 20 kilómetros de distancia entre ellas, y la agenda pública termina muchas veces limitada a lo que sucede en esos centros poblacionales”.

En ese sentido, propuso “comenzar a discutir el traslado de las capitales de provincias o del país a nuevos lugares o ciudades que tengan la impronta perfecta para que puedan asumir ese destino”. “Mar del Plata es el lugar perfecto para representar a la provincia”, destacó.

-¿Cómo debería tomarse una decisión de esta magnitud?

-Evidentemente esto tiene que ser parte de un gran consenso, nadie pretende impulsar una iniciativa en soledad o forzarla porque para un tema tan trascendental; se necesitaría de un consenso generalizado. Eso no impide que algunos nos permitamos plantear temas que están completamente fuera de la agenda de discusión. Muchos creemos que para construir una provincia y un país que sean viables en el marco del siglo XXI, no hay programa de financiamiento a corto plazo que alcance si no pensamos y rediscutimos nuestra organización jurídica, política, institucional y territorial de la provincia y del país.

-En las últimas décadas hubo algunos planteos en ese sentido –incluso Raúl Alfonsín avanzó con el proyecto de mudar la capital del país a Viedma durante su presidencia, aunque no se concretó-, ¿qué cree que hace falta para lograr este tipo de iniciativas?

-Creo que faltan más planteos de este tipo. Justamente mencionás el ejemplo de Alfonsín y pasaron casi 40 años de eso… es evidente que esta temática está ausente en la agenda. Lo que está presente son las reservas del Banco Central, el precio del dólar, cuántas divisas ingresaron, qué cantidad de toneladas estamos exportando y los índices de pobreza y desempleo… Me parece que es una agenda triste y mercantilista, que deja de lado el país bellísimo que tenemos, con sus enormes condiciones. Creo que es necesario que haya mucho debate en torno a esta cuestión, que no es trasladar la capital aisladamente. Me parece que hay generar un programa de conectividad tecnológica, de transporte, de aeronavegación; recuperar los ferrocarriles de pasajeros y de cargas; fortalecer nuestra aerolínea de bandera; fomentar el acceso a la tierra y la vivienda; crear más universidades, con carreras que tengan que ver con la geografía en la que se instalen. Hasta hace poco se discutía si el Estado tenía que sostener parte del déficit que genera nuestra aerolínea de bandera para cubrir rutas que el mercado no va a cubrir nunca, porque obviamente no es rentable cubrir la ruta a Bahía Blanca o a La Rioja, pero no podemos dejar a los bahienses ni a los riojanos sin comunicación.

-¿Cómo cree que convivirían en una misma ciudad la impronta turística con la administrativa?

– Creo que sería el complemento perfecto porque es evidente que Mar del Plata tiene una altísima capacidad turística en temporada y que fuera de temporada se desmorona esa cuestión pujante. No es casual que sea uno de los territorios con mayor desempleo de la Argentina. Es evidente que hay que trabajar muy fuertemente en complementar la temporada baja con la alta. Esto sería un estímulo perfecto porque el movimiento económico que se genera alrededor de ser la capital de la provincia es extraordinario, y además permitiría a los bonaerenses recuperar mucha identidad: en Mar del Plata está el Cabo Corrientes, que es un punto geográfico central e histórico para lo que fue la conformación de la provincia. Y en cuanto a la representación de la provincia de Buenos Aires para la Argentina y para el mundo, es el lugar perfecto.

-En octubre pasado, el actual ministro de Desarrollo Social de la Nación, Juan Zabaleta -que en ese momento era intendente de Hurlingham- dijo en una entrevista televisiva que “la capital de la provincia debería estar en Mar del Plata”, algo que no le cayó nada bien al jefe comunal de La Plata, Julio Garro…

-Me parece que es una posición pequeña y mezquina que a alguien que está como intendente circunstancialmente le caiga mal el traslado de la capital de la provincia sólo porque en ese momento no le conviene que se dé la discusión para sus intereses políticos personales. Como muchas veces dicen en el espacio político que Garro representa: si queremos pensar en una Argentina moderna, institucional, republicana y federal, este debate no puede estar ausente y hay que darlo con seriedad, generosidad y mirada de futuro.

-¿Y dónde cree que podría estar la capital del país?

– Yo elegiría una provincia muy del interior: Santiago del Estero, San Luis, Córdoba, La Pampa… que sea en el centro para tener equidistancia, pero que a su vez sea una zona que implique un gran desafío y un nuevo esquema de conectividad.