Por Sebastián Plaza 

BALCARCE- Emiliano “Dibu” Martínez tiene una relación muy afín con Balcarce y cada vez que sus compromisos lo dejan hace una escapada a una campo del paraje “Tres Esquinas” para visitar a sus amigos de la infancia.

Guillermo “Beto” López Rueda es conocido en el mundo del automovilismo de tierra y como integrante de una familia de campo que aún hoy permanece viviendo en el establecimiento rural familiar.

Lo que pocos conocían hasta el momento es que desde chico fue forjando una amistad con “Dibu” y su hermano. Desde chicos, los marplatenses comenzaron a visitarlos y a compartir las cosas sencillas y profundas que acompañan a la gente de campo.

Por esos hechos fortuitos o no, cuando era pequeño Emiliano llegó por primera vez al campo de los López Rueda acompañando a su primo.

Rápidamente, “Beto”, pese a que tiene muchos más años que Emiliano, le tomó cariño y le fue brindando todas las cosas a su alcance para que “Dibu” no se aburriera y lo pasara lo mejor posible.

Lo más llamativo y colorido que encontró Emiliano fue el auto de carreras de la familia. Un Falcon que disputó varias carreras en la categoría Apac. Como el auto siempre era atendido en el mismo campo, el arquero de la Selección Argentino tuvo la posibilidad de acelerarlo y acompañar alguna que otra “tirada” de puesta a punto.

Como le tomó el gustito a los “fierros” también estuvo acompañando el trabajo de laboreo de la tierra y así fue como pudo andar en esas máquinas grandes y potentes que se usan habitualmente.

Recuerdos                                                                                 

Dibu fana del ruido de motores.

Guillermo habla del “Dibu” y se le llenan los ojos de lágrimas porque hoy a través de un mensaje o una llamada vuelve a reencontrarse con el pibe sencillo y humilde que conoció 20 años atrás.

“Es impresionante porque mirá que ahora está requerido por todo el mundo pero vos le mandás un mensaje o lo llamas y te responde”, cuenta Guillermo que tiene entre sus manos la campera de entrenamiento del Arsenal de Inglaterra que le regaló su amigo.

Es uno de los tantos obsequios que le hizo y que por supuesto “Beto” los tiene atesorados. “Son cosas muy sentimentales que él me fue trayendo sin que yo le pidiera nada”.

La anécdota

La familia López Rueda conserva la vieja casa familiar en su estado originario, o sea con un estilo rudimentario que está lejos de los conforts que uno encuentra en la ciudad.

El 13 de julio de 2014 Argentina disputaba la final de la copa del mundo en el Maracaná contra Alemania. En el comedor y a través de un viejo televisor que le daba el reflejo de la ventana “Dibu” alentaba a la selección junto a sus amigos de Balcarce.

“Beto” recordó que  “la verdad que el sueño de él siempre fue jugar en la selección y jugar una final con Brasil. El tiene una rivalidad muy grande pese a que su suegra es brasileña. Ese día vio el partido con el hermano y un amigo del padre y cantaba ´Brasil decime qué se siente´”.