Tras más de dos décadas de investigación, el historiador marplatense Jerónimo Boragina publicó el “Diccionario Biográfico de Voluntarios de la Argentina en la Guerra Civil Española”. Se trata de una obra que contiene los datos de los más de mil hombres y mujeres que partieron desde Argentina para sumarse a las filas que combatían el fascismo en España. En Mar del Plata, por ejemplo, contabilizó cerca de una docena de voluntarios.

El libro está publicado por la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), “una organización que tiene como propósito mantener la memoria histórica de todos aquellos hombres y mujeres que participaron en las Brigadas Internacionales”, contó el historiador, actualmente radicado en la ciudad de Santa Clara del Mar.

“El proceso de investigación fue artesanal”, agregó. Esto respondió a la inexistencia de archivos públicos o privados que contaran con un listado de las personas que trabajaron como voluntarios. “Tuve que buscar y extraer individualmente o de a grupos los datos de estos militantes que viajaron a España o que quizás estaban allí hacia algunos años”, indicó.

Boragina, quien es autor de otros libros sobre este tema y encuadra sus investigaciones en la línea de trabajo llamada “Historia desde abajo”, recordó por qué le resultó tan difícil hallar datos. “A diferencia de otros países donde los archivos son estructuralmente más cuidados, resguardados y abundantes, aquí en Argentina no se ha intentado guardar los registros de esos hombres y mujeres”.

A su vez, “cincuenta años de dictaduras militares persiguiendo a la militancia de izquierda en nuestro país, complejizaron la visibilización, apertura o protección de documentos y testimonios”, aportó.

Apasionado por los hechos de la Guerra Civil Española, el historiador entendió que su interés se centra “en la mezcla de pasiones” que entrelaza estos acontecimientos. Confluye toda una generación de poetas, como Hernández, Alberti, Neruda, Machado, González Tuñón, y por otra parte, dijo, le interesa la mezcla de  tendencias “junto a la lucha por la libertad”. “Ahí sí que en el ’36 en España aparte de Franco, se combatió contra el CTV italiano de Mussolini y la Lutwaffe nazi. Tenés todo junto: poesía, amor, traición, política, guerra, etc”.

-¿Cuáles fueron tus fuentes para confeccionar este diccionario?

-Ese tema es fundamental, la mayoría de los diccionarios no revela dicha información, por ello yo incluí el detalle de los mismos. Esas fuentes son de los más variopinto, desde libros de tango o poesía, hasta documentos de archivos españoles, historias familiares, donde el contacto personal con más de un centenar de hijos o nietos permitieron no solo poseer los nombres sino un registro casi detallado de la vida de esa persona. Obviamente todo ese proceso que me llevó más de veinte años, está ligado al modelo historiográfico que utilicé llamado” Historia desde Abajo” creado hace más de cuarenta años y llevado adelante por historiadores como E. Hobsbawn, R. Samuel, H. Zinn.

-¿Qué es la “Historia desde Abajo”?

-La historia desde abajo es un modelo contracultural, va en contra de las clásicas corrientes historicistas que definieron a la historia, la práctica profesional y su respectiva metodología. Esta historia combate la misma que viene desde arriba, excesivamente ideologizada, falsamente cientificista, en la que no existen personas o protagonistas, sino instituciones, procesos o próceres. Sería como estudiar la historia del radicalismo haciendo hincapié solo en Yrigoyen. Nosotros hacemos lo contrario y empezamos por la militancia, los de abajo. Por último, los aportes desde abajo a la historia general o particular son mucho más profundos que otras variantes debido a la necesidad metodológica de la que se sirve. Una necesidad más amplia que excede a los archivos, bibliotecas o al papel como documento y utiliza otras variantes culturales como la historia oral, socio-biografía, la historia cultural en todas sus ramas (poesía, tango, fútbol, música, etc). Sólo de esta manera y con la historia desde abajo pude reconstruir la vida de cientos de argentinos que participaron como voluntarios en la Guerra Civil Española, y máxime teniendo en cuenta los sistemas de registro que posee nuestro país.

-¿Qué podés decir de estos voluntarios, de qué parte del país eran, había mujeres, qué edades tenían?

-Las historias son increíbles, casi de película. Los voluntarios eran de todas partes del país, aunque los grupos más numerosos pertenecían a los grandes centros urbanos y políticos como la ciudad de Buenos Aires y provincia, Rosario, Santa Fe y Córdoba, pero hay voluntarios de Tucumán, Entre Ríos o la Patagonia. De la ciudad de Mar del Plata participaron casi una docena de voluntarios. Otro aspecto que desarrollé a partir de 2010 fue la participación de decenas de voluntarias, más de setenta mujeres, que viajaron a España a colaborar y hacer todo tipo labores. La más conocida fue Mika Etchebehere que llegó a ser capitana en el frente de Siguenza y Madrid, pero también Berta Baumkoler, Raquel Levenson o Fanny Edelman estuvieron cerca de las trincheras en trabajos de intendencia o formación para las Juventudes Socialistas. Todas ellas arriesgaron su vida en la cárceles franquistas, o al salir de España, inclusive estando embarazadas como el caso de Berta o Raquel. El promedio de edad de los voluntarios y voluntarias era de veinticinco años, jóvenes e impetuosos que no dudaron en arriesgar su vida, para combatir al fascismo que venía avanzando en toda Europa. Pertenecían a diversos partidos políticos o movimientos y organizaciones de tendencia comunista, socialista, trotskista y anarquista de nuestro país, como así también sindicatos. En este diccionario biográfico pude acumular la historia de mil voluntarios que participaron en España durante la guerra civil, con detalles personales de origen, militancia, actuación en España y a su regreso.

-¿Qué cifra dan a conocer los historiadores canónicos sobre los voluntarios que fueron a pelear?

-Este tema es clave, porque la historiografía europea siempre ha menoscabado la participación latinoamericana, o en los listados de nacionalidades nos han tipificado como “otros”. Por otra parte, las cantidades de voluntarios que han citado estos historiadores nunca ha superado los cien o doscientos, con lo que se termina anulando diferentes procesos políticos de Argentina como la solidaridad y la lucha democrática hacia la Republica española, la lucha antifascista que se dio en nuestro país en los años 30, y la conformación de una izquierda numerosa y militante.
Todo ello es necesario revalorizarlo ante el pensamiento eurocéntrico que no solo atravesó la historia argentina sino también nuestras universidades.