DUBLIN, Irlanda.- El Gobierno irlandés confirmó que tramitará en los próximos días una nueva ley para permitir que bares y restaurantes sirvan en interiores a personas vacunadas contra el Covid-19, posiblemente a partir de finales de julio.

El primer ministro irlandés, Micheál Martin, indicó que la reapertura de la actividad gastronómica en interiores, suspendida para miles de pequeños pubs y cafeterías desde el primer confinamiento en marzo de 2020, será “escalonada” y en línea con la posición de los asesores científicos.

Según adelantaron algunos medios locales, la nueva legislación también prevé que aquellos que pasaron el Covid recientemente puedan entrar en los locales, así como los menores de 18 años que no han sido aún vacunados pero que vayan acompañados de personas que recibieron la pauta completa.

Los responsables de los establecimientos gastronómicos podrán verificar el cumplimiento de las normas a través de una aplicación móvil de código personal QR o con un certificado oficial impreso.

Después del primer cierre en marzo y del segundo en noviembre, algunos bares y restaurantes retomaron su actividad en interiores, aunque con condiciones estrictas de distanciamiento social y consumo, con un límite de tiempo de estancia y la obligación de pedir una “comida sustancial” (de al menos diez euros).

Estas limitaciones provocó que miles de pequeños pubs, sobre todo en la Irlanda rural, hayan estado prácticamente cerrados durante más de un año, con breves paréntesis en los que solo podían ofrecer servicios para llevar.

Martin reiteró que quieren tener un “plan sólido” para que toda la gastronomía pueda retomar su actividad normal a final de este mes, después de suspender la pasada semana, ante el avance de la variante delta, el siguiente paso en la desescalada de este sector tras el último confinamiento en enero.

Críticas

El director ejecutivo de la Federación Irlandesa de Taberneros (VFI, sus siglas en inglés), Padraig Cribben, aseguró que los planes del Gobierno son “engorrosos, difíciles de gestionar e innecesarios”, aunque se comprometió a “trabajar con sus afiliados” para asegurar que se cumplen “los nuevos protocolos”.

En declaraciones a la cadena pública RTE, Cribben también advirtió que la nueva legislación debe ser “robusta”, a fin de proteger a los hosteleros de “cualquier denuncia” por discriminación.

Sobre este aspecto se pronunció el Consejo de Irlanda de Libertades Civiles, que cree que el sistema de verificación está “muy expuesto a abusos” y podría ser “discriminatorio contra los no vacunados”.