por Víctor Molinero

Estados Unidos, Colombia, San Juan, Santiago del Estero, Avellaneda, La Plata, Capital Federal… Durante las últimas semanas las opciones que se manejaron como posibles sedes de la Copa América que finalmente se hará en Brasil fueron múltiples.

Lejos quedaron aquellos tiempos de ser sede del Mundial 1978, los Juegos Panamericanos 1995, el Preolímpico 1996 o el Mundial Juvenil 2001.

La situación se viene repitiendo en los últimos años aún cuando la ciudad tiene una oferta envidiable para la logística de un certamen así. Hotelería, gastronomía, conectividad con Capital Federal…

Sin embargo, lo que le ha venido restando puntos a esta ciudad para ser elegida es el evidente deterioro del estadio José María Minella. Al cabo, allí es donde la pelota debería rodar. Y los espectadores estar cómodamente instalados y sin ningún riesgo.

Desactualizado

Levantado para el Mundial de 1978, con un par de retoques, el estadio nunca tuvo una reestructuración profunda. Y así su imponente estructura, esa que hace que aún hoy muchos de los que vienen quieran llevarse una foto de recuerdo de un lugar con tanta historia, luce desmejorada.

Cuando se proyectó a mediados de los 70 las exigencias eran distintas. Por ejemplo hoy los micros que trasladan a las delegaciones tienen que poder acceder al estadio. Hace 40 años atrás no era un requisito.

Hoy es normal ver los micros de Aldosivi, Alvarado y sus rivales de turno esperar en el playón de ingreso o por avenida Canosa ante la imposibilidad de ingresar al complejo por la baja estatura de los portones.

Un grupo de periodistas extranjeros llegó en marzo de 1977 para ver cómo marchaban las obras del estadio Ciudad de Mar del Plata.

También en la actualidad se exigen palcos cerrados, conectividad, cabinas más modernas.

“Una de las claves es la falta de obras de mantenimiento y modernización que lo llevaron al estado actual. Mala iluminación, sistema de riego obsoleto, estructuras dañadas, techo y puentes de ingreso, entre las más destacadas”, resalta un hombre que durante muchos años supo estar vinculado a la organización de partidos de fútbol y que prefiere mantenerse en reserva para no herir susceptibilidades.

“¿Sabés qué pasa? Muchos tuvieron la intención de hacer esas reformas a lo largo de los años pero faltan los recursos“, admite.

“Hay cosas que se pueden mejorar con un poco de inversión. Por ejemplo si Aldosivi juega una copa internacional, con mejorar iluminación y un par de mejoras seguramente te lo aprueben. Pero para una Copa América, por ejemplo, debería prácticamente “rehacerse”, añade.

Imagen del dronmardelplata de uno de los últimos superclásicos. La iluminación del Minella hace años que está bajo la lupa.

Inspección de Conmebol

En 2019, Conmebol le encargó una inspección del José María Minella a una empresa brasileña que estuvo vinculada a la construcción de los estadios para el Mundial que se realizó en el vecino país en 2014.

Fue ante la posibilidad de que Aldosivi se clasificara para disputar la Copa Sudamericana (el equipo de Gustavo Alvarez quedó a las puertas).

LA CAPITAL se contactó con los responsables de aquella inspección que prefirieron no hacer público el resultado del informe. También desde Conmebol, ante la consulta de este medio, refirieron sobre la confidencialidad de ese informe.

No obstante, algunos de los locales que acompañaron a los inspectores brasileños recordaron que entre lo poco que habían destacado figuraba el tamaño y la comodidad de los vestuarios (aseguran que los compararon con los del Maracaná) y la visibilidad que ofrecía desde las tribunas el estadio. El resto estaba claramente en la columna del debe.

2001, la última vez

En 2001, Mar del Plata fue subsede del Mundial Juvenil Sub 20 de fútbol que consagró a la Selección Argentina, en la que por entonces brillaban los jóvenes Andrés D’Alessandro y Maximilano Rodríguez.

