De Alvarado a campeón del mundo
Jorge Olguín, de valiosa tarea en la Selección Argentina que conquistó el Mundial 1978, se formó en esta ciudad. Debutó en la Primera División de la LMF con 14 años y fue subcampeón con un equipo de jóvenes que dio la nota.
Jorge Olguín se formó en Alvarado y fue campeón con la Selección Argentina en el Mundial 1978. Si bien su etapa en Mar del Plata fue, principalmente, en las divisiones inferiores, debutó con apenas 14 años en la Primera División y dejó gratos recuerdos. Pronto partió a la elite del fútbol argentino para construir una carrera llena de éxitos.
Olguín nació el 17 de mayo de 1952, en Dolores. A los cuatro años se trasladó con su familia a esta ciudad. Al principio vivió en el actual barrio San Cayetano y poco después se instaló a dos cuadras del estadio General San Martín. Como se hizo amigo del hijo del “canchero”, ese escenario fue el patio de su casa.
“Yo jugaba en todos lados. En el barrio Matadero vivía mi abuela y, un día en la plaza, me vio Vicente Faienza, quien era entrenador de inferiores de Alvarado. Me invitió al club y ahí empecé. Ibamos a practicar al Piso de Deportes (fútbol de salón)”, contó Olguín sobre sus inicios.
En las divisiones menores de Alvarado conformó un gran equipo, multicampeón en el torneo de baby “Tomás Stegagnini”. Uno de sus compañeros fue Angel Mastrángelo, quien hoy figura entre los tres máximos goleadores del club en la Liga Marplatense.
Después, Olguín pasó a jugar en Sexta y más tarde en Quinta. Como tantos otros defensores profesionales, en su etapa formativa fue delantero. Y tenía como ídolo a Julio “Julián” Zibecchi, quien en 1964, con 20 goles, llevó al club a la máxima categoría de la LMF.
Olguín surgió en Alvarado y después jugó en San Lorenzo, Independiente y Argentinos. En los tres clubes que jugó profesionalmente fue campeón. Con el de La Paternal también ganó la Libertadores.
Fue promovido al plantel superior de Alvarado de casualidad. “Yo jugaba en Quinta y fui a ver un partido de Primera, donde jugaba mi hermano. Les faltaba un jugador, el ‘4’, mi hermano avisó que yo estaba ahí y me metieron. Le gusté al técnico y después de ese partido me pidió que fuera a entrenar con ellos. Así empecé, porque faltaba un ‘4’ y estaba ahí“; contó Olguín en el 100×100 de la revista El Gráfico.
El 14 de mayo de 1967, tres días antes de cumplir los 15 años, tuvo el prematuro debut en Primera. El rival en aquella presentación fue nada menos que Aldosivi, aunque por entonces no era considerado “clásico” de Alvarado.
Fue en el último encuentro de la fase de grupos del Torneo Preparación, que se disputaba antes del Torneo Oficial. Como el equipo no tenía chances de clasificar a las semifinales, fue dirigido eventualmente por Vicente Faienza, quien puso en cancha a varios chicos del “semillero”, entre ellos Olguín. Alvarado dio la nota y se impuso 4 a 2 en la cancha de Ministerio.
Después de aquel debut, esperó unos meses para volver a actuar con el primer equipo. Pero una vez que regresó, se consolidó de forma inmediata, merced a sus buenos rendimientos.
Con 12 equipos en la máxima categoría, el Oficial se disputó a 22 fechas. En la primera rueda, Alvarado se mantuvo entre los cuatro de arriba.
Olguin fue incluido en el primer partido de las “revanchas”, el sábado 19 de agosto. “Fue promisoria la labor del debutante Olguín”, opinó LA CAPITAL en la crónica del cotejo que terminó con triunfo 2-1 como visitante de River. Desde entonces, el dolorense no salió más.
Cuando el entrenador, Jorge Martínez, dispuso el sistema piramidal (2-3-5), Olguín jugó como half (mediocampista) derecho. Aunque en la mayoría de los partidos el equipo formó con un 3-3-4 y actuó como stopper por el mismo sector.
“Era un chiquilín, alto, muy delgado, de excelente pegada y notable técnica para salir jugando”, lo describió recientemente el periodista José Luis Ponsico, quien lo vio jugar en aquellos inicios.
Disputó 60 partidos en la Selección Argentina entre 1976 y 1982. Ganó la Copa del Mundo en 1978 y también jugó en España 1982.
Alvarado tenía entonces a otro jugador que llegó a volar muy alto, José Rubén Palacios (entonces de 17 años), quien poco después se consagró campeón del Torneo Nacional 1970 con Boca Juniors.
Con Olguín en cancha, el equipo del ex barrio de Matadero realizó una muy buena segunda rueda. Después de la mencionada victoria ante River, los resultados fueron los siguientes: General Urquiza (3-2), Independiente (3-2), Quilmes (1-1), Kimberley (0-1), Nación (4-0), Talleres (3-2), Aldosivi (0-0), Peñarol (4-0), San Lorenzo (2-5) y Círculo Deportivo (2-0).
Así, Alvarado logró un valioso subcampeonato. Quedó atrás del gran equipo de la época, San Lorenzo (representante marplatense en el Torneo Nacional), que al año siguiente llevó hasta seis su notable racha de títulos consecutivos en el ámbito local.
Olguín jugó 12 partidos en la Primera de Alvarado, con 8 triunfos, 2 empates y 2 derrotas.
A principios de diciembre, viajó junto al mencionado Palacios, Alfredo Lofredo y Hugo González a una prueba a San Lorenzo.
Finalmente, el club de Boedo pagó 250 mil pesos de la época por los préstamos de Olguín y Lofredo. El goleador regresó pronto a Mar del Plata por una enfermedad y el defensor fue adquirido en forma definitiva por una suma que superó los dos millones de pesos.
Luego, el dolorense edificó una carrera llena de gloria. Con un momento cumbre en 1978, cuando llevó a Selección Argentina por primera vez a la cima del mundo. Pero sus primeros pasos los hizo en Mar del Plata. Más precisamente en Alvarado.