“Microrrelatos. Homenajes de escritores argentinos a David Lagmanovich” es el libro de la Editorial Martín que acaba de ver la luz. Se trata de un volumen muy original: puede leerse gratuitamente a través de este link: https://drive.google.com/file/d/1ieAAF27eoAW0tQxDZNETphq-CJufig-1/view?usp=sharing. Además, su versión en papel se distribuirá entre las bibliotecas que lo soliciten, ya que la edición no es comercial.

David Lagmanovich.

“Con este libro se pretende homenajear y recordar al padre del microrrelato, el tucumano David Lagmanovich, a diez años de su desaparición física”, informó Ricardo Martín, editor a cargo de este sello marplatense.

En el libro, participaron sesenta y dos escritores, en su mayoría marplatenses. La versión digital apareció en octubre pasado y la versión en papel acaba de editarse, agregó.

Cabe señalar que Lagmanovich nació en Huinca Renancó, Córdoba, el 9 de agosto de 1927 y falleció en Tucumán el 26 de octubre de 2010. Es considerado uno de los narradores más afines al género del microrrelato.

Había llegado a Tucumán con su familia en 1936. “Tanto esta universidad como Tucumán están muy asociados a mi desarrollo. Vine cuando era un niño y me crié aquí. Acá terminé la escuela, la universidad, me casé, hice una carrera en el diario La Gaceta, un montón de cosas. Tucumán es el lugar con el que estoy identificado”, dijo en una entrevista de 2005 cuando la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) lo designó profesor emérito.

De acuerdo a lo consignado por Martín, el homenajeado fue un “ensayista, cultor del cuento breve, lingüista, periodista y profesor de literatura en la Universidad Nacional de Tucumán y de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y de otras casas de estudio argentinas (entre ellas la Universidad Nacional de Mar del Plata), brasileñas, estadounidenses y europeas“.

“Lagmanovich escribió una veintena de libros, entre los cuales hay algunos dedicados a la crítica, como Códigos y rupturas (publicado en Italia), o El microrrelato, teoría e historia, que ya se han convertido en obras de referencia en el mundo académico”, recordó.

Luego fue también becado por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en 1958 cursó sus estudios superiores de periodismo en Estados Unidos. De regreso a Argentina publicó sus primeros libros: Circunstancias y Ocasiones, que son colecciones de poemas, y Réquiem y otros cuentos, de narrativa. En 1962, se radicó en Washington, donde viviría durante 15 años, historió Martín.

Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias desde 2008, el destacado intelectual repartía su tiempo entre conferencias, dictado de cursos breves y participación en congresos y simposios. Los resultados de su trabajo fueron escuchados tanto en numerosas ciudades argentinas como en varios países latinoamericanos y europeos.

Algunas de sus obras publicadas: La otra mirada, Los cuatro elementos, El microrrelato, El microrrelato hispanoamericano, Abismos de la brevedad, Estudios de los cuentos de Julio Cortazar, Códigos y rupturas hispanoamericanos, El microrrelato: teoría e historia, La hormiga escritora, Menos de cien, e Insurrecciones. Estos dos últimos publicados en Mar del Plata por Editorial Martin.

“Un microrrelato no es el resumen de una historia, sino una historia comprimida, una ficción a la que se ha despojado de todos los elementos innecesarios, componentes que el lector ya conoce y que no necesita que se los recuerden. Es algo así como los silencios en la música, compases que el oído no percibe, pero que la cabeza sigue contando y reproduciendo. En todo caso es un trabajo en complicidad, igual que con la poesía”, dijo el prologuista del libro, Rogelio Ramos Signes.

“Por eso creo que el microrrelato es pariente directo de la poesía narrativa, porque esconde en una que otra palabra clave el quid del texto en cuestión; la exactitud de un término, y no de sus posibles sinónimos. A veces creo que Mies Van del Rohe no estaba hablando sólo de arquitectura cuando dijo aquello de ‘Menos es más’. Pero seguir insistiendo en esa dirección sería como tratar de defender una opinión personal y no es la idea de este breve prefacio; sino hablar de David Lagmanovich, que fue uno de los mayores impulsores del microrrelato, ya desde el bautismo, y sobre todo desde la teoría que lo sustenta y que lo llevaría a ser lo que hoy es: uno de los géneros literarios más practicados”, siguió el prologuista.