Ni la pandemia ni las restricciones por el coronavirus iban a impedir los festejos. Carmen Cacciabue, más conocida como “Yaya”, cumplió 100 años este domingo y su familia y amigos le realizaron un “gran bocinazo” por el barrio Constitución para sorprender a, según comentan quienes la rodean, esta “joven mujer” centenaria.
Todos coinciden con los dichos de su hija Norma. “Es una joven de 100 años con toda la alegría, chispa, con toda la lucidez, tiene mucha fuerza de voluntad y un espíritu admirable”. Una muestra de esto es que todavía trabaja: su familia tiene un lavadero de ropa por la avenida Constitución y ella va todos los días a doblar las prendas.
“Así se da una idea de lo que es mi madre: una joya. Es una mujer trabajadora que nunca dejó sus manos quietas. Siempre nos dice que no hay que jubilar la cabeza“, describió en diálogo con LA CAPITAL.
Vista aérea de la fila de autos que se formó en la avenida Constitución.
La fecha tan esperada llegó y pese a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, “Yaya” recibió el domingo -en coincidencia con los festejos por el Día del Padre– los 100 años en compañía de sus seres queridos.
“Habíamos soñado con una gran fiesta como ella y la ocasión lo merecía, pero veíamos que eso no sería posible. Entonces pensamos realizar este gran bocinazo para acompañarla un ratito en este día tan especial”, sostuvo Norma.
No hubo fiesta pero sí festejos. Familiares, vecinos, amigos y conocidos organizaron la caravana de autos en la tarde del domingo por la zona de Zuviría y avenida Constitución, que terminó en la puerta de la casa de Carmen. Sus afectos le pusieron color a la jornada con globos y carteles, e hicieron sonar las bocinas bien fuerte para celebrar el centenario de “Yaya”, quien observaba todo desde la vereda.
Sus dos hijas, Araceli y Norma, sus tres nietos y otros cuatro bisnietos, junto al resto de la familia y amigos además la sorprendieron con un pasacalle que colgaron en el frente de la vivienda con un número 100. También hubo serenata, chocolate caliente, torta y un gran brindis con distancia social. “Fue un día maravilloso y muy emotivo”, precisaron.
El secreto de Carmen: “Trabajé y mantuve ocupada la mente toda mi vida”.
Fánatica de Boca y de Carlos Tevez, la “joven mujer” tiene dos pasatiempos que disfruta realizar en sus horas de ocio: el tejido y las manualidades. Desde hace varios años realiza los souvenirs para sus cumpleaños, incluidos los de este 20 de junio cuando entregó un pequeño presente con una tarjeta que decía: “Gracias a Dios que me ha dado tanto. Me dio la fe, la salud, el amor!!! Y el condimento esencial… el humor!!! Gracias por ser parte de mi hermosa vida”.
El souvenir que “Yaya” entregó en su centenario.
Al mensaje que “Yaya” escribió, Norma sumó: “Sin dudas que es una mujer con mucho sentido del humor. Tiene una salida para cada cosa. Hace cinco años que dice que tiene 100 y yo no conozco a ninguna mujer que se agregue años. Y ahora que los tiene se sorprende y piensa: ‘¿Voy a cumplir 100 años? No lo puedo creer, cómo me pasó la vida sin darme cuenta'”.
Según contó la mayor de las hijas, su madre realiza “algunas tareas de la casa, ordena su cuarto y tiende la cama. También prepara comida para ella y el resto de la familia”. “Es muy independiente”, sintetizó.
Además mencionó que “es una mujer hipersana. No toma ni un medicamento y nunca los tomó. Cuando va a los controles médicos le dicen que está perfecta”.
Muchos se preguntarán cuál es el secreto para llegar a los 100 años de esta forma. LA CAPITAL se lo consultó a la cumpleañera y confesó: “Trabajé y mantuve ocupada la mente toda mi vida”.
Llegó la jubilación
Después de veinte años, a Carmen “le salió la jubilación”. Y así lo explicó su hija Norma: “Con mi marido hacen todo un juego. Desde que tiene 80 años ella le dice: ‘¿Cuándo me vas a jubilar del lavadero?’ Y él siempre le contestó que le faltaban veinte años, que hasta los 100 no se iba a jubilar. Ahora en este último tiempo, cerca de cumplirse la fecha, Yaya le explicaba: ‘Mirá que voy a llegar, mirá que falta poco. ¿Qué vas a hacer conmigo?‘”.
“Entonces -siguió- le mandamos a hacer un cuadro con un diploma que acredita que ya está jubilada y se lo vamos a dar este martes en el lavadero. También le preparamos un cartel que dice: ‘Feliz jubilación, pero mañana te esperamos’“.
El diploma que Carmen recibirá por su “jubilación”.
Historia
Carmen Cacciabue nació en 1921 y se crió en un campo ubicado en la localidad de Quequén. Su padre llegó al país en barco desde Italia y su madre murió cuando ella apenas tenía diez años, por lo que quedó a cargo de sus cinco hermanos menores.
En 1968 dejó a su padre y sus hermanos en Necochea y se mudó a Mar del Plata con el marido y sus dos hijas, pero lamentablemente al año de llegar, el esposo murió de un infarto en la calle. “Fue muy terrible eso para mi mamá, para mi hermana y para mí después de un matrimonio de 22 años”, relató Norma.
Para esa época, la hija mayor de “Yaya” había conocido a su actual marido y, a los dos meses de la muerte de su padre, le propuso matrimonio para quedarse en la casa con las tres mujeres.
“Perdí a mi papá muy joven pero Dios me bendijo con mi madre que es un sol de cien años”, indicó y completó: “ha sufrido mucho y a pesar de su vida dura, es una mujer feliz, sin reproches, que da mucho amor y tiene un corazón gigante”.