El confinamiento dispuesto por nueve días debutó hoy con una marcada reducción de la circulación en toda la ciudad. El frente de mal tiempo (alerta amarillo por fuentes vientos) que atravesó a la jornada del sábado contribuyó a lograr el objetivo de las nuevas restricciones al menos en el primer día.

Con lluvia y fuertes vientos Mar del Plata entró en una nueva cuarentena por un corto período. La medida apunta principalmente a reducir la circulación para evitar contagios y la primera parte de ese enunciado se cumplió con creces en el inicio de esta etapa que se extenderá hasta el domingo 30 de mayo.

En las principales avenidas de la ciudad se advirtió una importante merma del tránsito vehicular desde temprano, lo que coincidió también con una menor circulación peatonal, entre las distintas actividades económicas que no tienen permitida su tarea presencial.

En el centro, la imagen de la Peatonal y de la calle Rivadavia y sus arterias adyacentes, entre otras, cambió drásticamente. El viernes, en la previa del inicio del confinamiento, en la misma zona se advirtió un fuerte movimiento y amplia demanda en comercios y en los cajeros automáticos.

Este sábado entre la mañana y las primeras horas de la tarde, sin embargo, el microcentro ofreció una postal muy similar a la de hace un año, con la primera cuarentena que se extendió por varios meses.

Desde temprano, las calles estuvieron prácticamente vacías o al menos con una notable reducción de la circulación, entre negocios cerrados y otros que de todas maneras abrieron sus puertas con mostradores a la calle, sin atender a clientes en su interior.

La amplia mayoría de los negocios abiertos son los considerados esenciales: almacenes, supermercados, kioscos, panaderías, carnicerías, verdulerías, farmacias, ópticas, veterinarias y ferreterías entre otros rubros. De todos modos, varios indicaron que sintieron la caída del movimiento en sus ventas.

Asimismo, los locales gastronómicos siguieron abiertos trabajando únicamente con delivery y la modalidad “take away”, que funcionan con horario reducido.

En la costa, en tanto, el movimiento fue prácticamente nulo. Solo unos pocos enfrentaron el intenso viento y la lluvia enmarcada en el alerta meteorológico y de todas formas salieron a hacer ejercicio, pero en general todo el paseo costero estuvo desolado.

Sin embargo, cabe aclarar, no se permite por estos nueve días realizar actividades deportivas, culturales y recreativas en espacios cerrados ni al aire libre.

Dispar acatamiento comercial

Si bien la circulación se encuentra permitida hasta las 18, en la mayoría de los paseos comerciales se sintió con fuerza el inicio del confinamiento desde la primera hora del sábado, con muy poca gente caminando en las calles, aunque con un dispar acatamiento entre los comerciantes.

Tanto en el microcentro como los paseos comerciales de Constitución, San Juan y Güemes, buena parte de los negocios no esenciales acató el cierre dispuesto por decreto y mantuvo sus puertas cerradas.

Muchos otros, sin embargo, optaron por abrir con mostradores a la calle, tomándose de un “gris” en el decreto, que establece que puede haber “venta de mercadería ya elaborada de comercios minoristas a través de plataformas de comercio electrónico, venta telefónica y otros mecanismos que no requieran contacto personal con clientes y únicamente mediante la modalidad de entrega a domicilio o retiro”. La normativa agrega que “en ningún caso podrán abrir sus puertas al público”.

El municipio ratificó que “los comercios no esenciales podrán funcionar bajo la modalidad de envío a domicilio o retiro en el lugar”. El horario permitido es hasta las 18.

Según el DNU, los que realicen estas actividades -así como las demás exceptuadas del confinamiento- deberán portar el certificado único habilitante para la circulación, que se gestiona a través de la aplicación Cuidar. Allí, una de las opciones que figura es para el “comercio minorista de indumentaria, calzado, marroquinería, electrónica, electrodomésticos, juegos y juguetes, cuidado personal, pinturerías, venta de materiales para construcción y decoración”.

¿Puede, entonces, un comercio atender con mostrador en la puerta del local? De acuerdo a la normativa, solo deberían entregar productos ya encargados por teléfono o internet.

algunos comerciantes pegaron en sus puertas el cartel que así lo informa y permanecieron dentro para atender ventas telefónicas u online, mientras que otros, con mostradores a la calle, atendieron afuera a los pocos clientes que se acercaron, ya que más allá de la decisión comercial atada a ese punto del decreto, la circulación se vio fuertemente reducida.

Así, en una misma cuadra pudieron verse locales comerciales no esenciales totalmente cerrados, otros -de los mismos rubros- con la persiana a media altura y varios abiertos, con mostradores a la calle o sogas que advertían que no se podía ingresar.