Convencido de la necesidad de fomentar la cooperación y el compañerismo entre las muchas bandas de heavy metal de Argentina, el vocalista de Against, Iván Monastirsky, contó a LA CAPITAL cómo surgió el ContraFest Live Streaming.

Se trata de un festival que se realizará de manera virtual el 1 y 2 de mayo desde las 18 y en el que participarán las siguientes bandas: Bloodparade, Morthifera, Protus, Borde, Requiem for Eden, Los Jibaros, Senthencia, Cara o Cruz y Ñudrop, además de Against.

El streaming podrá verse a través del canal de Youtube Camaron Brujo Música y aunque es gratuito, los músicos organizadores apelan a la conciencia de cada espectador o espectadora. “Abrimos canales de colaboración para quien quiera y pueda colaborar con dinero”, indicó Monastirsky.

Y recordó cómo empezó a tomar cuerpo este festival: “Mientras ensayábamos, pensábamos cómo hacer para mantener a Against vivo en las ciudades a las que no pudimos visitar. Buscamos qué estrategia aplicar para dar pelea a los efectos negativos que tuvo la pandemia sobre la cultura en general, pero más que nada a los que basamos nuestro arte en el formato de ‘show en vivo'”.

Para el cantante de Against, banda que cumplió una década de trabajo en el terreno de lo independiente, el parate en la escena musical afectó sobre todo al heavy. “Nosotros pertenecemos a un género musical muy relegado por el mercado cultural masivo y sus intermediarios. Los pocos ingresos de dinero que puede percibir una banda se generan en los shows en vivo”, aclaró.

Esos fueron los motivos que lo condujeron a crear este streaming: la necesidad de “mantener a flote la economía” de los diversos grupos participantes. “Decidimos unirnos entre varias bandas para así reducir gastos y generar un show filmado en vivo con la calidad de sonido e imagen adecuadas para la demanda de un público que exige calidad”.

-¿Hay buena convivencia entre las bandas de metal? ¿Hay una familia metalera o es mucho pedir?

-Hay buena convivencia entre las bandas de metal, sobre todo en nuestra escena. Hace ya una década descubrimos que la única forma de mantenernos tocando y haciendo lo que nos gusta es concebir al otro como un compañero y no como una competencia. Hay varias personas dando vueltas promoviendo esto de competir y de superar al otro y eso lleva a comportamientos que solo destruyen los vínculos. La cooperación y el compañerismo nos benefician a todos sin pisotear a nadie. Nuestra práctica es un ejemplo esperanzador para músicos nuevos y para otros rubros que se meten en una carrera contra el de al lado. Esa lógica solo genera una guerra de todos contra todos por las migajas de un mercado cultural que apunta a promover productos de rápida digestión, a producir meras mercancías y no cultura. Aunque parezca ya una frase muy manoseada, es real: la unión hace la fuerza.