Por Carlos Joseph

El potencial de desarrollo del enoturismo permitirá afrontar las consecuencias económicas negativas provocadas por la pandemia de coronavirus, confían desde el sector, que se dará cita la próxima semana en España en la Feria Internacional de Enoturismo (FINE).

Compradores de 17 países de Europa, Asia, Oceanía y América asistirán los días 9 y 10 de junio en Valladolid a la segunda edición de la FINE y mantener encuentros con representantes de bodegas, rutas del vino y hotelería.

El ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, aseguró que “el enoturismo es una de las grandes fortalezas de Argentina por las ventajas competitivas que ofrece a los turistas con respecto al resto del mundo”.

“La diversidad de climas y de paisajes, la excelente calidad de los vinos y la gastronomía nacionales, el Sello de Safe Travel (Viaje Seguro) y su tipo de cambio actual”, enumeró Lammens, al participar en la primera mesa redonda organizada por la Organización Mundial de Enoturismo (OMET).

Junto a una veintena de países vinculados al mundo del vino, la Argentina forma parte del flamante organismo con sede en Madrid que busca favorecer la cooperación público-privada entre países y redefinir una estrategia renovada, que responda al papel que tiene el enoturismo en la “nueva era”.

Un medio de comunicación del vino

En su Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) con vistas a 2030, presentado al presidente Alberto Fernández en la última Fiesta de la Vendimia, el sector vitivinícola argentino actualizó sus ejes para la próxima década para diseñar acciones integrales y promotoras del desarrollo y la innovación para esta industria.

“Surgió un eje muy potente en el enoturismo, como una dinamización de las economías regionales pero también como un medio de comunicación del vino”, señaló a Télam el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), José Alberto Zuccardi.

Para el titular de la Coviar, “la vitivinicultura se está expandiendo, hay 18 provincias con proyectos vitivinícolas, y una de las claves de la expansión está en el enoturismo, que no solo abre una vía de actividad turística sino también un canal de comercialización”.

Por ello, el PEVI2030 reconoce y le da una “importancia estratégica al desarrollo del Turismo del Vino con una dimensión nacional, algo impensado hasta hace algunos años y nunca contemplado en la anterior planificación”.

“Hoy en el Turismo del Vino se reconoce una herramienta fundamental para el desarrollo de la vitivinicultura y el fortalecimiento de la marca país”, remarca el plan.

Una cita en Valladolid

En Valladolid se llevarán a cabo unas 2.000 reuniones, la mayoría de forma presencial, pero otras de manera virtual a raíz de las restricciones en los viajes por la pandemia de coronavirus.

“La apuesta internacional es uno de los retos de FINE“, aseguró Alberto Alonso, director general de la Feria de Valladolid, quien precisó que el encuentro incluirá conferencias, mesas redondas y talleres en los que expertos de distintos ámbitos explicarán cómo aplicar al enoturismo soluciones para mejorar su desarrollo, desde el análisis de datos hasta el conocimiento de los mercados o la creatividad para generar nuevas experiencias.

Las rutas del vino ejercen cada vez mayor atracción sobre el turista y, según datos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) sobre la demanda turística, el interés por conocer los destinos vitivinícolas está en el origen del 40% de los viajes.

El director general de la Feria de Valladolid, Alberto Alonso, agregó que se trata de “un proyecto que tiene una clara vocación internacional y que, desde el principio, apuesta por servir al crecimiento del enoturismo”.

“Acciones de promoción turística internacional del enoturismo han de ser prioritarias en este especial momento”, afirmó Miguel Sanz, director general de Turespaña, coorganizador del encuentro.

Télam.