La segunda precandidata a diputada nacional en la lista de Facundo Manes, Danya Tavela, advirtió este martes que el regreso a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires es “parcial y en cuentagotas”, al tiempo que cuestionó la marcha de la campaña de vacunación.

Tavela, vicerrectora de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia, participó en Mar del Plata de una charla con mujeres emprendedoras y recorrerá una empresa de software.

En una entrevista con LA CAPITAL, la dirigente radical afirmó que el Estado provincial “abandonó a los jóvenes, los niños y las niñas” al cerrar las escuelas y se mostró optimista sobre el rol de la UCR dentro de la alianza Juntos.

–¿Cómo cree que el Gobierno nacional y el provincial manejaron la pandemia?

–Cuestiono la falta de convocatoria al diálogo a la oposición y a otros sectores del quehacer político, social y económico de la Argentina. Tomar las decisiones en soledad siempre te lleva a tomar decisiones no del todo acertadas. La crítica que hago es no haber diseñado en conjunto las soluciones para ese momento.

–¿Lo dice por las restricciones?

–Tanto las restricciones como las decisiones que se van tomando tienen que estar sustentadas en un criterio científico, pero además tienen que ser dialogadas, por ejemplo, con los intendentes. Hemos tenido situaciones en que dos pueblos vecinos estaban en fases diferentes sin entender muy bien por qué. Después se desarrolló el semáforo (epidemiológico). Creo que ayudó a dar un poco de claridad, pero después no hubo transparencia en el manejo de ese semáforo. Entonces, se generó la misma incertidumbre.

–Es muy crítica con la suspensión de la presencialidad.

–Sí, porque el Estado abandonó a los más vulnerables de la sociedad. No se hizo nada hasta que los padres no se organizaron y hasta que no se llevaron adelante las presiones suficientes para que estas actividades volvieran. Y vuelven de manera parcial, en cuentagotas. Además, en algunas ciudades el año pasado no tuvimos casos de covid hasta agosto y sin embargo tuvimos las escuelas cerradas. Entonces, tomar decisiones centrales para una provincia tan distinta en todas sus dimensiones es realmente poco responsable. Todavía no dimensionamos el impacto sobre los chicos después de todo este tiempo sin escolaridad. Impactos anímicos y educativos. Es un hipoteca al futuro.

–¿Qué es lo que le preocupa de la campaña de vacunación?

–Estamos en un problema. No llegan las segundas dosis. Estamos enfrentando una variante del coronavirus mucho más contagiosa con una inmunización deficiente. Entonces, si uno tiene que hacer una evaluación, el plan de vacunación no fue tan eficaz como se esperaba que fuera.

–El radicalismo siempre fue furgón de cola del PRO en Juntos por el Cambio. ¿Se terminó ese tiempo?

–Sí, claramente. Nosotros pasamos por una elección interna en la cual renovamos autoridades provinciales. Fue lo que nos dio el marco para debatir el rol del radicalismo dentro del frente. Los dos espacios que competían por la presidencia del Comité Provincia tenían esa mirada de la necesidad de un nuevo rol del radicalismo en la vida política y pública del país. Y creo que se está logrando. Sobre todo, se consolida con la aparición de figuras como las de Martín Lousteau y Facundo Manes, que son líderes nuevos, que proyectan y nos permiten pensar en un futuro distinto. Por otro lado, otra mirada que también incorpora el radicalismo a Juntos es la de ampliar la coalición, generando la apertura y el debate suficientes para que espacios como el GEN, de Margarita Stolbizer; Emilio Monzó o Joaquín de la Torre se incorporen.

–Rodríguez Larreta se equivocó al querer imponer a Santilli como candidato de unidad en la provincia?

–Son decisiones de cada espacio. La provincia de Buenos Aires tiene tanta complejidad y heterogeneidad que se requiere que la persona que decida llevar adelante su representación tenga un fuerte arraigo bonaerense, como tiene nuestra lista.

–Fue secretaria de Políticas Universitarias del gobierno de Macri, pero al mismo tiempo es crítica de esa gestión. ¿Qué balance hace de esos cuatro años?

–No, no fui crítica. Hago autocrítica. El gobierno de Cambiemos garantizó un marco de alternancia que hacía muchos años no se daba en nuestro país, y eso era muy importante para la calidad democrática. Por otro lado, en un determinado momento nos alejamos del sentir de la sociedad. Y la gente, en todo su derecho, no nos acompañó en 2019. Se sintió desilusionada. Quizá esperaban más cambios de fondo que no pudimos llevar adelante, que no supimos cómo hacerlo, y por otro lado sintieron que en el momento de la crisis económica los dejábamos de lado y seguíamos con un plan que no daba respuestas a sus expectativas. Nos faltó apertura, nos faltó diálogo y escuchar más a la gente.