Falleció este martes, a los 81 años, Hugo Sangorrín, uno de los futbolistas más grandes que pisaron las canchas marplatenses.

Mediocampista central de gran temperamento, cuenta un récord singular para un jugador de campo.

Actuó ininterrumpidamente en primera división durante veintinueve años, entre 1955 a 1984, desde su debut en Once Unidos pocos días antes de cumplir catorce años.

Años después del final de su carrera como futbolista, se desempeñó como entrenador, casi siempre en su querido Once Unidos.

Sangorrín, que en algún momento de su carrera estuvo muy cerca de pasar a Newell’s Old Boys de Rosario, permaneció jugando para el club de Parque Luro en Primera B hasta 1960. Y luego pasó junto al “Bocha” Gonzalbe a Kimberley.

Hugo defendió la camiseta del club de la avenida Independencia entre 1961 y 1976, ganando tres títulos e integrando el legendario Kimberley del ’70 dirigido por el “Turco” Roberto Saba. Jugaba tanto y tenía tanta personalidad que, en años de grandes inversiones de su club destinada a refuerzos foráneos, no hubo quien pudiera sacarle el puesto.

Tras dieciséis años, Kimberley le dio el pase en blanco y Sangorrín pasó a aquel Quilmes que en 1977 peleó mano a mano el campeonato con Alvarado y, en defintiva, fue subcampeón.

Hugo Sangorrín abraza a Norberto Eresuma en un partido homenaje a “Llamarada”, otra gloria del fútbol local que nos dejó hace unos años.

Luego se desempeñó fugazmente en San Lorenzo, General Mitre y terminó su carrera en Los Andes, donde en 1984 consiguió el ascenso a primera división como subcampeón de Atlético Mar del Plata.

Sangorrín en Los Andes, en su última temporada como futbolista.

Como entrenador, volvió a los orígenes. Casi siempre orientó a Once Unidos, el club de su barrio, de sus amigos, el de sus raíces. Sangorrín será velado esta miércoles, de 14 a 15.30, en Tomasini (Avenida Independencia 2360). Sus familiares informaron que sus cenizas serán esparcidas dentro de la propia institución de Parque
Luro.