El gobierno municipal envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para crear un régimen de promoción en la elaboración, distribución y comercialización de bebidas espirituosas artesanales.

La iniciativa, que tiene como objetivo la radicación de nuevos emprendimientos del rubro, surgió a partir de “la inquietud de muchos comerciantes sobre los requisitos para la producción de este tipo de bebidas”, señaló el Ejecutivo.

Como antecedente marcó la fabricación de cerveza artesanal, que “se estableció como una identidad local” y aporta “al crecimiento del ingreso y el empleo regional”.

El Código de Ordenamiento Territorial (COT) tiene clasificada a la actividad de las bebidas espirituosas como “Industria Clase 5” (que incluyen procesos tecnológicos cuya escala de producción o insumos transformados tienen características peligrosas para la seguridad pública, que la hacen incompatibles con otros usos urbanos y requieren de estudio particular, consideraciones y resolución especial).

Según el gobierno de Guillermo Montenegro, “dado que la producción artesanal representa una escala más acotada y con procesos de menos complejidad, podría incluirse en una clase análoga a la de producción de cerveza artesanal, incorporada al COT mediante la sanción de la Ordenanza 22532”. Por lo tanto, pidió clasificarla como “Industria Clase 3”.

La administración explicó que la actividad se encuentra alcanzada por la Ley Provincial de Radicación Industrial, aclaró que en el aspecto bromatológico no se apartará de lo establecido en el Código Alimentario Argentino y sostuvo que generará  “un crecimiento en la actividad económica del Partido de General Pueyrredon” que repercutirá en el empleo.

De acuerdo al proyecto, la elaboración y comercialización estas bebidas (como gin, ron, ginebra, whisky, tequila, coñac y vodka) deberá ser realizada “por cuenta propia del productor, en pequeña escala, y estar ejecutada fundamentalmente de modo manual, sin o con ayuda de maquinaria cuyo empleo no implique prescindir de la mano de obra directa”.

En el régimen estarán comprendidos los destiladores caseros, que elaboran bebidas alcohólicas directas mediante alambiques o aparatos similares, siempre que su producción anual no exceda los 120 litros de alcohol puro y que no tenga fines comerciales.

También incluye a los destiladores artesanales cuya producción anual no exceda los 100.000 litros de alcohol puro.

Además, si prospera la iniciativa, estarán autorizados los establecimientos gastronómicos “con elaboración artesanal de cerveza y/o de bebidas espirituosas”. Será “para consumo exclusivo en el local”.

Por su parte, las industrias que se dediquen a la elaboración artesanal que por la escala de su producción cumplan los requisitos (microemprendimientos industriales, productivos y de servicios) podrán acogerse a la ordenanza, al tiempo que se creará un registro en el que deberán inscribirse todos los productores de bebidas espirituosas del distrito.

El proyecto ingresó la semana pasada al Concejo y tiene giros a tres comisiones: Industria, Obras y Legislación.

“Nace una nueva industria en Mar del Plata”, celebró la semana pasada el secretario de Producción, Fernando Muro, al anunciar la presentación del proyecto, y recordó que “antes este sector tenía prohibido trabajar en General Pueyrredon”.

Fue en el marco de la entrega de la habilitación a la empresa Kalmar, que se constituyó en la primera destilería de bebida blanca de la ciudad al lanzar al mercado su primer producto: un gin artesanal libre de gluten.