Pero ya para entonces el estadio presentaba dificultades.

“En aquel entonces se le hizo una lavada de cara con pintura, se cambiaron los bancos de suplentes, se agrandaron los vestuarios y hubo que sacar una fila de butacas del palco para hacer una especie de sector vip”, recuerda un dirigente de años en el fútbol marplatense.

Francia y Paraguay animaron uno de los partidos disputados en Mar del Plata por el Mundial Sub 20 en 2001.

“Después del primer partido llamaron de FIFA diciendo que la iluminación no había estado bien así que hubo que mandar a conseguir en Buenos Aires unos focos especiales y se cambiaron más de 30 en una de las torres. Pero ahí el problema ya no eran los focos en sí sino el resto de la estructura de la torre comentaron los operarios que hicieron el trabajo“, acotó.

“Antes de ese Mundial la FIFA tenía como requisito previo el tema de la hotelería. Vinieron, vieron algunos hoteles y rápidamente dieron el ok. Porque para ellos ese es un punto clave. Y Mar del Plata ahí cumple con creces. Pero el deterioro del estadio juega en contra claro“, razona.

Recursos propios, privatización, Aldosivi y Alvarado

“El de Córdoba se hizo casi nuevo hace unos años, al de Mendoza se le fue haciendo un mantimiento periódico y tiene otros materiales menos corrosivos y nosotros nos quedamos. Hoy la inversión que habría que hacer es imposible para la Municipalidad por eso no habría que descartar tercerizarlo”, sostiene el hombre importante del fútbol local.

“Hace cuatro o cinco años una sociedad entre Torneos y Fox intentó concesionarlo pero no hubo acuerdo. Obviamente tendría que ser una cesión de 30 años para que las empresas puedan recuperar la inversión. Eso está pasando en Europa también. Porque acá Mar del Plata no puede pagar lo que sale reacondicionar el Minella. Y mientras tanto el estadio, con la estructura como está, se torna peligroso”, advierte.

Hoy, las alternativas del reacondicionamiento con recursos estatales o la privatización no parecen estar al alcance de la mano. De suceder, los clubes marplatenses que utilizan el Minella como Aldosivi y Alvarado sufrirían el daño colateral. Es que con el estadio “parado” y sin otro escenario habilitado en la ciudad para jugar la Liga Profesional o la Primera Nacional, los representantes de la ciudad tendrían que mudar su localía a ciudades vecinas.

“Más allá de la reestructuración Aldosivi y Alvarado deberían ir pensando en una alternativa porque el estadio, de seguir así, va a terminar siendo inhabilitado por una cuestión de riesgo para el público”, avisa.

De todos modos, cómo está planteado el escenario hoy con una pandemia dominando la escena, la reestructuración del estadio no parece estar a la vuelta de la esquina. El peligro que genera su estructura corroída si lógicamente.

Primera palada, partido y gol

Las obras para levantar el estadio comenzaron el 10 de octubre de 1975, luego de que la ciudad fuera asignada como subsede de cara al Mundial 78.

Según recuerda Juan Carlos Morales en su libro “El Mundialista”, editado al cumplirse los 25 años de vida del máximo escenario deportivo de la ciudad, a los marplatenses les tomó por sorpresa ya que en un principio se creía que podía reestructurarse para el Mundial el mítico estadio San Martín.

Pocos días antes del arranque del Mundial, las selecciones de Mar del Plata y Tandil inauguraron el estadio con un amistoso que terminó 2 a 2.

El estadio Ciudad de Mar del Plata se inauguró el 21 de mayo de 1978 con un amistoso entre las selecciones de Mar del Plata y Tandil que terminó igualado 2 a 2. Aldo Varales, para la visita, marcó el primer gol.

