Peluquero sacó el sillón a la calle para poder trabajar durante el confinamiento
Ocurrió en pleno centro de la ciudad. "Si no trabajo no puedo cumplir con mis obligaciones", indicó y agregó que "en la medida que no perjudique a nadie", seguirá cortando el pelo de esta manera.
El peluquero Rubén Martínez.
Un peluquero sacó este lunes su sillón a la calle para poder continuar trabajando, en el marco de un aislamiento de nueve días dispuesto por el gobierno nacional para atenuar la propagación del coronavirus.
Se trata de Rubén Martínez, de 69 años, quien empezó a trabajar como peluquero a los 13 años y que actualmente tiene su local en pleno centro de la ciudad, en la calle Moreno, entre Corrientes y Santa Fe.
“Soy un trabajador independiente, no recibo ningún subsidio, plan ni nada que se se le parezca. Yo si no trabajo no puedo cumplir con las obligaciones. Por eso, sin perjudicar a nadie, decidí sacar el sillón afuera“, comentó al respecto Martínez en diálogo con LA CAPITAL.
En este sentido, agregó que él venía trabajando, y esta vez no fue la excepción, “siempre con el protocolo” y “cuidándose” tanto él como a sus clientes.
Martínez realizó algunos cortes de pelo con su sillón en la vereda y agregó que cuando los transeúntes pasaban por el lugar le brindaban su apoyo por que lo ven “como un trabajador común”.
“Siendo respetuoso de las leyes, ya que el aire libre se puede trabajar, creo que no estoy generando un problema”, agregó.
A su vez, aclaró que su actitud lejos está de ser la de encarar una rebelión y aseguró que si un inspector le dice que no puede trabajar de esta manera volverá a meter el sillón a la peluquería “y cumplir con la ley”.
“Lo que menos se me ocurre es tener problema“, afirmó y consideró que “si se puede trabajar al aire libre” él tiene el derecho de hacerlo. “Si no me lo permiten, tendré que bancarmela como sea”, manifestó.
Por último, sostuvo: “No quiero perjudicar a nadie, quiero que la ley sea pareja para todos y si nosotros cerramos que cierre AFIP, que cierre ARBA, porque yo no trabajo, pero las obligaciones, los impuestos, los tengo“.
“En la medida que no perjudique a nadie, voy a seguir haciéndolo”, concluyó.