Unidad o interna, la duda que agita las aguas en el oficialismo
Montenegro insiste con la necesidad de que haya una sola lista en Mar del Plata, al margen de la disputa Manes-Santilli en provincia. Pero a seis días del cierre nadie garantiza que pueda lograrlo. Fricciones en el Frente de Todos. Pulti define su estrategia.
El titular de la UCR bonaerense, el marplatense Maximiliano Abad, impulsa la candidatura de Facundo Manes.
Por Ramiro Melucci
Con las huestes provinciales alistadas para la batalla, el oficialismo vernáculo vive horas de incertidumbre. La mera posibilidad de que pueda definir su lista de concejales en una competencia interna en las PASO genera escozores impensados hasta hace pocas semanas. El intendente procura evitarla, pero las cartas de Facundo Manes y Diego Santilli parecen echadas y podrían implicar un cisma en los otros tramos de la boleta.
Una contienda local en las primarias entrañaría diversos riesgos para la gestión municipal. En principio, plantearía un interrogante acerca del rol de los funcionarios radicales, alineados con el jefe provincial de la UCR, Maximiliano Abad, y por lo tanto abrazados a la causa Manes. Los ubicaría en la vereda opuesta a Montenegro, que respalda a Santilli, el elegido de Horacio Rodríguez Larreta para la provincia. Añadiría, además, la eventualidad de una derrota en septiembre para el jefe comunal, con todo lo que eso conllevaría en términos políticos.
Cerca del intendente buscan desdramatizar. “Todos los sistemas de selección de candidatos en una coalición política generan tensiones internas. Una competencia en las PASO los genera tanto como el dedo que utiliza el kirchnerismo”, dicen. Y enseguida advierten que no hay que confundir los objetivos: “El verdadero desafío es ganar en noviembre, más allá de cómo sea el proceso previo”.
Lo cierto es que una lista de unidad ahuyentaría los fantasmas. Le permitiría a Montenegro reflejar en el papel la buena sintonía que mantiene con los otros socios de la coalición en el gobierno local. Para el intendente el festejo sería completo si, como lo pensó en un principio, también a nivel seccional hubiese una sola nómina, encabezada por el coordinador de Gabinete, Alejandro Rabinovich. Pero la opción de una disputa interna en ese tramo de la boleta suma por estas horas un nutrido grupo de apostadores.
Los anhelos locales chocarían con las necesidades de los precandidatos a diputados nacionales. A Manes y a Santilli les serviría más que los distritos se comprometan en la interna. Que a la militancia doméstica no le resulte indistinta la boleta que vaya a repartir. Es lo que podría suceder si tanto los votos del neurocientífico como los del vicejefe porteño sumasen abajo para una sola lista.
Todas estas conjeturas y especulaciones subyacen las conversaciones que mantienen Montenegro y Abad, que el miércoles a la noche se volvieron a ver en el Hotel Grand Brizo, de La Plata, donde la cúpula de la coalición se reunió para definir cuestiones clave del proceso electoral, como el nombre (se llamará simplemente Juntos) y los pisos para las PASO.
Cerca del intendente buscan desdramatizar. “Todos los sistemas de selección de candidatos en una coalición política generan tensiones internas”, dicen.
Las palabras vinculadas con las formas del kirchnerismo utilizadas en el entorno del intendente no parecen azarosas. Surgen cuando todavía resta definirse el candidato de unidad del Frente de Todos en la provincia. Y en momentos en que se ven las fricciones del armado local, donde la lapicera es patrimonio de Fernanda Raverta. En los últimos días el Frente Renovador redobló la presión en busca de mayor representación en la listas. En la de Mar del Plata el partido de Sergio Massa tiene asegurado el segundo lugar, detrás de Virginia Sívori, pero las discusiones por otros distritos y secciones con La Cámpora repercuten en el resto del territorio bonaerense.
“Acá nadie sobra. Todos hacemos falta”, dicen las paredes que manda escribir Rodolfo Manino Iriart. El mensaje callejero es para que en las listas del Frente de Todos estén representados todos los sectores que lo componen. El director del Correo Argentino lo repite a oídos de ministros nacionales y provinciales, a los que les muestra, con encuestas en la mano, los riesgos de que eso no suceda en Mar del Plata y otros distritos de la región que no son gobernados por el kirchnerismo.
Mientras, Gustavo Pulti consumó el cambio de estrategia por el que bregó en los últimos meses. Acción Marplatense no se presentará en los comicios con boleta corta, como en 2019, sino que lo hará adherido a la lista provincial y seccional de Florencio Randazzo. El punto en común es que continúa al margen de la grieta, por lo que el desafío para el partido vecinal vuelve a ser el mismo: no quedar diluido en el enfrentamiento ajeno, como sucedió hace dos años.
El ex intendente se siente cómodo con el posicionamiento político del ex ministro del Interior y Transporte. “Refleja lo que somos, el trabajo que hacemos en el Concejo Deliberante”, cuenta en charlas reservadas. También los ejes de campaña, vinculados a la producción, el comercio y la industria, le sientan bien. Una señal en ese sentido es que Carolina Castro, dirigente de la Unión Industrial y empresaria pyme, secundará a Randazzo en la lista de diputados nacionales. La incógnita a develar todavía es la del propio Pulti. “Lo más probable es que sea candidato a concejal”, cuentan en su entorno.
El desafío para Acción Marplatense vuelve a ser el mismo: no quedar diluido en el enfrentamiento ajeno, como sucedió hace dos años.
En medio de las tensiones preelectorales hubo un punto legislativo destacado: el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad la unificación del servicio de guardavidas bajo la órbita municipal, un reclamo histórico del sector. Todos los bloques coincidieron en que era una decisión para celebrar. El consenso fue posible a partir de un convenio que firmó Montenegro con los gremios y los empresarios. Posibilitará que 200 guardavidas que se desempeñan en el sector privado pasen al municipio sin que eso repercuta en las arcas comunales –los balnearios seguirán pagándoles el sueldo– y permitirá que haya un mando unificado en el servicio de seguridad en playas. Mientras los concejales debatían, los trabajadores celebraban a las puertas del palacio municipal. Es lógico: ahora podrán jubilarse bajo el régimen del Instituto de Previsión Social de la Provincia (IPS).
El jefe del bloque que reporta al intendente, Nicolás Lauría, ofició de miembro informante casi al mismo tiempo que pensaba las palabras para el comunicado con el que iba a anunciar su lógica desvinculación del Partido Fe, que su sumó al Frente de Todos.
El éxito de la municipalización de guardavidas no alcanzó para disimular fisuras en el oficialismo. A Angélica González, la concejala de la Coalición Cívica que suena como número dos de la lista de Montenegro, le soltaron la mano en el momento en que pretendía votar su repudio a las declaraciones del viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, sobre el manejo de la pandemia por parte del municipio.
Guillermo Volponi, otro que se anota entre los que pretenden renovar su banca, se retiró del recinto en el instante decisivo y desairó a González. El golpe previo lo había dado Acción Marplatense, que votó en contra. El Frente de Todos festejó en silencio.