El primer partido del Mundial fue unos días más tarde, el viernes 2 junio. Italia le ganó 2-1 a Francia, que se dio el gusto al menos de marcar el gol más rápido del torneo a través de Bernard Lacombe a los 38 segundos de iniciado un juego que tuvo en las tribunas, entre otros, a Pelé.

El recurso humano, tan valioso como escaso

Más allá de la onerosa inversión que se necesita para reacondicionar el estadio José María Minella, en el último tiempo también se percibió una imagen deslucida de las instalaciones.

Por caso, a muchos llamó la atención en uno de los partidos de Aldosivi, como podía verse por televisión matas de pasto en una de las cabeceras del Minella.

En ese sentido, además de la falta de capital, un gigante como el estadio Mundialista también tiene carencias en cuanto a recursos humanos.

En la actualidad, un escenario de semejantes dimensiones apenas tiene 8 empleados municipales fijos, más allá del auxilio que ocasionalmente puedan prestarles desde otras dependencias. Pero desde marzo de 2020, por la pandemia, 3 de esos empleados están con licencia por ser personas de riesgo.

De los 5 que quedan, sólo una es la persona encargada de limpieza de todo el complejo.

Los otros cuatro hacen lo que pueden, aún fuera de las tareas que competen a su especialidad.

El recurso humano, aunque escaso, ha sido valorado en varias oportunidades. Empleados municipales fueron los que en 2019 instalaron el nuevo tablero electrónico de la popular norte. Y también a quienes en ocasiones suele vérselos trepados a la intimidante tribuna cubierta para intentar emparchar las múltiples roturas y filtraciones que presenta la estructura del techo de ese sector.

De todos modos, está claro que más allá del esfuerzo del personal, no alcanza.

“El estadio está muy venido abajo”, reconoció Lauría

“Cuando asumimos, Andrés Macció, director del Emder hizo un relevamiento de todos los escenarios del Parque de los Deportes, no solo del estadio. Para febrero de 2020, sólo para adecuar el estadio José María Minella, se habían presupuestado 130 millones de pesos”, confió Nicolás Lauría, concejal del oficialismo marplatense.

“El estadio está muy venido abajo, eso está a la vista de todos. Y el Municipio lo que puede hacer son inversiones pequeñas para un lavado de cara que permita jugar torneos de verano o partidos locales”, reconocíó.

“En el último tiempo se arregló el vestuario de los árbitros y se colocaron cámaras de seguridad en distintos sectores”, especificó.

Consciente de que el Municipio no puede afrontar la inversión que generaría una reforma más profunda, Lauría aseguró que en 2020, cuando se hizo aquel relevamiento, Macció entregó una carpeta en mano a la marplatense Inés Arrondo, Secretaria de Deportes de la Nación.

“Se le entregó en mano una carpeta a Arrondo para ver si podía bajarle algo desde Nación al Emder, para dar una mano pero por el momento no recibimos nada”, lamentó Lauría.

NIcolás Lauría.

“También se intentó hacer una comisión mixta con todas las fuerzas políticas de la ciudad para ver qué podemos hacer pero quedó en la nada”, afirmó.

“Con dinero del municipio no lo vamos a poder arreglar. Se necesitan ingresos de Provincia y fundamentalmente Nación. Nos habíamos esperanzado con la presencia de Inés Arrondo en la Secretaría de Deportes pero por ahora no se pudo avanzar”, insistió.

Vale aclarar que a todos los oficialismos, en ciudad, provincia y nación, a poco de asumir les cayó como una bomba la pandemia. Y las prioridades fueron otras…

Lauría detalló que, según aquel informe elaborado en febrero de 2020, la inversión incluía entre 30 y 40 millones de pesos para mejorar el campo de juego y el sistema de riego, otros 75 millones para la iluminación, unos 12 millones más para reparar la estructura del techo de la tribuna cubierta y casi 1 millón para para el ascensor y la accesibilidad para personas con discapacidad.

