Por Juan Miguel Alvarez

Círculo logró uno de esos triunfos difíciles de olvidar. Con el corazón, por su entrega y porque no se rindió ante la adversidad. Con un gol agónico, el equipo otamendino se impuso como local 2-1 sobre Sansinena de General Cerri y confirmó su recuperación en el torneo Federal después de estar en terapia intensiva.

Lo pudo perder antes de empezar por la ausencia de un médico. Cuarenta minutos tardó en llegar un facultativo, justo cuando se cumplía el último plazo dado por el árbitro y los jugadores visitantes empezaban a abandonar el campo de juego.

“Nosotros, serios. Nosotros, responsables”, gritaba Gustavo Noto después de la desprolijidad. Pero en la cancha continuó con el sufrimiento.

Porque Círculo no agarró la pelota en casi todo el primer tiempo. Ramiro Garay y Ramiro Rodríguez la vieron pasar todo el tiempo, Benedetti jugó de espalda, los arrestos individuales de Ullúa se iniciaron desde muy atrás y, sin un ataque en bloque, los volantes externos se dedicaron meramente a la parte defensiva.

Sansinena lo presionó bien, tuvo mejores sociedades por los costados y Antú Hernández manejó los hilos. Pero careció de profundidad y todo lo terminó con centros o remates de media distancia, como el que intentó Juan Viera que impactó en el travesaño.

Pese a sus limitaciones, Círculo al menos logró mantener el cero en el arco propio: cerró bien los espacios cerca de su área -estuvo firme Nasif- y, a falta de juego, no cuidó piernas y se entregó al máximo.

Noto identificó las dificultades para contrarrestar al rival y metió un cambio que le surtió efecto. Porque con el ingreso de Bruno Vedda, quedó con un 4-4-2 que le permitió hacer transiciones rápidas por las bandas luego de recuperar la pelota en campo propio.

Ese cambio de esquema le dio otra fisonomía a Círculo, que empezó a generarle dudas a un rival hasta ahí muy seguro y dominante pese a la escasez de situaciones.

Ya acomodado en el campo y jugando más seguido cerca del área rival, a los 32’ el local consiguió un tiro libre con el que abrió el partido gracias a la exquisita ejecución de Ullúa: volcado sobre la derecha, el zurdo le pegó con rosca, la pelota superó la barrera y se metió cerca del ángulo.

Círculo se llenó de confianza. Defendió con valentía y estuvo cerca del segundo tanto en una réplica que culminó Astiz.

Sin embargo, cuando menos sufría el partido, recibió el gol rival, también de tiro libre: cerca de la raya lateral izquierda, Bowen remató con fuerza, en la disputa aérea nadie desvió y el balón ingresó junto al palo más lejano.

Pero a Círculo no se le paró el corazón ni se le agotaron las piernas. Pese al notable desgaste, logró el agónico gol en tiempo adicional y tras una corrida memorable. En el rechazo de una pelota parada -con Sansinena muy volcado al ataque-, Vértiz trasladó bien y tocó hacia la derecha el momento justo para Reali, quien continuó la carrera con las pocas energías que le quedaban y vio el hueco para definir en el primer palo cuando enfrentó al arquero. Gol y locura otamendina.

Círculo ganó un partido que lo estuvo por perder adentro y afuera. Quizá no lo mereció por juego. Pero sí por mentalidad y entrega.

Síntesis

Círculo Deportivo (2): Chiappero (4); Zarza (5); Nasif (6) y Gabriel Charra (4); Ramiro Rodríguez (5) y Pájaro (6); Enzo Vértiz (6), Ramiro Garay (4) y Reali (7); Ullúa (7) y Jonatan Benedetti (5). DT: Gustavo Noto.
Sansinena (1): Vaccaneo (4); Juan Manuel Viera (6), Tormann (5), Osinaga (5) y Achares (6); Barez (6), Tenca Hernández (5) y Matías Recalde (5); Antú Hernández (6); Enrique Narvay (6) y Octavio Bianchi (6). DT: Sergio Priseajniuc.

Goles: en el segundo tiempo, 33’ Ullúa, 42’ Bowen y 48’ Reali.
Cambios: en el primer tiempo, 32’ Delorte (4) por Bianchi; en el segundo tiempo, en el inicio, Bruno Vedda (6) por Garay, 20’ Bowen por A. Hernández y Segovia por Narvay, 28’ Astiz por Benedetti, 35’ Duhalde por Ullúa y Christian Ramos por Tormann.
Cancha: Guillermo Trama (regular).
Árbitro: Bruno Amiconi, de la Liga de Salto (6).