Mar del Plata tendrá la primera sede descentralizada de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno
Se llamará Ricardo Piglia. Funcionará en un sector de la Biblioteca Leopoldo Marechal. Busca visibilizar los sistemas de información, contribuir con recursos técnicos en la tarea bibliotecológica, la digitalización de material y la difusión de los autores locales.
Funcionará en Mar del Plata la primera sede descentralizada de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. El organismo ocupará un sector de la Biblioteca Pública Municipal Leopoldo Marechal y llevará el nombre de Ricardo Piglia.
Esta iniciativa es la primera que se concreta en el marco del objetivo de federalización que se plantea llevar adelante la gestión encabezada por Juan Sasturain y sus colaboradores Elsa Rapetti, Guillermo David y Roberto Arno.
El acuerdo fue suscripto recientemente por el intendente Guillermo Montenegro y Sasturain. Actualmente las partes están avanzando en la puesta en valor y adecuación del sector del edificio de 25 de Mayo y Catamarca en el que funcionará el espacio que se prevé inaugurar -si los avatares de la pandemia y la vacunación lo permiten- antes de fin de año.
El convenio prevé la realización de actividades de formación, capacitación, actualización bibliotecológica y archivística, al igual que exposiciones de material, seminarios y actividades culturales.
“Estamos muy entusiasmados con esta experiencia piloto, es la primera vez que la Biblioteca Nacional va a poner un pie fuera de la ciudad de Buenos Aires”, valoró Sasturain en una charla con LA CAPITAL en la que reconoció que la idea maduró a partir del interés y la solicitud del secretario de Cultura de General Pueyrredon, Carlos Balmaceda, en concordancia con “la visión del equipo de trabajo, muy experimentado, de la Biblioteca Nacional”.
“Es un convenio que tiene el objetivo de cumplir una tarea específicamente bibliotecológica y, también, cultural. La biblioteca es un lugar de fusión de todas las iniciativas y trabajos bibliotecológicos de la zona y a partir de esta descentralización: suministra acceso directo a su acervo pero por otro lado coordina todo el conjunto de las bibliotecas de la zona. Que toda la información se encuentre organizada y canalizada es muy positivo”.
Sasturain, quien indicó que también están en conversaciones para llevar sedes a “Córdoba, Rosario y Catamarca”, definió que “la Biblioteca Nacional es un saludable monstruo al que tuvimos que reinventar durante la pandemia. Nada de lo que nos propusimos al asumir lo pudimos hacer, no podemos brindar el servicio básico de atender al público en forma personal, pero pudimos potenciar otras líneas de trabajo, avanzar en otras cuestiones, como esta expansión que se está realizando en este contexto en el que es todo tan complicado”.
Visibilidad
La vicedirectora de la Biblioteca Nacional, Elsa Rapetti, especificó que la iniciativa nació del proyecto de “creación de espacios integradores bibliotecarios federales” que tiene el objetivo de llegar a todas las regiones geográficas del país, siendo Mar del Plata el primer paso concreto.
Se trata de un trabajo que está vinculado a “contribuir a lograr la optimización de las prestaciones, la formación, la investigación bibliotecológica y el establecimiento de vínculos para ir pensando en el sistema nacional de bibliotecas públicas y darles visibilidad”.
En ese sentido la especialista reconoció que “hoy muchas bibliotecas son invisibles” y esta iniciativa busca revertir esa situación.
Para ello el convenio incluye “la dotación de tecnología de digitalización móvil, que pueda recorrer el territorio, las bibliotecas de General Pueyrredon y del Partido de la Costa, para detectar las necesidades, las demandas, las capacidades de conservación y digitalización que tiene cada una”.
En un aspecto fue contundente la especialista: “No se trata de hacer las actividades que se nos ocurran, sino las que surjan de las necesidades e intereses reales”.
Además, “ya estamos trabajando en el armado de las listas de autores marplatenses para que las incorporemos a nuestra base de datos de autores. Eso es muy importante para darles visibilidad, formamos parte del fichero de autoridades nacionales que es visto por todas las bibliotecas del mundo”, aseveró.
La deuda pendiente de la federalización
El director nacional de Coordinación Cultural de la Biblioteca Nacional, Guillermo David, valoró que “la federalización del acervo patrimonial era una deuda pendiente de la Biblioteca y del Estado nacional”, que se concretó en el marco de una de las funciones del organismo que es “asesorar a los sistemas de bibliotecas públicas de la región”.
“Esta iniciativa fue creciendo hasta llegar a la articulación de este espacio que va a ofrecer servicio de atención bibliotecológica, a público general y servicios de cultura” y que tuvo un impulso importante en la pandemia que “nos permitió pensar estratégicamente y en función de la demanda”.
David destacó que “es una línea de trabajo que tiene un proceso muy largo, no es inmediato y estamos muy entusiasmados con la oportunidad de iniciarlo”.
Sobre el horizonte de la iniciativa, David aseguró que será “el que la propia comunidad vaya demandando. Estamos abiertos a opciones novedosas. Mi teoría es que cada uno tiene una idea de qué es la Biblioteca Nacional y que en cada región va a tener su propio desarrollo. Podemos proyectar opciones pero también depende de qué escuchemos. No llegamos a colonizar, sino a aprender y a potenciar”, aseveró.
“Me convertí en lector en Mar del Plata”
“Hay una serie de coincidencias, todas felices, que se dan en esta iniciativa” sostuvo el escritor, periodista y guionista Juan Sasturain, sobre la llegada de la primera sede de la Biblioteca Nacional -de la que hoy es director- a Mar del Plata -donde el autor vivió en una etapa de su niñez y adolescencia-.
“El asunto es muy personal” reconoció y recordó que “viví en Mar del Plata, entre el 55 y el 60. Vivía en Independencia entre 25 de Mayo y 9 de Julio y terminé la primaria en la antigua escuela 32, que era Departamento de Aplicación de la Escuela Normal Mixta y funcionaba, justamente en 25 de Mayo y Catamarca, donde hoy está la Biblioteca Publica Municipal Leopoldo Marechal”.
Sasturain, aseguró que la ciudad es “muy importante” para él: “tengo los mejores recuerdos de esa época, me convertí en lector en Mar del Plata”.
Su amor por la ciudad está registrada en varios de sus libros, pero específicamente Dudoso Noriega transcurre casi totalmente aquí y “es una pintura mitificada por la visión de la infancia, de esa Mar del Plata en plena transformación democrática por el turismo social de masas”.
Otra coincidencia tiene que ver con Ricardo Piglia, a quién la sede homenajeará tomando su nombre. “Ricardo era mayor que yo, pero llegamos en la misma época a Mar del Plata, ambos cuando nuestros padres fueron exiliados por sus ideas políticas”.
“Nos pareció que junto a Leopoldo Marechal y Osvaldo Soriano hacen un equipo interesante y es un acto de justicia para Ricardo un reconocimiento por parte del Estado, en Mar del Plata, que fue fundamental en su formación, aunque no era nativo”.
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