“Si el Municipio tuviese ese dinero las prioridades además por ahí serían otras, como terminar los dos Polideportivos que están pendientes o encarar otros más. Claro que a todos nos gustaría poder arreglar el estadio y tener eventos internacionales de primer nivel en Mar del Plata pero lamentablemente hoy no está dentro de las posibilidades”, aclaró.

Consultado sobre la posibilidad de tercerizar el control del estadio Lauría reconoció que se podría apelar a un sistema mixto. “Eso podría ser viable pero sin darle el control total a terceros. Por ahí sí una concesión en la que el Municipio siga teniendo poder de decisión”, explicó.

Al respecto, durante la anterior gestión municipal la empresa Torneos se mostró interesada en ir por esa vía pero no hubo avances significativos en el diálogo con la gestión del intendente Carlos Arroyo.

Ya en el final del diálogo con LA CAPITAL Lauría no tuvo rodeos para responder cuándo se lo consultó por los riesgos que implica, por ejemplo, tener tan deteriorada la estructura del techo del estadio José María Minella.

“Está claro que hoy ya esa es una situación de riesgo. De hecho por eso mismo tuvimos que sacar el techo de la tribuna de la pista de atletismo”, confió.

Amalfitano: “Nos preocupa sobremanera el estado del estadio”

“Nos preocupa sobremanera el estado del estadio del Mundial y tanto o más nos preocupa la desidia de los sucesivos gobiernos municipales, sobre todo los últimos, para dejarlo caer y no buscar alternativas para su mantenimiento en función de la defensa del patrimonio de la ciudad”, expresa el concejal Vito Amalfitano, del Frente de Todos, con respecto a cómo está hoy el José María Minella.

“Por esa preocupación es que presentamos varios proyectos desde el bloque del Frente de Todos para que el Concejo Deliberante haga reaccionar al Ejecutivo en este sentido. El último de esos proyectos lo presenté justamente en marzo pasado, y a través del mismo pedimos informes, en nombre de nuestros vecinos, sobre el estado actual de la infraestructura del estadio, detallando los daños, las desmejoras, las roturas, los riesgos de mayores daños que aparecen, comprendiendo también accesos e instalaciones complementarias, e incluso preguntamos por la proyección que el Ejecutivo tiene para que el Estadio Minella no sólo esté en condiciones seguras y óptimas sino que se modernice y adapte a nuevas funcionalidades”, reseña Amalfitano.

Vito Amalfitano.

“Personalmente hablé con el ministro Lammens (Ministro de Deportes de la Nación) el verano pasado en Chapadmalal y le expresé esta misma preocupación y coincidimos en el valor del Minella, en lo que significa para todo el fútbol argentino. Desde el bloque del Frente de Todos, como en otras tantas cosas, empezamos las gestiones que debería llevar adelante el gobierno de Montenegro”, reveló el concejal.

“Esperamos que pronto pasen los efectos de la pandemia y tenemos que volver a pensar en un estadio con público pero sin riesgo para los espectadores, por eso el Ejecutivo debería trabajar ya en función de la puesta en valor del Minella y, en todo caso, hacer las gestiones pertinentes como corresponde, ante el gobierno nacional, ya que Lammens está al tanto por nosotros, como así también eventualmente ante el gobierno provincial”, añadió también Amalfitano.

“Nuestra preocupación por el estadio la manifestamos desde que asumimos, ya que uno de nuestros primeros proyectos tenía por fin la puesta en valor del estadio a través de la institucionalización y continuidad del fútbol de verano, generando una mesa para que nos juntemos todas las partes a buscar la mejor solución; de eso también hablamos con Lammens junto a todo el bloque del Frente de Todos y por ahí también se puede pensar en aportes privados, a partir de la concesión para los torneos estivales, pero con un compromiso mayor para el mantenimiento del estadio, y siempre con un control del Estado en un emprendimiento que puede ser incluso público-privado”, expresó finalmente el concejal, coincidiendo en ese punto con la postura del oficialismo local.